Enfiestada en el taller

La moto no solía traerles problemas a Romina y Manu, pero algo había provocado que una de las ruedas se desinflara. Manu había ido a buscar a Romi al gym, por lo que ella traía puestas unas calzas, su culo tremendamente notorio, resaltaba aún más con la ajustada prenda. Una remera bastante cómoda y unas zapatillas completaban su vestimenta. 
Ahora Manu se esforzaba por empujar la moto, que más pesada se ponía por la rueda desinflada. De pronto vieron un cartel bastante precario que anunciaba un taller de mecánica, el portón cerrado a medias dejaba entrever un no menos precario taller, donde tres tipos se arremolinaban delante un viejo auto. 
Sin consultarlo Manu se adentró en el viejo galpón 
-buenas- dijo desde la entrada 
-¿Qué necesitan?- dijo uno de ellos, el mayor de los tres. 
-se me pinchó la rueda- dijo Manu señalando la rueda delantera 
Él no se dio cuenta, pero Romi si advirtió la mirada pervertida que uno de ellos le destinó a ella. 
-pasen, pasen- dijo el mirón presuroso 
Necesitado de solucionar el inconveniente, Manu se adentró, seguido a unos pasos de Romi, quien trataba de alargarse la remera para tapar su llamativo culo. 
-présteme una llave, yo saco la rueda- dijo Manu 
-y vamos a estar hasta mañana, dejame que ya lo hago yo- dijo el que parecía ser el jefe. 
-toto, traeme los parches y la llave- pidió a continuación a uno de sus empleados 
Lo que manu no advirtió, pues miraba atentamente la rueda, fue la seña que el tipo hizo, sus ojos apuntaron velozmente hacia el portón. 
Toto disimuladamente fue por atrás de unos autos que llevaban un tiempo durmiendo en el taller, llegó hasta el portón y muy sigilosamente lo cerró. 
-Sentate hermano- le dijo el otro empleado a Manu, tomándolo fuertemente del hombro mientras arrimaba una silla. 
En ese momento, manu advirtió la mirada de toto al culo de Romi 
-no gracias- dijo él intentando poner un poco de énfasis en sus palabras 
La mano del tipo se cerró aún con más fuerza sobre el hombro, obligándolo a sentarse. 
-te quedás quietito ¿eh?- dijo de mal talante el tipo 
La enorme llave francesa que el tipo esgrimió, hizo que Manu obedeciera, mientras toto se acercaba con una cuerda en las manos. 
-¿Qué pasa?, ¿Qué es esto?- dijo Romi alarmada 
-quedate quietita vos también, sino este pelotudo la liga, ¿estamos peterita?- exclamó el jefe. 
Romi sintió pánico, pero a la vez la excitó el trato que el tipo le destinaba. Mientras Manu era inmovilizado, el jefe se acercó a Romi. 
-¡tenés un tremendo culo!- dijo el tipo 
-salí hijo de puta- Romina intentaba frenar la mano del jefe, pero esto con más fuerza logró llegar hasta el carnoso culo de Romi. 
-¡como debe comer este culo!- exclamó el tipo mientras ambos empleados reían a viva voz 
-¡Soltala forro!- exclamó Manu desde la silla 
El jefe tomó a Romi por ambas manos, y la atrajo hasta él, las nalgas de ella se aplastaron contra la endurecida verga. 
-mmm, petera y culona, como a mi me gustan- dijo el jefe 
-dejame, por favor- Romi estaba a punto de gritar. 
El tipo tomó a Romi por los pelos y la obligó a arrodillarse, ella sacudía la cabeza hacia los lados, mientras el jefe con su mano libre extraía su verga de entre sus ropas. Tiró un poco más de los pelos, y ella abrió la boca para quejarse. 
Fue apenas un instante lo que el tipo demoró en ponerle la verga en la boca. 
-según como te portés, vamos a ver si calzamos o no a tu amigo- dijo el jefe 
Toto y el otro empleado, se tomaban cada uno su verga, tan endurecidas como la del jefe. 
Romi intentó resistir, con fuerza intentaba hacerse para atrás, mientras con sus manos trataba de aliviar el tirón que sufría en sus pelos. Pero el tipo con la otra mano la sostenía de la nuca, haciendo presión contra su verga. 
-dale putita, chupá de una vez- ordenó el jefe 
De pronto en el medio del forcejeo, Romi descubrió que el tipo la dominaba, la situación la dominaba, y también la excitación comenzaba a dominarla. 
Su conciencia le pedía que resistiera, Manu inmovilizado en la silla también lo hacía, pero su cuerpo cada vez ponía menos énfasis en la defensa. Su cabeza que antes intentaba evitar la verga, frenó sus movimientos, y sus labios poco a poco fueron cerrándose sobre la pija. Cada tanto reiniciaba una defensa cada vez más débil. 
-así me gusta putita- dijo el jefe 
Romina elevó sus ojos, dejó definitivamente de lado la idea de resistirse, y se entregó definitivamente a chupar esa verga que se le imponía. A medida que ella obedecía, el tipo aflojaba el tirón de pelos y ella comenzó a acariciarle la verga a su dominador mientras su boca la albergaba. 
-Romi, ¿Qué hacés?- exclamó manu azorado 
Romina lo ignoró, en cambio miró nuevamente al jefe. 
-¿te gusta chupar pijas?- preguntó el tipo 
-si- dijo suavemente ella 
-¿querés mas pijas?- preguntó él 
-si, quiero más pijas- respondió ella 
El tipo les hizo señas a sus empleados para que se acercaran, quienes no se hicieron rogar. 
-Romi…romi pará- rogaba Manu 
Sin preámbulos los tipos se acercaron, la verga de toto dio un golpe contra el rostro de Romi. 
-¡es enorme!- Dijo ella riendo para luego abrir los labios nuevamente para introducírsela en la boca. 
Romi estaba entregada, acariciaba dos vergas mientras chupaba una tercera. 
De pronto el jefe la hizo incorporarse, ella obedeció una vez más 
-¿querés ver como nos comemos a tu culona petera?- le preguntó el jefe a Manu 
Romi sonrió, Manu respondió con un nuevo insulto. 
El segundo empleado comenzó a bajarle la calza a Romi muy lentamente, cuando las nalgas asomaron, el tipo exclamó 
-¡que buen culo!- dijo con admiración 
El carnoso culo, con una diminuta tanga roja con bordes negros, lucía grande, casi majestuoso. El jefe mientras tanto le hizo levantar los brazos para sacarle la remera. 
La calza a la altura de las rodillas no le permitía moverse. El jefe acercó el rostro de Romi quien mansamente le brindó un caliente beso en la boca. 
-este es el culo que nos vamos a comer- dijo el segundo empleado dándole una suave palmada en las nalgas a Romi, que rió encantada, dándole también un caliente beso 
-mostrale el culo a tu amigo- dijo el jefe señalando hacia Manu 
-hijos de puta, déjenla- dijo Manu 
-bueno, dejame divertirme un rato- dijo Romi 
-por favor, no me hagas esto- respondió el inmovilizado 
-hace rato que quiero verga, y ahora tengo tres y todas para mí- acotó Romi moviendo suavemente el culo. 
Sus ojos fueron a la tremenda verga de toto, imposibilitada de arrodillarse, dobló su cintura para llegar a la cabeza de la enorme pija, dejando el culo en alto. El jefe se limitó a bajarle la tanga. La concha de Romi se mostró completamente mojada. 
-esta concha tiene hambre- dijo el jefe 
-entonces dale de comer- respondió Romi sonriendo mientras volvía su rostro hacia el jefe. 
El patrón la tomó de las caderas con una mano, mientras con la otra enfrentaba su verga contra la mojada concha, introdujo apenas la cabeza. 
-¿así te gusta?- la interrogó el tipo 
Romi lo miró 
-¿es todo lo que tenés?- respondió ella con otro interrogante. 
El jefe embistió, con ferocidad, un largo gemido escapó de Romi. 
-ayyyy, como me gusta- exclamó ella entrecerrando sus ojos 
El tipo volvió a embestir, aún con más fuerza, ella esta vez tenía la verga de toto en la boca, por lo que su quejido fue completamente gutural. 
-mirá el culo de tu mina, el tremendo culo de tu mina- el jefe hacía gestos como si cabalgara, dando suaves palmadas a Romi, quien suavemente se movía. 
-romi, ya basta…ya basta- angustiado manu le rogaba que se detuviera 
-no puedo…te juro que no puedo, esto es maravilloso- dijo ella 
El segundo empleado se había quedado a un lado, un poco afuera de la acción, pero aún con su verga parada. Romi estiró una de sus manos, lo tomó de la pija al tipo y lo atrajo hacia ella. 
-vení, quiero que vos también me des tu leche- exclamó ella 
Alternaba las pijas de los empleados mientras el jefe seguía arremetiendo contra ella, arrancándole cada tanto un quejido 
Pero el jefe se detuvo completamente y ante la mirada de reproche de Romi, extrajo su pija de la concha. 
-¿Qué tal monta la culona?- preguntó el patrón a Manu 
-¡sos un hijo de puta!, ¡dejala tranquila!- Manu estaba tan furioso que podría habérsele lanzado encima al tipo. 
El dueño del taller buscó la tabla con la que se deslizaba por debajo de los autos, se recostó boca arriba. Romina lo miró, sus ojos mostraban entusiasmo. 
-romi…por favor- Manu rogó suavemente 
-¿y perderme estas maravillosas vergas?, me están dando como para un mes- respondió ella riendo mientras terminaba de sacarse la tanga y la calza. 
Completamente desnuda pasó una pierna sobre el jefe, se acomodó de frente a él y comenzó a bajar lentamente. La dura verga entró suavemente en su concha. 
-sii, ahora es mía…toda mía- exclamó ella entre gemidos 
Apoyó la palma de sus manos sobre el pecho del tipo, ahora era ella la que cabalgaba, miraba al tipo debajo de ella con ojos de dominio. 
-mirá como te estoy comiendo yo- dijo ella 
El tipo tomó ambas nalgas de romi y las separaba con fuerza. Ella no había advertido que toto había desaparecido rumbo a la pieza que hacía las veces de oficina. 
Romi se movía continuamente, sus caderas iban y venían cadenciosamente acompañadas por las manos del jefe, pero otra mano se apoyó en su espalda, ella miró hacia atrás, toto dejaba un pote de vaselina en el piso, y mientras el jefe abría un poco más las nalgas de romi, la poderosa verga de toto se alineó con el gran culo femenino. Suavemente comenzó a penetrarla. Romi lanzó un gran quejido, cayó hacia delante, desmoronándose sobre el pecho del jefe mientras la gorda verga se introducía. 
-despacito…es enorme- dijo apenas Romi. 
-¿Que pasa mi amor, con ese culo no te la bancás?- dijo el jefe en tono de burla 
Los ojos abiertos desmesuradamente y la boca de par en par acompañaron el movimiento de la cabeza de Romi asintiendo 
-me encanta, ponémela- exclamó ella 
-¿te gusta que te cojan delante de él?- preguntó el jefe que seguía penetrándola por la concha aunque muy lentamente. 
-si…si- respondió Romi 
-¿y que te rompan el orto?- preguntó toto 
-si…si- repitió ella 
Toto se movía lentamente, ejerciendo un control total sobre Romi, que casi desfalleciente ya se encontraba al borde del orgasmo, sus gritos y gemidos así lo indicaban. Sus manos arrugaban la camisa del jefe al tomarse ella fuertemente, su boca casi junto al cuello del patrón lanzaba bocanadas de aire, produciendo un jadeo muy profundo. 
-si…ahí me voy…ahí me voy – dijo ella indicando que estaba acabando 
Toto ahora tomó a Romi con ambas manos, la penetraciones se volvieron profundas y furiosas, arrancando gritos más profundos de romi. 
-voy a acabar, te voy a llenar ese tremendo culo de leche- dijo toto 
Romi ya inmóvil recibía las penetraciones de ambas pijas. 
-romi…romi- exclamaba manu desde su silla 
-me están dando…me están cogiendo mucho- dijo ella entrecortadamente 
Ambos tipo acabaron casi a la vez, le leche ya desbordaba a Romi por sus orificios 
El segundo empleado estaba filmando todo con su teléfono y permanecía inmóvil, Romina volvió a agarrarle la verga y comenzó chupársela. 
-dame la leche que tenés, quiero tu leche- exigió ella mientras su mano recorría la verga para masturbarlo. 
Toto extrajo su verga del culo de Romi y le indicó que se arrodillara en el piso. Ella liberó al jefe al cual tenía debajo y se arrodilló, quedó en medio de los tres que ya se masturbaban frenéticamente. 
Romi abrió su boca, sacó un tramo de su lengua para recibir en su rostro los esperados chorros, mientras el improvisado camarógrafo tomaba la perfecta imagen de romi. Fue el primero en acabar, su chorro manchó gran parte del rostro de Romi, luego de unos segundos fue Toto el que empezó a gruñir, ella apuntó con su boca, y toto se derramó sobre su lengua, mientras el jefe esparcía su leche sobre la mejilla y el cuello de ella, que sonreía sumamente satisfecha. 
-¿la filmaste a la petera culona?- preguntó el jefe 
-si, sabés las pajas que me voy a hacer- respondió el anónimo empleado 
-¿te gustó la fiestita?- ahora era toto el que preguntaba 
-si, me encantó- respondió ella 
-te has ganado que arreglemos la rueda, pero quedate desnuda, quiero mirarte el culo un rato más- dijo el jefe 

-me quiero limpiar- exclamó ella riendo aún con todo el rostro enlechado 
-que te limpie él- dijo toto mientras acercaba un trapo húmedo a Manu y lo desataba bajo la atenta mirada del otro empleado que ya esgrimía nuevamente la gran llave en su mano. 
-¿Por qué me hiciste esto?- preguntó manu sumamente enojado mientras limpiaba el rostro de Romina 
-¿Y dejar que te apalearan?, amor me debés la vida- dijo ella con gesto de ofendida 
Manu hizo silencio, no pudo contestar nada. 
Romina aún desnuda recibía las miradas de los 3 tipos, mientras Manu intentaba ocultar la tremenda erección que tenía. 
-¿la tenés parada?- preguntó Romina que advirtió el hecho 
-Ya está lista la rueda, se pueden ir- dijo el jefe 
-hijo de puta- exclamó Manu intentando abalanzarse sobre él 
-quitito, andate calladito- amenazó Toto. 
Romina se vistió y tomó de la mano a su hombre. 
-vamos amor, ya está- dijo cariñosamente 
A los cinco minutos ya se encontraban en camino y mientras manu recordaba la frase “te salvé la vida”, romina revivía las imagénes de la tremenda fiesta que se habían dado con ella, y disimuladamente llevó su mano a la entrepierna de Manu que casi pierde el control de la moto. 

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