COLEGIALA, LA NENA DE LA FAMILIA (1)

Esto comenzó desde hace un año. Yo salgo con una chica que se llama Jazmín. Ella es bastante bonita (lo digo yo, y lo dicen todos), y valió la pena todo el esfuerzo que hice para conquistarla. Siempre había tenido cierta debilidad por las chicas de colegio privado, por el uniforme, me vuelve loco verlas con pollerita, camisa y cortaba. Y cuando comencé a noviar con Jazmín, ella ya estaba ya en él último año de la secundaria. Ella es rubia, de ojos verdes y alta, un metro setenta. Lo mejor de Jazmín, y es lo que me enamoro, es la cara de gatita viciosa, con unos labios que ya han hecho un buen labor con su novio. Además, tiene unos pechos que entran perfectamente en mis manos, una cinturita finita y piernas bien torneadas, largas. Y su atributo mas deseado por mí, su cola redondita, la cual que todavía no pude hacer que me la entregue, se niega rotundamente al sexo anal.
Pasado un año ya de salir con ella, y tener sexo en todas sus variantes menos el sexo anal ya mencionado, Jazmín salió del colegio y ya no tuve más a mi colegiala en uniforme. Igual, ella se coloca a veces su uniforme que ya le queda chico cuando estamos solos para darme el gusto... un jueguito de novios. Pero después de un año de noviar, comencé a ir a su casa cada vez mas seguido, sobretodo estos últimos meses.
Sus padres me tienen ya confianza y saben que lo mío con su hija es una relación seria, Pero en estas visitas, cuando cumplía mi rol de novio visitando a su novia, había veces que Jazmín no estaba, y me quedaba en su casa esperándola. A veces estaba la hermana mayor de Jazmín, Luciana, una veinteañera que esta muy buena... o mas que buea Es algo petiza, pero tiene un cuerpo infernal, con dos tetasas que son enormes, dos sandias, y un culo grande y redondo... Es una mujer muy voluptuosa... Luciana tiene novio, un tipo con el que siempre me lleve de mil maravillas cada vez que lo vi. Resumiéndolo, como ella y su novio tienen casi mi misma edad, y nos hicimos amigos.
Otras veces, la mayoría de las veces que me quedaba a esperar a que llegara Jazmín en su casa, me quedaba charlando o mirando TV con su hermana menor, Jesse… Jesse, nombre en honor de su abuela yanqui (por algo son todos rubios en esta familia) es la nena mimada de la casa. Es la bebota de papá, y la cuidan y minan como sí fuera de porcelana fina. Jesse es una jovencita que heredo toda la belleza de sus padres y hermanas. Chiquita de estatura al igual que su hermana Luciana (la única alta era Jazmín), con cabello rubio ondulado hasta los hombros, con unos bucles naturales encantadores. Una mirada color cielo, una sonrisita encantadora... tiene una carita de niñita inocente y muy bonita. Además, su cuerpo ya esta tomando forma de manera abrumadora, sus tetitas en menos de un año se inflaron de golpe, y son hasta incluso un poco más grandes que las de Jazmín. Pero sus padres le visten con ropa holgada para ocultar el cuerpo de su “nena”... pero yo pude verlo en ropa interior una vez que entre sin golpear la baño de la casa. Jesse se estaba desvistiendo para bañarse, justo yo abrí la puerta y la vi. Un cuerpo perfecto, pechos no muy grandes, pero que en unos años si lo van a ser, una cinturita finita y estrecha, y una cola redondita y firme... todo en una piel blanca como la leche, perfecta. Desde esa vez, hace unas semanas, comencé a mirar a la hermanita de mi novia con más detenimiento.
Y el gran factor que hace que la nena sea comida por mis ojos, es que va al colegio secundario, a un colegio privado, donde años antes asistieron sus hermanas. Y por ello, es la única de la familia que usa uniforme colegial aun. Su sumamos eso mas mi adicción a las polleritas...
Si estoy con ella miramos TV, a Jesse le gustan las películas románticas, la música tranquila, lee poesía... Es tímida, no dice malas palabras... le encanta retocar el Jardín... en fin, es una nena amorosa, inocente e ingenua...
Me encanta verla sonreír cuando le cuento un chiste. Sonríe de una forma enternecedora, llevándose la manito a la boca mordiéndose el dedo índice. Además, le gusta que yo le hable de mi facultad, como estudio dibujo artístico en la Facultad de Bellas Artes, Jesse quedo fascinada con eso. Me mira fijamente cuando hablo de mis estudios, analizando el sentimiento de las pinturas clásicas y de lo artista que soy, una vil mentira, pero me gusta hacerme el bohemio con las chicas.
Este año, para le día del amigo, a Jesse le había regalado un collar hippie que había comprado en la calle por menos de dos pesos. Ella me había abrazado fuertemente cuando se lo di, diciendo: “ayy... que bonito, gracias!!”. Desde ese día nunca mas se lo saco, lo lleva siempre puesto. Jazmín me dice chistosa que su hermanita se enamoro de mí, y me jode con que yo no me aproveche de eso, mas porque me gustan las colegialas, pero siempre en chiste.
Y en unos meses de ver seguido a Jesse, me encariñe con ella, tomando bastante confianza. Ella me contaba sus cosas, decía que yo era el único que la comprendía realmente. Que tenía pocas amigas, y que se estaba dando cuenta de que sus padres la cuidaban demasiado (más que demasiado tal vez para su edad) y no podía hacer nada. Que sus amigas ya salían solas a divertirse, algunas tenían ya un novio... y que ella siempre tenia que quedarse en su casa. “Sos muy chiquita todavía” le decían sus padres sin tener en cuenta que su nena ya estaba grande.
-Ni siquiera puedo comprarme la ropa que me gusta...- Me dijo cierta vez. Yo comprendía más o menos a sus padres, si Jesse ya comenzaba a salir y a usar ropa más sugerente… La casa se convertiría un hervidero de pretendientes.
-¿Y en la escuela no hay alguien que te guste? ¿Algún noviecito?...- Le había preguntado una vez mientras esperaba a Jazmín. Jesse y yo mirábamos Mtv aburridos.
-Nooo... no me gusta nadie de la escuela...- Dijo ella agachando la cabeza y excusándose rápidamente. Jesse pocas veces me miraba fijamente a los ojos, y esta vez además de eso, se puso roja como un tomate.
-Pero debes que tener muchos enamorados, porque sos re bonita... ¿Que le pasa a estos chicos de ahora?- Le decía yo. Igual, a eso se lo decía siempre, me parecía una chica muy bonita de enserio. Y siempre me gusto verla sonrojarse cuando solo le decía “que linda que estas”.
-Ay, gracias, pero no, nadie que yo sepa...- Me decía media triste y un poco menos colorada.
-Vamos ¿no te gusta nadie?...- Seguía yo, pero ella solo me mira fugazmente y contesto que si con la cabeza ya totalmente colorada. Note como se agarraba las manos y se las retorcía, como hace cuando esta nerviosa.
-No te puedo decir...- Susurro Jesse, y comprendí que no debía preguntar mas. Los dos estábamos sentados en un sofá de tres cuerpos, uno al lado del otro. Ella hace menos de una hora que había llegado del colegio y tenía su uniforme: una camisita blanca con pollera y corbata escocesas. Yo la miraba y por mi mente perversa y fantasiosa me la imaginaba haciéndome un strip-tease... Pero a esa imagen la borraba rápidamente de mi mente, era la hermanita de mi novia.
-Yo... yo...- Comenzó a balbucear ella luego de unos segundos de silencio. Comenzó a sollozar de repente. Yo no sabia que hacer, se me partía el corazón al verla así. Trataba de decirme algo, y me sentí la peor persona por provocar eso.
-Es malo... yo...- Seguía ella tratando de hablar, mientras sus ojitos celestes se le llenaban de lágrimas. Yo pasando mi brazo alrededor de ella, la atraje hacia mí y la abrace. Jesse se aferró a mí fuertemente, hundiendo la cabeza en mi hombro sollozando. Hasta ese momento yo estaba enternecido por chica... Pero al tenerla entre mis brazos, estrechándola con una mano en la espalda y otra de la cintura, me comencé a excitar. Intente separarme de ella, pero mentalmente, porque mis brazos no reaccionaban, la seguían estrechando.
-¿Que es malo?...- Le preguntaba comenzado a acariciarle la cabeza, mientras con la otra mano le frotaba la espalda. Se sentía tan bien... olía tan bien... tenia un perfume suave de flores que me estaba volviendo loco.
-Es que... es que...- Decía Jesse, y hay levanto un poco la cabeza y me miro a los ojos. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, sus labios carnosos estaban muy cerca de los míos. No me podía controlar, ver a esa cosita tan bella en mis brazos, tan cerca me estaba descontrolando.
-¿Qué?...- Le decía sacándole un par de lagrimas de las mejillas suavemente con mi mano, ella suspiraba. Luego le acomode un mechón de pelo tras la oreja... No podía controlarme, estaba haciéndole él chamullo del amigo consolador, y sabia bien a donde llegaba eso.
-Es que... vos... me gustas vos... y...- Yo no lo podía creer, Jazmín me jodia con eso, pero no me la creía de enserio. Nunca pensé seriamente que pasaría si Jesse gustaba de mí. Fantaseaba, pero como lo hace cualquier hombre ante una mujercita de buen ver... Mi mente perversa me decía que aproveche la situación.
-Está mal, porque salís con Jazmín...- Seguía diciendo ella desahogándose. Estaba tan cerca de mí, que sin pensarlo, me iba acercando más a Jesse, ella a mí, hasta que la bese suavemente. Ella suspiró y dejo de balbucir, estaba como drogada. Le agarre la cara con mis manos y seguía besándola. Sus labios eran muy suaves, me enloquecían, cada segundo que pasaba la besaba con más pasión. La aferré mas a mi cuerpo, estrechándole de la cintura. Sus pechos se oprimían en mi pecho. Ella suspiró y abrió la boca, metí mi lengua. Jesse torpemente comenzó a besar con su lengua. Me moría de placer al sentir que era tan inexperta. Su lengua giraba alrededor de la mía, y la mía se metía por todos los rincones de su boca. No parábamos de besarnos.
Yo estaba fuera de mí... Despacio, la fui recostando en el sofá, hasta dejarla acostada sin dejar de besarla. Una mano mía fue hasta sus piernas, y comenzó a recorrerlas, frotando sus muslos. La otra acariciaba su panza, se metía por debajo de su camisa de colegio...
-Mmmm... aahh... no... para... ahhh...- Susurraba Jesse cuando mi boca no estaba contra la suya... Pero lo decía tan poco convincente, que me incitaba más a seguir sobandola. Comencé a besar su cuello, mis manos recorrían su cuerpito suave y firme. Mi mano llegó a su entrepierna, deslizándose bajo su falda. Jesse no oponía resistencia, solo se retorcía en el sofá bajo mi cuerpo. Eran tan bajo mi cuerpo, que estaba a mi total disposición.
-Aahhhhhhh...- Jadeo ella cuando comencé a frotar su vagina por encima de la tela de sus bragas. Mi otra mano se había metido bajo su camisa y masajeaba uno de sus pechos... Dios, eran más grandes que los de mi novia, mas firmes, mas esponjosos...
-Aaahh... no... para... ahh...- Seguía jadeando Jesse retorciéndose, arqueando su espalda por mis frotes en sus bragas. Mis dedos rápidos se metieron bajo la tela, y no tuvieron problema en encontrar su vulva, luego el clítoris, para comenzar a jugar con él. Mi otra mano había desabrochado unos botones de su camisa, sancado un pecho afuera... Pellizcaba suavemente su pezón duro como una espina.
-Aahhh... aahhhh... aahhh...- Gemía Jesse agarrada con sus manos al sofá. Sus jadeos me enloquecían, no podía parar. Mi verga estaba por estallar dentro de mi pantalón. Mis dedos estaban ya metidos en el interior de su vagina completamente mojada, dos de ellos entraban y salían. Abrí más su camisa y saque su otro pecho afuera, bajando su sostén. Comencé a mamárselos, chupárselos, morderlos. Jesse jadeaba cada vez más fuerte. Me rodeaba con sus piernas y me apretaba la cabeza contra sus pechos, hundiéndola contra sus tetas.
-Aaah... aahhhh!!... ahhh!!...- Estaba por acabar, lo sabía. Yo estaba súper caliente, hervía. Así que saque como pude mi verga del pantalón. Agarre la mano de Jesse y la lleve hasta mi pene. Ella lo agarró sin dramas, ya ni sabia lo que hacia... Comencé a mover su mano, para que me pajeara. Su manita era suave, me la apretaba dé tal manera que me estaba por hacer eyecular. Mientras seguía chupando sus pechos, deje su mano y ella solita me pajeaba. Seguía con la mía ahora que ella me satisfacía... Metía mis dedos en su cueva más rápido, haciéndola gritar. Jesse me apretaba la verga más fuerte y la movía más rápido, sus movimientos torpes me encantaban.
-Aahhh!!... aahhhh!!!... -Comenzó a temblar, a gritar, su mano que no me pajeaba me clavo las uñas en la espalda. Estaba acabando. Yo no daba mas, era demasiado lo que sucedía. La manita de Jesse me apretaba tanto la verga, que comencé a acabar en ella, embardunandole toda la mano con semen.Quedamos jadeando, yo arriba de ella, ella abrazándome. Luego comencé a besarla de nuevo. Me correspondió apasionadamente, aprendió a besar en menos de 20 minutos, era increíble. No podía creer que había hecho eso con la hermanita de mi novia, la nena de la familia, la bebota de mi suegro.
Jesse me miraba embelesada, luego atrajo su mano a la cara y la miro, estaba chorreando mi semen. Yo estaba encima de ella acariciando sus espléndidos senos y piernas con mis manos, me encantaba acariciar su pequeño cuerpo de piel de seda.
-¿Que es esto?- Me pregunto ingenuamente. Yo sonriendo le dije, si dejar de tocarla, porque veía que ella seguía gimiendo y respirando fuertemente a causa de mis sobos.
-Es mi leche, probala que te va a gustar...- La mire expectante... Jesse, sin peros, se llevo la mano a la cara. La olió un poco, y sacando su lengua, la paso por sus dedos.
-Mmm... no es feo...- Eso me enloqueció, haciendo que mi verga comenzara a crecer de nuevo. La miraba fijamente como comenzaba a introducir sus deditos en la boca... se tragaba todo mi semen, se chupaba los dedos, pasaba su lengua por su mano hasta dejarla limpia y brillante. La nena era increíble. Yo estaba loco, pensando en lo que podría hacer con ella.
Me senté en el sofá, con mi verga afuera y completamente dura. Jesse me imito, se sentó, toda despeinada y con los pechos afuera de la camisa, pero parecía no molestarle eso. Solo me miraba a mí, pero cuando vio mi verga se la quedo mirando fijamente, con la respiración agitada.
-Porque esta así, tan... ¿grande?...- Me pregunto ingenuamente. Yo la miraba a ella, me excitaba mas ver que estaba con los pechos afuera, con la corbata del colegio cayendo en medio de sus globos, con la faldita enrollada, dejando ver todas sus piernas... y era tan inocente… no entendía nada de nada. Era como si viviera en una burbuja de cristal.
-Esta así por vos...- Le dije y ella sonrió tontamente.
-¿Nunca habías visto un pene erecto?...- Jesse, con toda la naturalidad de una nena, me dijo que no con la cabeza. Yo no lo podía creer, era tan inocente que le podía decir lo que yo quisiera y ella se lo creería... Total no sabia nada.
-Nunca vi... un pene así... solo en una foto a un nene...- Me dijo así, como que se dice algo al pasar. Yo, sonriendo y aprovechando lo que había pasado, y ver que Jesse seguía excitada, le dije...
-Harias algo por mi...?-
-¿Que?- Me dijo ella expectante.
-¿La chuparías? Eso me aria muy feliz...- Jesse me miro confundida, seguro no tenia ni idea del sexo oral. Yo agarraba mi pene con mi mano y me comencé a pajear.
-¿Y esta bien eso? ¿Porque te la frotas así?- Me pregunto inocentemente. Dios, esto era demasiado para mí.
-Me estoy masturbando, nunca lo hiciste?...- Jesse dijo que no con la cabeza sonriendo. Y le explique sin dejar de masturbarme. ¿Como era posible que no supiera nada?
-Sentate abriendo tus piernas, y pasa tus deditos donde yo te toque recién...- Ella me miro y lo hizo sin chistar. Soltó una risita al sentir las sensaciones.
-Aaahhh... Me hace cosquillas!...- Dijo tocándose más rápido. No entendía como ella nunca se había masturbado, pero eso no importaba mucho, yo me pajeaba viendo como la nena se metía sus deditos enfrente a mí sin problemas.
-¿Te gusta lo que haces?...-
-Si... aah... mucho...- Decía ella apenas conteniéndose. Agarre su mano libre y la lleve a mi verga. Jesse la agarro y sin que le diga nada, comenzó a bajarla y a subirla, masturbándome mientras ella se pajeaba a si misma.
-Aprendiste rápido...- Le dije y ella se rió poniéndose colorada. Sus jadeos suaves aumentaban, estaba perdiéndose en un nuevo mundo antes desconocido para ella. Y yo quería que me la chupe, quería sí o sí eso. Lentamente, agarre su cabeza, la atraje hacia mí verga. Jesse se dejaba llevar. Hasta que la deje con la cara a centímetros de mi pene. Ella no dejaba de tocarse y pajearme.
-Abrí la boquita y chúpala Jesse...- Ella no hizo nada, pero hice un poco de fuerza en su cabeza, haciendo presión entre sus labios y la cabeza de mi verga. Cuando ella abrió la boca para jadear, metí me verga en su boca, lentamente, hasta llegar a la mitad.
-Mmmmmm... mmmmmm...- Emito Jesse. Suspire al sentir como su lengua frotaba mi verga, degustándola. Estire mi mano hasta su cola y comencé a frotársela. Con mí otra mano comencé a subir y a bajar su cabeza lentamente, deslizando mi verga por su pequeña boca.
Ella chupaba si saber bien que hacer, pero no me mordía. Sin que le diga nada ella mamaba mi verga. Mi mano se metió con la suya en su vagina... entrecruzábamos los dedos dentro en su cueva.
-Mmmm... mmmmmm...- mamaba espectacularmente, torpemente y con inocencia, y eso me encantaba. Acariciaba su cabeza. Le iba indicando que hacer. Ella sostenía mi verga con una mano por la base, la sacaba de su boca y pasaba la lengua como yo le decía, me chupaba los huevos, me pajeaba con la mano... La tragaba hasta donde podía. Lo hacia jadeando y respirando fuerte, a causa de su mano y la mía que la masturbaban rápidamente.
-Mmm.... aahhh!!... aahhhhhh!!!...- Gritó ella sacándose mi verga de la boca, en un orgasmo. Luego se volvió a meter mi pene en la boca, y lo chupo más rápido. Yo trataba de meter un dedo en su cola. Lo ensalive, frotaba su esfínter, hasta que lo deslicé un poco en sus entrañas. Jesse se quejo un poco, pero aparentemente le gusto, porque me dejo seguir.
-Mmmm... mmm!!... MMM!!...- Jadeaba chupándome la verga, hasta que sentí que estaba por eyecular, así que sostuve su cabeza firmemente, clavándosela hasta la garganta. Un dedo mío se movía, entrando y saliendo de su ano. Ella se pajeaba al mismo tiempo que yo comenzaba a eyecular en su boca. Jesse comenzó a succionar, para no atragantarse con mi semen, luego le solté la cabeza y ella saco mi verga de su boca, y unos chorros salpicaron su cara mientras ella gritaba en otro orgasmo.
-Aaahhhhhhh!!!!!!!...- Gimió para luego pasar su mano por su carita... Junto mi leche que chorreaba allí, y se la llevo a la boca, comiendo mi leche golosamente, con una sonrisa en la cara. Luego quedo recuperando el aire acostada en mis piernas. Yo saque mi dedo de su ano y la contemplaba. Había sido el mejor sexo de mi vida, y eso que no la había penetrado.
-¿Estuvo bien así?...- me pregunto. Yo me reí, le dije que sí. Luego, mientras ella se arreglaba la ropa y yo también, le explique que no debía decir nada de lo que había pasado.
-... Pero cuando estemos solos, hacemos que somos novios como hoy las veces que quieras...-
-¿¿¿Sí???.. Pero si Jazmín se entera se va a enojar con vos... y conmigo...- Me dijo media triste y asustada. Ella con lo inocente que era, no sabía bien lo que había hecho. -si vos no decís nada, yo tampoco...- Y Jesse me miro sonriendo. Le di un beso en sus labios, y ella me dijo “estoy re contenta” al oído.
-No veo la hora de que estemos de nuevo solos...- Me dijo mientras se iba al baño a cambiarse. Yo me quede en el sofá transpirado.
Mi mente corría a mil, podía hacer lo que quisiera con Jesse. Ella estaba dispuesta a todo. Además, era ingenua y no sabia nada de nada, y yo le podía enseñar tantas cosas... Desde ese día se convirtió en mi colegiala predilecta. Si estaba solo en mi casa, me pajeaba pensando en ella, esperando impaciente un nuevo encuentro, no veía la hora de tener sexo con ella... penetrarla por todos sus agujeros. Y mi mente corría, me imaginaba a Jesse y a Jazmín juntas conmigo, a las dos hermanas juntas mamándome la verga... o mejor, las tres, las tres hermanas juntas... Desde ese día me obsesione con Jesse, y cada vez que tenia sexo con Jazmín, me imaginaba que era Jesse. No había dejado de querer a Jazmín, pero Jesse era un sueño hecho realidad. Y el nuevo encuentro de dio a las dos semanas.
Yo estaba que explotaba por Jesse, me recontra calentaba. Las veces que iba a casa de Jazmín y la veía, nos mirábamos insinuantemente. Jazmín ni se daba cuenta de esto. Aprovechaba cualquier momento para manosearla un poco. Si Jazmín estaba en su cuarto, yo bajaba a la cocina o iba al baño con la intención de encontrarme con Jesse. Si se daba la casualidad, y no había nadie que nos viera, la agarraba apretándola contra mi cuerpo y le estampaba un beso apasionado. Ella siempre se dejaba hacer... Le manoseaba la cola y los pechos, ella suspiraba. Pero eran encuentros fugases. Además, me gustaba dejarla así, caliente a Jesse, así cuando tuviéramos bastante tiempo... Jesse estaría que explotaba como yo.
Era un juego para mí. Amaba a Jazmín, me excitaba su hermanita. No pensaba seriamente en lo que hacia o en las consecuencias... No lo hacia porque no quería...
Y Un fin de semana, un sábado a la mañana, yo iba a pasar a buscar a Jazmín para salir. Pero me llamo al celular diciéndome que no podría hasta la tarde, porque tenía que hacer un trabajo para la facultad. Hasta la tarde faltaban como 7 horas. Yo sabia que generalmente los sábados los padres de Jazmín no estaban hasta la noche, pero a veces estaba Luciana. Así que le dije a Jazmín.
-Ya estoy yendo para halla, te espero en tu casa...- Que era un mentira, yo estaba en mi casa.
-Bueno, espérame si no te molesta, están Jesse y Luciana para entretenerte...- Me dijo riendo y se me ilumino la cara. Yo también sabia que Luciana seguramente se quedaba con Jesse porque los padres de ellas no querían que Jesse se quedara sola. La sobreprotegían de una manera increíble. Y si yo iba, tal vez me dejara a Jesse a mi cuidado.
Fui la casa y me atendió Luciana. Que flor de mina. Luciana parecía de esas pornstars Yankees. Pura voluptuosidad y cara gatuna. Estaba con unos jeans ajustados que le marcaban todo el culo impresionante que tenia, sus tetasas parecían explotar en la remera que tenia. También estaba su novio, y nos pusimos a charlar en el living los tres.
No veía a Jesse, seguramente estaba en su cuarto. Luciana y su novio en la conversación, me dijeron cómplices, si yo me quedaba en la casa con Jesse, así ellos podían salir. Yo, haciendo como que les estaba haciendo un favor, les dije que estaba bien, que me quedaba cuidando a Jesse. Por mis adentros saltaba de alegría.
-Volvemos antes de las 7, Jesse esta en su cuarto, avísale que no abra la boca... igual a vos te tiene confianza.- Me dijo Luciana y me dio un beso en la mejilla... me encanto tenerla cerca de mí.
-¡No hagan chanchadas!...- Les dije mientras se iban y ellos se rieron. Al fin estaba solo con Jesse, tenia toda la tarde. Sin hacer ruido subí las escaleras hasta el cuarto de ella. La puerta estaba cerrada, pero se escuchaba que tenía puesto un CD de Norah Jones, romántica la nena. Abrí la puerta muy despacio, y la vi, estaba en la cama acostada, leyendo un libro. Preciosa, tenía un pantaloncito deportivo azul y una remerita suelta rosa, que le dejaba ver la pancita. Ella me vio y sonrió ampliamente. De un salto salió de la cama y me abrazo.
-¡¡Holaaa!!... ¿que haces acá?- Dijo dándome un beso en la mejilla.
-soy tu niñero, Luciana salió con su novio y estamos los dos solos hasta la tarde...- Dije sonriendo, ella rió y me abrazo fuertemente. Parándose en puntas de pie, me beso tierno en los labios. Luego de unos segundos, la agarre de los cachetes de la cola, masajeándola. Ella me miró, de esas miradas raras de cuando uno esta enamorado, y nos sentamos en la cama a charlar. Jesse se acurruco en mi hombro, la abrasé acariciándola. Notaba que eso le encantaba, que la mime.
-¿Que leías?- Le pregunte.
-Una novela de amor donde una chica se enamora de un señor grande, y todos están en su contra, pero ellos se quieren...- Me comentaba ella emocionada. Era muy romántica y melosa, creía en el príncipe azul y los finales felices.
Seguimos hablando así, de tonteras que a ella le gustaban, mientras yo con una mano jugaba con sus bucles de su cabello rubio, con la otra la acariciaba en las piernas. Hasta que lleve la conversación a temas más íntimos. Jesse me empezó a contar que había hecho después de aquella tarde.
-...Comencé a hacerlo que me ensañaste...- Me decía tímidamente.-...Y ahora no puedo parar, lo hago todas las noches..- Se estaba poniendo colorada.
-Es normal, es algo bueno...- Le decía yo tranquilizándola, mientras mis manos frotaban sus piernas muy cerca de su entrepierna.
-¿Queres que lo haga yo ahora?...- Le dije al oído, y ella recostando su cabeza en mi pecho me dijo que sí con la cabeza. Así que suavemente metí mi mano dentro de su pantalón, dentro de su bombachita de algodón, y comencé a tocarla.
-Ahhh... siii... me gusta...- Jadeo ella abrazándome mas fuerte. Mientras yo la pajeaba, ella movía su cuerpo contra el mío, jadeando cada vez mas fuerte. Yo estaba re caliente, había esperado esto desde hacia semanas, así que le dije.
-Saca mi cosita y hace lo de la otra vez...- Con intención de que me masturbe. Jesse me desabrocho el cinturón del Jean, y saco mi verga afuera, que ya estaba recontra dura. Y sin más agacho su cabeza y se lo metió en la boca. No esperaba eso, pero me encanto, la deje hacer lo que quisiera.
-Mmmm... mmmmm... mmmm- Emitía su boca mientras mamaba. Yo le baje un poco el pantalón y deje su cola al aire, con mis manos comencé a sóbarle la cola. Ensalive un dedo, y comencé a metérselo en el ano.
-Mmmmm!!!... mmmm... mmmmmmmmmmm...- Se quejo al principio, pero luego siguió como si nada. Tenia dos dedos míos en su vagina, entrando y saliendo, y otro en su cola moviéndose circularmente. Su lengua en mi verga hacia un buen trabajo, se lo metía hasta donde podía, la pasaba la lengua, me pajeaba... Jesse aprendía bastante rápido a hacer de todo.
-Aahhh... aahhhh... aahhhhhh...- Hasta que se saco mi pene de la boca y me pajeo rápidamente con su mano. Estaba por acabar, así que moví mis dedos más rápido dentro de ella. Aproveche y le metí otro dedo en la cola, y los moví fuertemente. Jesse reacciono a esto convulsionando cu cuerpo.
-Ahhh!!... aaaaahhhh!!!!... AAAAAAAHHH!!!...- Comenzó a acabar gritando, mientras mi verga no aguanto más y comenzó a lanzar chorros de leche directo a su carita. Jesse se dio cuenta y abrió su boca tratando de agarrarlos, pero la mayoría le embardunaba la carita. Luego, jadeando y desesperada, juntaba el semen de su cara con las manos y me chupaba la verga, comiendo toda mi leche rápidamente. Esa imagen de verla desesperarse por tragarse todo me éxito mucho, la nena era la amante perfecta, un sueño hecho realidad.
Jesse quedo respirando fuertemente y sonriendo, toda colorada. Yo, que después de ver como se devoraba mi semen golosamente, tenía todavía la verga durísima.
-Te enseño otra cosa...- Le dije y ella me miro emocionada. Me acerque a ella y acariciándole la mejilla, comencé a decirle:
–Primero te va a doler un poco, pero luego va a ser mejor que esto, ¿sí?..- Jesse me miro un poco asustada y sin entender, pero me dijo “bueno”, sin contradecirme. Así que la acosté en la cama, lentamente le saque el pantalón... Luego la bombacha. Ella estaba nerviosa por quedar desnuda frente a mí, pero solo me miraba expectante. Acaricie sus piernas y ella suspiro.
-Sentate arriba mío...- Le dije una vez que ella quedo completamente desnuda, solo tenia unas medias blancas puestas. Su cuerpo temblaba levemente de la emoción y nervios. Y lentamente, vino y se arrodillo arriba mío... Luego se sentó y mi verga quedo chocando su panza. Respiraba agitada y temblaba un poco más que antes.
-¿Y ahora?...- Me dijo mirándome. Note los nervios en su voz, que apenas era imperceptible. La agarre de las nalgas y la subí un poco, dejando la cabeza de mi verga en la entrada de su vagina.
-¿La vas a meter ahi? No... no va a entrar...- Me dijo asustada, pero yo la bese y le dije.
-Si va a entrar, primero te va a doler un poco, si queres morder mi hombro, hacelo... pero después te va a encantar...- Le decía yo, ella me miraba prestando toda la atención del mundo
-Ahora, poco a poco te voy a ir bajando, y cuando sientas tope, decime cuando estas preparada, sí?..- Ella me dijo que si con la cabeza y me abrazo fuertemente por le cuello. Era el momento... La baje un poco. Si fuera por mí, la hubiera penetrado de una, sin piedad... Pero Jesse era una cosa tan bonita, que lo haría lo mas suave posible.
-Aahh... aahhhh...- Jadeo ella cuando entro la cabeza. Se sentía tan bien entrar dentro de ella, que tuve que contenerme para no dejarla caer de golpe.
-Mmhhhhhhaaa...- Gimió cuando la baje un poco mas. Tenía los ojos cerrados y apretaba los labios. Luego dijo ella:“ahh, ah hay...”. Sentí su Vigo, la tela que la hacia virgen. No podía creer que estaba por desvirgarla, eso era un sueño hecho realidad. Jesse respiraba fuertemente, infando su pecho como si acabara de correr, tenia los ojos cerrados y me abrazaba tanto que me estaba dejando sin aire.
-¿Lista?...- Le dije, ella dijo “aja” susurrando. Y de golpe, la deje caer, enterrando toda mi verga dentro de ella.
-Ahhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!...- Gritó ella y me clavo las uñas en la espalda. Me contuve, porque después de gritar Jesse me mordió el hombro fuertemente. Su vagina me apretaba la verga, sentía sus contracciones, como se ajustaba perfectamente al grosor de mi pene. Se sentía tibio, era una sensación increíble, n se comparaba con ninguna otra mujer. Comencé a besarla, ella tenía lágrimas en los ojos, pero se la aguantaba como una reina. Luego de un rato, comencé a subirla lentamente, y luego la bajaba muy lentamente, penetrándola.
-Aahhhhh!!... aahhhh!!!!...- Gemía ella fuertemente, con un poco de dolor. Pero yo seguía, aunque me mataba verla sufrir así. Pero mi excitación podía más, así que seguí bajándola y subiéndola. Cada vez un poquito más rápido, deslizando toda mi verga por su interior.
-Aaahhhhh... aahhhhhh...- Los gemidos de ella se iban tranquilizando, su dolor desaprecia. Ya no me apretaba tanto con sus brazos. Y para esa altura la subía bajaba rápidamente. Ella tenía su cabeza recostada en mi pecho, y cuando me di cuenta, estaba gozando de lo lindo.
-Aaahh... aahhh... aahhhh...- La deje, ella sola subía y bajaba, clavándose mi verga hasta el tope, la volvía a sacar, y la volvía a enterrar ella solita. Jesse comenzó a subir y a bajar cada vez más rápido, jadeando mas fuerte, provocándome aguantar mi eyeculación.
-Aaaahhh... siiii... aahhh... ahh... ahh...- Gemía ella sin parar, frotándose contra mi cuerpo. Yo agarre y le metí dos dedos ensalivados en su cola, que entraron perfectamente. Y luego de un rato, ella tenso su cuerpo, comenzó a temblar y a gritar, abrazándome fuertemente de nuevo.
-Aahhhhhhh!!!!!!...- Tenía un violento orgasmo, y como yo no aguantaba más, y no quería acabar dentro de ella, la tire en la cama, me arrodille arriba de ella y le puse mi verga en la cara. Jesse sabia que quería, y la engullo rápidamente... comencé a venirme con tremendos chorros en su garganta. Ella los tragó a todos, sin desperdiciar nada, y siguió succionando mi verga hasta que ya no salía más semen.
-Wow....- Dijo ella jadeando cansada cuando me acosté a su lado, también jadeando. Ella se acurruco a mi lado, y me dijo.
-Fue increíble, nunca sentí nada parecido...-
Viste que te iba a gustar?..- Le dije sonriendo.
-Me encanto...- Dijo ella. Luego de descansar un rato, ya se había hecho mediodía. Le dije que bajáramos a comer algo, y después veíamos que hacíamos, pero yo ya tenía planes para la tarde. Ella fue al baño a lavarse y cambiarse. Vi las sabanas manchadas con un poco de sangre, así que baje al lavadero y las metí en el lavarropas, para desaparecer las evidencias. Si alguien se llegaba a enterar de que había desvirgado a la bebota de la familia, me mataban.
Igualmente, yo estaba perdido en un mundo de excitación, no pensaba seriamente que había hecho, ni en lo que iba a hacer, solo quería vivir el momento y aprovecharlo lo máximo posible. Al rato volví y Jesse salía del baño. Se había duchado, tenia el pelo mojado y estaba cubierta con una toalla. Sonreí ampliamente al verla.
-Me cambio y comemos algo...- Me dijo mientras abría su placard. Se comportaba muy naturalmente, poco a poco iba perdiendo conmigo esa timidez característica de ella. A mi se me prendió la lamparita, y le dije.
-Jesse, ¿porque no te pones le uniforme del colegio?- Le dije, después de lo que paso, me excitaba de sobremanera tener sexo con ella en uniforme.
-¿Te gusta?...- Me pregunto extrañada por mi proposición.
-Me encanta como te queda, te ves preciosa con el uniforme...-
-Ah... gracias...- Me dijo empezando a sacar el uniforme del placard. Yo vi que también tenia otros uniformes, y le pregunte curioso:
-¿No tenes un uniforme del año pasado?- Ella me miró sin entender, pero luego miro el placard y me dijo.
-Si, pero me quedan chicos, mamá en cualquier momento los tira...-Yo sonreí, y Jesse cayo y comprendió lo que yo quería. Sonriendo picaramente, saco otro uniforme y se lo llevo al baño.
-No te muevas, que ahora salgo...- Me dijo mientras corría y se encerraba en el baño. Espere impaciente, Jesse me calentaba mucho, mi verga comenzaba a latir dentro del pantalón, y cuando la vi salir, fue como un sueño hecho realidad.
-¿Te gusta como me queda?.. Esta re chiquitito...- Me pregunto. Yo solo sonreí: Apenas si el entraba en su cuerpo que crecía a pasos agigantados. La pollerita le quedaba muy corta, casi a la altura de las nalgas, y la camisa se ajustaba a su cuerpo resaltando sus pechos, con el detalle de la corbata cayendo entre ellos. Mi verga palpitó al ver semejante bombón enfrente de mí.
Luego bajamos a la cocina. Vale destacar que cuando Jesse bajaba las escaleras, su pollerita se levantaba con su andar y se le veía toda la cola. Además de que pude apreciar como la meneaba al caminar, como siempre tenia ropas holgadas, nunca había podido observar su caminar... pero ahora me daba cuenta de que era toda una gatita, por como movía sus piernas.
Preparamos unos sándwiches y cominos charlando de tonteras. Yo no podía dejar de ver sus piernas, ella estaba sentada en la silla y las movía como una nenita, las habría y las cerraba. Después no sé que fue a buscar a la alacena, que sé tubo que parar en puntas de pies... se le levanto toda la pollera, dejando su cola a mi total visión, justo frente a mí.
No aguante mas, me pare y me puse tras ella, la abrasé, apoyando todo mi bulto contra su cola. Ella dejo de buscar en la alacena y se agarro a la mesada con las manos, dejándose sobar. Mis manos recorrieron su cuerpo, hasta quedar masajeando sus pechos. Jesse miro hacia atrás, comencé a besarla. Ella, además, movía su cola fregándola contra mi bulto, estimulándome a sobremanera. Una mano mía ya estaba sobandola en la entrepierna, nuestros cuerpos se movían frotándose entre sí.
En el ínterin de esto, agarre a Jesse y la puse contra la mesa. Y ella se recostó allí, dejando su cola en pompa y a mi total disposición. Baje mi cabeza hasta sus piernas, baje su bombacha, y comencé a lamerla en su raja, haciendo que comience a gemir.
-Aahhh... siii...- Jadeaba ella con la cabeza recostada en la mesa. Le metí unos dedos, y mi lengua fue hasta un poco mas arriba, hasta su ano. Comencé a lamerlo, tratando de meter mi lengua en su pequeño orifico, el único que no había estrenado.
-Mmm... Aahhh....- Seguía ella, mi lengua iba y venia de su vagina a su ano, notaba como sus piernas flaqueaban a causa de las sensaciones. Saque mi verga del pantalón, necesitaba acción. Así que me pare, la apoye en la entrada de sus labios vaginales, y la deslice dentro sin ningún problema.
-Aahhhhhhhhhh...- Suspiro largamente Jesse al tenerla dentro. La agarre de la cintura y comencé a bombear lentamente, pero con fuertes estocadas. Cada penetración era correspondida por un grito de ella, cada vez más fuerte.
-Aahhh!!... ahhh!... ahhhh!... aahhh!!...- Cada vez aumentaba más la velocidad. Mis manos recorrían su cuerpo, hasta que ensalive mis dedos y comencé a pasarlos por su cola, metiendo uno sin gran dificultad.
-Mmmm!!... aahhh... ahh...- No se quejo demasiado hasta que le metí un segundo dedo. Comencé a moverlos en circulo, tratando de abrir su esfínter. Pero mi verga en su vagina hacia su trabajo, y no la dejaba quejarse demasiado.
-Aaahh!... aahhhh!... aaaaaaahhhhhhhhhhhhhh!!!...- Jesse comenzó a acabar aferrándose a la mesa y curvando su cintura. Pero yo seguía con mi bombeo regular, si parar ni un segundo. Logre meter un tercer dedo en su cola, lanzo un quejido, pero seguí abriéndole el ano. Hasta que después de un rato, me recosté en su espalda, saque mi verga de su vagina, la ensalive, y la apoye en la entrada de su ano.
-No va a entrar...- Dijo ella suspirando, con los pelos pegados en la cara por la transpiración. Yo le agarre las manos y la inmovilice con el peso de mi cuerpo, e hice presión con mi verga, hasta que entro la cabeza.
-Aaahhh!!!... duele!!....- Se quejo ella cerrando los ojos y apretando los dientes. Pero yo seguí y empuje un poco mas, deslizando mi verga solo unos centímetros.
-Haayyyy!!!... sacala!!!... duele!!... ahhhhh!!...- Se quejaba ella, trataba de moverse y salirse, pero yo no la dejaba, la tenia firmemente agarrada. Seguía haciendo presión, mi verga se iba enterrando cada vez más. Sentía como su anillo me apretaba la verga increíblemente, se sentía muy ajustado.
-Un poco mas y ya esta... aguanta...- Decía yo a su oído, viendo como ella ya tenia lagrimas en los ojos, apretaba los dientes y se aferraba a la mesa con sus manos, aguantando. Mi verga casi ya estaba dentro, el cuerpo de Jesse temblaba, hasta que finalmente, después de un rato y mucho transpirar, entro completamente.
-Me... ahhhgghh... me quema... aahh...- Se quejaba ella, pero yo deje mi verga quieta allí dentro. Para apaciguar su dolor, con mi mano comencé a masturbarla. Ella comenzó a jadear en una mezcla de dolor y placer. Mi verga palpitaba de la emoción en sus entrañas, mi mente volaba al saber que me estaba por culear a la hermanita de mi novia con uniforme de colegio...
-Aahhh!!... aagghh!!!... aahhh!!!!...- Comencé a bombear, haciendo que Jesse grite. La sacaba un poco lentamente de mi verga, y la volvía a enterrar hasta los huevos. Ella respiraba que parecía que estaba en un parto, tenia toda la cara transpirada y con los pelos cayéndole en la frente.
-Aaah!!... aahhhh!!... ahhhh!!...- Poco a poco aumentaba las embestidas. Desabroche su camisa y saque sus pechos afuera. Y mientras seguía masturbándola, comencé a masajearle las tetas besando su cuello. Ella jadeaba ya con más placer que dolor.
-Aahhh... aahhhh... ahhhh...- No paso mucho tiempo hasta que solo era placer lo que escuchaba de ella, así que me dedique a culearla tranquilamente. Por momento sacaba mi verga de su cola y la enterraba de un envión en su vagina... Luego volvía a su ano, por el cual mi verga ya se metía deslizándose perfectamente. Me encantaba sentir rebotar mi vientre en los cachetes de su cola en cada embestida.
-¿Te gusta ahora Jesse?...- Le pregunte bombeando más fuerte. Ella decía “siiii” apenas entre los gemidos. Me agarre de su cintura con las manos y embestí cada vez mas fuerte, provocando que ella grite de placer. Su cola vibraba y se tragaba mi verga hasta hacerla desaparecer. Luego me recosté sobre ella y me aferré a sus pechos, apretujándolos, bombeando mas fuerte viendo venir mi orgasmo y el suyo.
-Aahhh... ahhh!!... aahhh!!!... aaahhhhhhhhhhhh!!!- Ella comenzó a acabar en un tremendo orgasmo, yo no aguante más. Dando fuertes embestidas que hacían que la mesa se corriera de lugar, comencé a acabar con tremendos chorros de semen dentro de su cola, llenándola. Era increíble la sensación que me provocaba esto, no se puede describir. Nos quedamos allí, ella abajo y yo recostado en su espalda un rato, jadeando y recuperando la respiración totalmente transpirados. Mi verga perdió tamaño y salí de dentro de ella. Jesse parecía que venia de una maratón, se la veía fatigada.
-Vamos al cuarto así descansas...- Le dije y ella sonrió. Cuando la vi caminar con dificultad, la agarre y la cargue en mis brazos, llevándola hasta su cuarto. Ella me rodeaba el cuello con sus brazos. Luego la deposite en la cama, y sin más, Jesse se durmió cansada por el tremendo esfuerzo que había hecho. Yo me la quede mirando, sin poder creer que una cosa tan chiquita pudiera proporcionarme tanto placer. Luego me fue a bañar, estaba totalmente transpirado, mi meta de desvirgarla por sus tres agujeros estaba cumplida.
Luego de bañarme, me acosté con Jesse abrazándola, en posición de cucharita. Ella acomodó su cola bien contra mi bulto, dormida, y así quedamos unas horas. Al despertar, ya eran como las 5 de la tarde. Luciana vendría, según imaginaba, tipo 7 de la tarde, al igual que Jazmín. Y los padres de ellas recién a la noche. Jesse no estaba en la cama, pero escuche el ruido de agua de la ducha del baño. Se estaba bañando, así que baje a la cocina, me prepare algo para comer, y fui al living a mirar televisión.
-Ya me bañe dos veces...- Me dijo Jesse sentándose a mi lado. Se había cambiado, ahora tenia puesto un vestido verde que le llegaba hasta las rodillas, pero que insinuaba su figura. Se había atado el cabello con dos colitas, y tenia un rico perfume a rosas que me gusto mucho.
-¿Cómo te sentís?...- Le pregunte, pero ella alzo los hombros y riendo dijo:“muy bien”. Comprendí que no pasaba nada, porque yo creía que le podía haber hecho algún daño después de culearla tan salvajemente como lo había hecho en la cocina.
Mirábamos la TV tranquilos, mientras yo tomaba una gaseosa, ella tenía un pote de helado y lo comía muy sensualmente. Ella obviamente, no sabia que lo hacia así. Me la quede mirando como se metía la cucharita en la boca y apretaba sus labios. O si se le chorreaba un poco, se pasaba la lengua por las manos. Me estaba excitando ver eso, hasta que ella riendo me dijo:
-¿Que?...- Sin entender porque yo la miraba así.
-Me gusta mucho cuando comes el helado así...- Le dije.
-¿Cómo, así?...- Dijo ella comiendo otra cucharada, mirándome fijamente con sus ojazos celestes. Mi verga palpitaba en el pantalón, Jesse vio como se me formaba un bulto cada vez mayor.
-Pobrecito... ahora tengo ganas de comer otra cosa...- Me dijo bajando el cierre de mi pantalón, y sin mas saco mi verga que salió disparada, dura y lista para la acción.
-Mmmmmmm.. Así te gusta?...- Me dijo pasándole la lengua y apretándome el tronco con una mano.
-Dale unos besitos... eso...- Jesse besaba la cabeza de mi verga. Luego, y esto me sorprendió muy gratamente, agarro helado y embarduno mi verga con él. Comenzó a pasarle la lengua por todo lo largo, la sensación del helado frió y su lengua tibia me enloquecía... finalmente, se la engullo hasta donde podía. Comenzó a succionar como si estuviera mamando una mamadera. Frotándome la lengua son mover la cabeza. La nena aprendía muy rápido, me provocaba sensaciones mucho mejores que cualquier mujer... tal vez mejor que Jazmín.
-Mmmmm... mmm...- Luego, con una mano agarre su cabello, sacándoselo de la cara, y mientras ella subía y bajaba su cabeza, estire mi mano hasta su cola comencé a meterle unos dedos. Estaba todavía dilatada, entraron fácilmente. Y lo mejor, es que Jesse ni se quejo al recibir dos dedos.
Mire la hora, eran las seis de la tarde, teníamos tiempo para una ultima sesión de sexo. Jesse me la chupaba despacio, disfrutando de todo el largo de mi verga con su boca. Luego de un rato, la acosté en el sofá boca arriba, le subí el vestido, le saque su bombacha, y metí mi cabeza entre sus piernas, era su turno.
-Aahhh... siii... me gusta eso... mmmmaaahhh...-Comenzó a jadear Jesse aferrándome la cabeza con sus piernas. Mi lengua iba y venia por si rajita, jugando con su clítoris, le metía dedos, ella se retorcía en el sofá gimiendo a mas no poder. Hasta que después de unos momentos, me apretó la cabeza con las piernas que casi me ahoga, teniendo un poderoso orgasmo.
Coloque sus piernas en mis hombros, y de una estocada le clave toda mi verga en su vagina.
-Aaahhhhhhhh!!...- Comencé a bombear fuertemente, me gustaba escucharla gritar, ver como sus tetas bamboleaban debajo del vestido. Estuve un rato así penetrándola, hasta que la di vuelta, la saque le vestido dejándola desnuda... y en posición de perrito metí mi verga en su cola lentamente, pero sin dificultad.
-aaahhh... despacito...- Me dijo cuando comencé a bombear su cola. La agarre de la cintura, le metía y sacaba mi garrote de su cola. Ella se mordía una mano y tenia los ojos cerrados. Estábamos así, culeando, cuando siente un ruido, y mirando fugazmente a la puerta de entrada del living, veo a Luciana y a su novio mirándonos. Y lo más llamativo de todo, era que el novio de Luciana tenía su verga afuera masturbándose... y Luciana tenía su mano dentro de su Jean, también tocándose.
Me éxito muchísimo eso, tener espectadores. Ahí que comencé a bombear a Jesse más fuerte.
-Aahhh!!... aahhh!!... aahhh!!!...- Gritaba ella. Luciana me miraba con una sonrisa en los labios, agarrandose de una de sus tetasas y apretándolas, mientras con la otra se pajeaba fuertemente. Luciana le dijo algo al oído de su novio, y los dos me miraron riéndose. Jesse ni se daba cuenta de esto, estaba muy ocupada recibiendo mi verga en su ano brutamente. Se mordía los nudillos y tenia la cabeza recostada en el suelo, con los ojos cerrados.
-Aaahhh... aahhh... aahhmmmmmmm... mmmm...- Jesse, que estaba jadeando con la boca abierta, levanto un momento la cabeza, recostando sus codos en el suelo... Me recosté en la espalda de Jesse, penetrándola mas fuerte, y le decía al oído.
-Relájate Bebe... disfruta... vas a ver como te va a encantar...- Jesse trato de apartarme un poco, pero metí mis dedos en su raja y se tranquilizo. Luciana se había sentado sobre su novio en un sofá cerca de nosotros. Me recontra excito verla sin los jeans, su novio le amasaba sus enormes tetas y le metía dedos sin parar en la concha. Luciana pajeaba a su novio frenéticamente. Ambos mirándonos, espectadores. Luciana tenía una sonrisa maliciosa en la cara.... mirando como me culeaba a su hermana.
-¿Te gusta mi hermanita?...- Dijo Luciana abrazándome por detrás, apoyando su cabeza en mi hombro. Sentí sus enormes tetas recostadas en mi esplada.
-¿Te gusta mi hermanita? - Seguía diciéndome, mirando fijamente mi verga entrar y salir del culo de Jesse. Ella tenia los ojos cerrados y aun no se daba cuenta de nada. Su cuerpecito blanco estaba totalmente transpirado y convulsionaba a cada rato.... acabando en múltiples orgasmos.
-Mmmm!!.... mmmm... mmmm...- Jadeaba sin parar. La situación era increíble, lo único que faltaba era que venga Jazmín y se uniera a la fiesta... una orgía familiar
Luciana me acariciaba el cuerpo, abrazándome por detrás, hasta me comenzó a besarme apasionadamente, metiendo su lengua hasta mi garganta. Su novio miraba todo desde el sillón masturbándose. Se reía y se asombrara de lo que hacíamos. Parecía excitarle más que este besando a su novia. Comencé a mamarle las tetasas a Luciana. Dios... eran enormes, como dos piñatas. Luciana me apretaba la cabeza contra ella. Comenzando a jadear.
-Aahhhh!!...- Gimió fuertemente Jesse aun con los ojos cerrados y aguantando la culeada. Era increíble pensar en la escena. Estaba penetrando por la cola a Jesse, la nena de la casa a la que todos cuidaban como a una muñequita, y a su vez, tenia a su hermana Luciana refregándome las tetas en la cara. Y no nos olvidemos del novio de ella masturbándose como espectador de cine porno.
-Aahhh!!!!!... aahhh!!!!!... aahhhhh!!!...- Seguía gritando Jesse. Aumente las embestidas. Tenia agarrada a Jesse por las nalgas, cada vez bombeaba más rápido, más fuerte, y Jesse gritaba cada vez más.
-Aaaaaahhhh!!... aaaaaahhh!!!!... aaaaaahhhh!!!!..- Luciana miraba todo de cerca, y se mandaba todos los dedos que podía masturbándose. Hasta que sentí iba a acabar, ya no aguantaba más. Saque mi verga de dentro de Jesse. Ella cayó sobre la alfombra recostada. Me arrodille frente a Jesse con la verga a punto de explotar en las manos, apuntándole directo a la carita de ella. Cuando Jesse me miro, comencé a venirme con tremendos chorros de semen. Se la notaba confundida, pero al recibir los primeros chorros, abrió su boca sacando su lengua para recibir la leche que caía en su cara.
-Aaahmmmmm...- Jadeaba ella mientras tragando instintivamente mi leche. Le fregué mi verga contra la cara. Jesse sola habría la boca y se las metía, las chupaba como si fuera lo mas natural del mundo. Y en ese momento fue cuando se dio cuenta de que Luciana, su hermana mayor, estaba a su lado masturbándose y mirándola fijamente.
Luciana con su sonrisa perversa, se arrodillo frente a Jesse y comenzó a lamerle la carita a su hermana, limpiándole con la lengua el semen que le chorreaba. Jesse solo estaba ahí tendida quieta en el suelo. Yo ya me esperaba cualquier cosa después de eso. Más cuando Luciana comenzó a besar a su hermanita... Jesse abrió sus ojos sorprendida el sentir los labios de su hermana sobre los suyos. Pero luego de un rato cerro sus ojos y se dejo llevar por eso beso.
-¡Increíble hombre! Increíble!- Gritaba el novio de Luciana eyeculando en el sillón. Festejaba el final de una película que le había encantado.
Una vez que las hermanas se separaron, Luciana agarro su ropa y se fue con su novio diciendo: “Nos vamos a bañar!”, dejándonos solos. Jesse los siguió con la mirada sin entender como era que ellos dos estaban ahí. Me miro confundida y sonrojada, pero respirando ya mas calmada. Tenía los pelos revueltos y su cuerpo bañado en transpiración. Ella no entendía nada de lo que había pasado.
-¿Cómo te sentís Jesse?...- Le pregunte esperando que me pegara una abofeteada. Pero ella solo me miraba. Se sentó en la alfombra tratando de tapar su cuerpo desnudo. Estaba totalmente avergonzada y tímida. La abrase y ella hundió su cabeza en mi pecho. Luego de unos segundos me dijo…
-Y... bien... nos miraron todo el rato… no?- me pregunto con la voz apenas audible.
-Si… pero no van a decir nada. Te lo prometo ¿Te gusto lo que paso recién?...- Le pregunte curioso. Y ella me miro y sonrojándose me contesto…
-Si... bastante...- Y me dedico de sus sonrisas que derretían.