La mesa del taller de Don Braulio
"Lo que no sabia en ese momento era que justamente ahí me iban a abrir de gambas para hacerme el culo".
Mi nombre es Gabriela "Gaby" y les voy a relatar lo que me sucedió el año pasado en mi barrio, tenia 19 años. Resulta que a dos casas de donde vivo hay un taller en donde trabaja un hombre. Su nombre es Don Braulio y es un hombre grande, fornido y morocho, tendria unos 45 años. La verdad me calienta mucho cuando lo veo. Bueno, el taller esta en una esquina donde esta tambien la parada del colectivo, el cual siempre tomo para ir a la facultad. Estoy en segundo año de Educación Fisica y esa carrera me "obliga" a
ir todos los dias en ropa muy sugestiva. Todos los dias para ir a la facultad me visto con calzas muy ajustadas, sin ninguna arruguita en la lycra, como una segunda piel, pues asi me gusta. En la parte de arriba si no hace mucho frio, alguna remera ajustada que me marcan bien mi delantera. Bueno, hablando del año pasado todas las tardes salia de mi casa con esta ropita y mi mochila algunas veces y llegaba a la parada. La puerta enorme del taller justo daba hacia la parada y hacia mi presencia por lo cual mientras Don Braulio trabajaba, creo que algo de metales, junto a otro compañero de seguro me observaba de arriba abajo, en especial mi colita al estar de espaldas. Hablando de eso, mi cola es mi mas preciado orgullo, para mi y "otros" es lo mas lindo que tengo. Yo nunca volteaba para ver si me observaban. Me gustaba esa sensación y el misterio. Yo solo imaginaba que si lo hacian y con eso me era suficiente.
Bueno, resulta que hablando con una amiga del barrio que vivia una cuadra mas alla de una u otra cosa le comente sobre el taller y me dijo que ese tal Braulio era peligroso, que habia estado en prision, etc. Pero lo que mas me llamo la atención fue que Nadia me dijo un apodo que muy pocos sabian. Le decian "Abre Culos". Wooooww, y yo que se lo habia estado mostrando descaradamente embutido en mis calzas ajustadas. Ese comentario de mi amiga me dejo perpleja y con algo de miedo. Pero algo me hacia seguir con este "jueguito", la intriga, la calentura y el morbo me taladraban la cabeza. Ademas Don Braulio me gustaba y la decisión fue que debia seguir, ver hasta donde llegaria todo esto. Es mas, estaba pensando en hacer algunas pequeñas provocaciones pues la suma de ese apodo mas mi perfecta colita y las calzas no eran pura coincidencia, me entienden, era el destino, ¿no creen?.
Pues asi empezo, recuerdo que algunos dias mientras esperaba el colectivo, siempre de espaldas al taller, me inclinaba hacia delante sin flexionar las rodillas, sacando la colita hacia fuera disimulando atarme los cordones de las zapatillas o acomodarme las polainas que estan muy de moda hoy. Otra cosa por ejemplo era hacerme la distraida y tocarme los muslos o la cola deslizandola sobre la suave tela de lycra. Todo esto siempre sin voltear, imaginando como me estaria observando Don Braulio y tal vez su compañero.
Asi fue pasando algunos dias hasta que llego el dia de lo sucedido. Recuerdo que ese dia, un Martes, las clases se harian un poco mas tarde, casi al anochecer ya que habia que tomar examen a algunos y no me acuerdo mas porque. La vestimenta que use fue una remera ajustada creo que de lycra y sobre esta un buzo deportivo tambien algo apretadito y cortito. Una tanga bastante chiquita, casi cola less y sobre esta unas calzas largas de color azul algo brillante muy ajustadas, demasiado, parecia como una segunda piel. En los tobillos para estar a la moda me calce un par de polainas hasta media pantorrilla color blanco y finalmente mis zapatillas blancas casi nuevas. Me mire al espejo un tiempo largo, me gustaba como me veia, todo apretadito a mi cuerpo, sin dejar nada a la imaginación. Finalmente tome mi bolso y a las 18:00 hs sali hacia la parada. Al pasar vi que aun el taller estaba abierto pero no se veia a nadie. Estaba esperando el colectivo que no venia mas cuando siento que el taller se empezaba a cerrar, la cortina principal estaba bajando. Se estaba haciendo tarde, una persona que tambien esperaba se marcho. Estaba sola y eran casi las 18:45 hs. Una vez la cortina bajada aparecio Don Braulio saliendo de una puerta trasera al lado del taller. Lo mire a los ojos mientras se acercaba, el me miro tambien pero al rato fijo sus ojos a mi entrepierna. Desvie la mirada hacia delante y note que estaba al lado mio. Estabamos en silencio mientras esperabamos, pues creo que el tambien, el colectivo. Senti que se alejo hacia atrás un poco mientras yo estaba algo nerviosa. Se me vino a la cabeza todo eso que me dijo mi amiga, lo de que estuvo preso, su fuerte apodo, ademas que me impresiono el tamaño de su fisico.
Me sentia totalmente observada, de segura tenia su vista fija en mi trasero.
-No viene mas el bondi ¿no?. De repente hablo, de seguro a mi, era la unica ahí. Me puse nerviosa. Tartamudie un poco devolviendole una respuesta. –Si, bastante.
Que me pasaba, parecia una nena de 13, inexperta y asustada. Se dio cuenta de eso y me dijo con esa voz ronca y gruesa –Me parece, no estoy seguro, que hoy habia paro de colectivos, veni que averiguamos por telefono. Te juro que me quede de piedra, queria que yo lo siguiera adentro de su taller, me quede pensando, me decia a mi misma que era una estupida si lo seguia pero algo en mi lo contradecia. Y fue mas fuerte, lo segui mientras tomaba sus llaves y abria la puerta de al lado del taller. Yo sabia que habia paro pero pense que era dentro de dos dias. Mientras abria me decia que tenia un amigo colectivero de la linea que tomo yo y que lo iba a llamar para averiguar. Entro primero y me dijo que pasara, que lo siguiera, ibamos por un pasillo largo.
Entramos al taller, era bastante amplio llenos de cosas y algo mugriento pues era de esperar. El nerviosismo se habia apoderado de mi, era esa sensación entre el miedo y la intriga de la situación. El se fue hacia una parte visible y tomo un telefono. Me di la vuelta y me quede mirando el lugar, habia una amplia mesa de trabajo que empece a observar, era una mesa improvisada con un duro tablón de madera como base y de unos cuatro cajones robustos como patas, sobre la misma habian bastante herramientas de todo tipo, lo que no sabia en ese momento era que justamente ahí me iba a abrir de gambas para hacerme el culo. Estaba mi vista fija en esa mesa, era la mesa en donde trabajaba Don Braulio que se veia desde afuera, la mesa en donde hacia sus cosas mientras me miraba cuando esperaba el colectivo. De repente senti que me tomó de un brazo tirando mi bolso y me jaló quedandonos frente a frente, mientras me miraba fijamente a los ojos. Me acaricio con ternura una mejilla y luego el cabello pero de repente me dio la vuelta quedando de espaldas a el, me rodio con sus brazos por la cintura y me apretó contra él tratando de levantarme un poco como empujándome hacia donde estaba la mesa, me asuste y comencé a lagrimear y suplicar, al llegar a la mesa dejo de empujarme, se quedo parado allí sujetándome de mi cintura y aprisionando fuertemente mi trasero contra su pelvis, yo podía sentir claramente el bulto de su miembro en mi cola, después de unos momentos me soltó, empezó a mirarme de arriba abajo y sonriendo lujuriosamente me dijo: ‘Escuchame nena vos ya sabes porque estas aca asi que vas a tener que portarte muy bien conmigo y obedecerme en todo, tu solo déjate llevar que yo me encargo de lo demás’. Pense en que me habia metido, pero me calme y me dispuse a hacer lo que queria.
Tomó una silla y se sentó tras de mí de modo que mi culito quedaba frente a él, comenzó a acariciar mis piernas sobre las calzas, al ver que yo no decía nada subió sus manos y acarició mis nalgas, las apretó y las estrujó, como vio que yo no oponía la menor resistencia se levantó y empezó a frotarme su pene que ya se encontraba erecto contra mi trasero, entonces bajó sus manos para acariciarme las piernas y las subió a mi entrepierna, me empezo a pajear con sus dedos sobre la lycra mientras mis primeros gemidos se hacian presente y mis piernas se abrian solo un poco mas. Entonces me dijo: ‘ ¡Vaya!, te esta gustando no puta, pues empeza a disfrutarlo porque a vos te tengo preparado algo muy especial ¿sabes?. Su mano volvio atrás y empezo a acariciarme el contorno de mi cola mientras me decia –Perfecto, es perfecto, debes tener el culo tan estrecho como el de un maricon ¿no es asi?, pues eso lo vamos a arreglar. -Ya te estaras imaginando lo que te espera ¿no es cierto?, voy a romperte el culo y a convertirte en toda una puta’. Me quede perpleja por todo lo que me estaba diciendo pero igual lo queria, queria que continuara y recorde su apodo, realmente iba a dar credito al mismo.
Mi silencio sepulcral lo motivo asi que me tomo de la cabeza y me inclinó sobre la mesa y lo ajustada de mis calzas dejaba ver la marca de mi tanga, lo cual seguramente lo excitó aun más, de nuevo frotó su pene contra mi trasero, se aflojó el cinto, bajo sus pantalones y siguió frotándome con su enorme miembro que aun guardaba en sus calzoncillos, entonces se arrodilló tras de mí y acariciando mis nalgas bajo mis calzas hasta el final de mis nalgas y corrio aun costado mi tanga con rudeza, yo estaba totalmente estupefacta pues no podía creer lo -que me estaba pasando, de pronto sentí su rostro en mi cola besándome las nalgas, me las abrió y empezó a besarme el culito, lo chupo, lo lamió, lo succionó, pasaba su lengua y la metía en mi pequeño orificio, yo jadeaba y gemía inevitablemente, sentí mi cara muy caliente, que me ardía de excitación, todo me daba vueltas, nunca me habían dado ¡tan ríca! comida de culo.
Entonces se levantó e hizo que cambiáramos de posición, ahora yo me encontraba
sentada frente a él con su pene en mi cara, un animalón enorme y moreno, grande, grueso, venoso y con el glande completamente hinchado de excitación, me tomó de la nuca jalándome los cabellos y comenzó a frotarme su miembro entre mis labios, su piel era suave, brillante y caliente, ésa sensación no me disgusto para nada, adiviné lo que quería que hiciera y abrí mi boca, él lo introdujo un poco, al sentirlo entre mis labios me gusto mucho la sensación e instintivamente empecé a chuparlo, al ver que yo misma se lo mamaba voluntariamente dejó de jalarme el cabello y de pronto ya no podía parar, se lo mamaba ávidamente aunque no cabía por completo en mi boca, después de hacerme que se lo chupara por un buen rato me retiró y volvió a inclinarme sobre la mesa, ésta vez ensalivo mi culo para lubricarlo, ya estaba dispuesta a recibir el tremendo ataque pues acababa de probar el tamaño de su miembro y me preguntaba si todo eso podía entrar en mi pequeño culo, pero ¡como lo deseaba!, ya no me importaba nada, solo quería sentir esa tremenda pija penetrando mi hermoso culito.
Sentí su enorme pene a la entrada de mi ano, me tenía empinada frente a él con mis piernas algo abiertas, mis calzas a medio bajar y mi cola bien paradita, entonces me dijo: ‘Ahora sí puta, te voy a romper el culo como tu querías ó acaso crees que no te había visto ya provocandome ahí afuera mostrandome el orto, pues ahora si vas a sentir una verdadera pija dentro, te advierto que esto te va a doler pero también te va a gustar y después hasta me pedirás que no te la saque’, entonces comenzó a abrirse paso entre mis nalgas; ¡WOOOOW!, ¡ERA ENOOORME!, sentí que me partiría en dos, movía mi cabeza incontrolablemente mientras le suplicaba: ¡NO! ¡NO!, ¡MEJOR NO!, ¡POR FAVOR, MEJOR NO!, traté de zafarme echándome para delante pero fue inútil, él me sujetaba por los hombros y me aprisionaba fuertemente contra la mesa, mientras seguía empujándomelo con fuerza, creí que me desmayaría, al ver que no estaba dispuesto a soltarme le suplicaba; ¡DESPACITO POR FAVOR!, ¡ME DUELE!, ¡DESPACITO, DON BRAULIO POR FAVOR, PORQUE ME DUELE MUCHO! ¡POR FAVOR!, DON BRAULIO ¡POR FAVOOOR!, pero él seguía metiendomelo poco a poco y no se detuvo hasta que lo introdujo completamente dentro de mí, grite y llore y varias lagrimas rodaron por mis mejillas, él me regañó y me dijo que no gritara porque podían escucharnos y yo me mordí los labios para no gritar pues el dolor que sentía era muy intenso, pero a pesar de todo él tenía razón, ya no quería que me la sacara.
De pronto empezó a sacarlo y sentí un poco de alivio, pero de nuevo lo introdujo con fuerza, siguió repitiendo ése movimiento haciéndolo cada vez mas rápido, así continuó bombeándome hasta que el dolor fue cediendo y poco a poco comencé a disfrutarlo, después de violarme por un buen rato, el hombre ya lograba que yo me arqueara de placer, parecía una gatita en celo retorciéndome de gusto con su verga dentro de mí, pues nunca había experimentado ésa sensación tan intensa entre el dolor y el placer con tanta excitación, tanta pasión, tanto sexo y entonces él se estremeció y pude sentir que se venía dentro de mí, estaba chorreándome toda su leche caliente dentro de mí, ¡que ricura, que delicia!, en ése momento me sentí completamente invadida, poseída y sometida por un hombre que me estaba cogiendo en su propio taller, mi culo habia sido estrenado y desvirgado por Don Braulio alias el "Abre Culos". Ni se imaginan que situación toda esta, un morbo y un placer indescriptible.
Y asi Continuó cogiendome durante un largo rato, al tiempo que yo seguía convulsionada con ésa dulce mezcla de placer y dolor. Claro que después de aguantar largamente tan violentas embestidas, ya sentía dolor en mi pequeño
culo, sin embargo él era implacable conmigo. Cuando intentaba soltarme ó hacia algún gesto de dolor o se me escapa algún grito, me apretaba mas fuerte y me decía; ‘Quieta nena, querías probar la pija por atras ¿no es así?, Pues seguirás comiendo verga hasta que me harte, te que voy a seguir abriendo el culo ¿sabes?’ y al tiempo que me la empujaba con fuerza me decía; ‘Come verga, vamos, cómetela toda grandísima putita’, y así continuó cogiendome y eyaculando dentro de mí, no recuerdo cuantas veces.
Cuando al fin quedo satisfecho, se salió de mí, se subió los pantalones y después de darme una fuerte nalgada, me dijo; ‘Pues ahora sí nena, ya eres toda una mujer y además tienes un culito ¡delicioso!, eres muy dulce y te has portado como una nena buena, ya se notaba que eras toda una puta. Desde ahora tu culo me pertenece, para que te lo coja cada vez que yo quiera, aunque ya verás que tu solita regresarás a pedirme pija todos los días y yo estaré aquí esperándote para cogerte a diario perrita. Se retiró hacia otro cuarto y me dejó allí tendida sobre la mesa, donde permanecí por varios minutos, realmente estaba exhausta y completamente llena de leche, incluso podía sentir como escurría entre mis nalgas y corría por mis piernas, me toque el culito y pude sentir que aún lo tenía muy abierto.
Me reincorpore y me vesti rapidamente saliendo por la puerta del costado.
Llegue caminando a mi casa con gran dificultad, fui al baño para darme una ducha y al quitarme la ropa note que mi bombacha estaba muy manchada con semen y sangre, me espante un poco, pero después pensé que era lógico después de la revolcada que me acababa de meter ‘Don Braulio’ para desvirginarme el culito. Ésa noche sufrí de fiebre, incluso al día siguiente mi mamá pensó que estaba enferma, tardé varios días para recuperarme, sin embargo en todos esos días no pude apartar de mi mente lo sucedido.
Imaginaba una y otra vez la escena; empinada sobre la mesa del taller, con mis calzas abajo, mi tanga de lado y Don Braulio tras de mí, con su enorme verga penetrándome violentamente. Como deseaba volver a sentir ése enorme palo dentro de mí, era cierto lo que él me había dicho, yo misma quería regresar y pedirle que por favor me cogiera otra vez. Me excitaba mucho la idea de volver a tener su miembro en mi boca, pero ésta vez no pensaba conformarme solo con chuparselo, quería mamarsela hasta que se chorreara en mi boca y saborear su semen escurriendo entre mis labios. Pero sobre todo quería volver a tener ésa tremenda verga dentro de mí, ¡tan grande, tan gruesa, tan dura y tan deliciosa!, ¡ésa verga me había vuelto
loca!
Paso una semana, cuando volví a encontrarme con Don Braulio en la parada del colectivo, yo andaba con mi ropa habitual para ir a la facu, zapatillas deportivas, calzas y remera con buzo. Cuando lo vi en el taller no supe como reaccionaría pero él me saludo desde adentro sonriendo, como si nada hubiera sucedido, salio afuera, se acerco y paso su brazo por encima de mi hombro e intercambiamos saludos; ‘Hola Gaby como estás?’, yo le respondí que estaba bien, ‘Que bueno que estés bien, la verdad estaba un poco preocupado porque no te veía desde hace varios días’ y bajando la voz me dijo; ‘ Espero no haberte lastimado’, yo me quedé helada al oír esas palabras, no estaba fingiendo nada, me estaba hablando abiertamente de lo que había ocurrido entre nosotros, le respondí un poco nerviosa; ‘No Don Braulio, no me lastimo mucho, no se preocupe estoy muy bien, gracias por preguntar’, se quedo un ratito callado y luego de mirarme de arriba abajo, me dijo que le daba mucho gusto saber que estaba bien y acariciando mi mejilla en forma paternal se inclinó para despedirse dándome un beso en la mejilla y me susurró; ‘Espero que te haya gustado lo que hicimos, te espero cuando vuelvas en la tarde, mira que te voy a estar esperando, no faltes nena’, y al retirarse me guiñó un ojo, yo no pude evitar sonrojarme, agaché la cabeza avergonzada y mirándolo de reojo le sonreí pícaramente mientras le respondía; ‘Sí Don Braulio, gracias, aqui estaré’.
Luego llego el colectivo y me fui a la Facu, estaba totalmente emocionada, no lo podía creer, el hombre me estaba citando para cogerme otra vez, eso significaba que yo le gustaba y me quería de su puta, ¡wow! Me sentí muy halagada y muy excitada al saber que a ése señor, que era todo un hombre, de seguro me iba a sodomizar otra vez. Pero que me pasaba, estaba actuando como una chiquilina sin experiencia. Estuve toda la clase en la facu distraida, no podia apartar de mi mente lo que de seguro iba a suceder con Don Braulio. Asi que antes de llegar a destino llame a mi mamá por celular diciendole que no me esperara, que me iba a quedar mas tiempo en la facu. Una vez baje del bondi, cruce la calle y me dirigi a la puerta trasera del taller de ‘Don Braulio’, que estaba cerrado. Recuerdo la vestimenta que traia puesta, un buzo gris con capucha, una de mis remeras preferidas rosada ajustada, unas calzas de lycra que eran nuevas en ese momento, recuerdo que eran negras con un azul a los costados y mi otro par de zapatillas blancas, unas botitas converse all star. Asi que me dispuse a entrar por donde lo hicimos antes, fui por el pasillo y vi que la puerta estaba entre abierta y se veía luz, entré y allí estaba él tomándose una cerveza mientras me esperaba, cuando me vio entrar sonrió y acercándose me dijo; ‘como estas Gaby?’, me abrazó y acariciándome la cola me dijo; ‘Sabía que volverías nena, te gustó mucho mi verga, verdad?, estoy seguro que te fascinó’, entonces me giró, empezó a acariciarme las piernas por sobre mis calzas para luego seguir con mis muslos, frotándome su pene en mi trasero me dijo; ‘Mira nada más como me pones, me tienes la pija bien parada, ahora tendrás que comértela hasta que me saques toda la leche, así que prepárate putita, porque te voy a coger toda la noche’.
Me mantuvo un tiempito ahi acariciándome la cola y metiendo sus dedos entre mis nalgas para frotarme el culito por sobre la lycra, al mismo tiempo me besaba el cuello, mordisqueaba mi oreja, me besaba en la boca, la recorría con su lengua y chupaba la mía, me mordisqueaba los labios y yo solo cerraba mis ojos y me dejaba hacer todo lo que él quisiera, pues me excitaba muchísimo.
Me llevó hacia su mesa de trabajo y me recostó boca abajo levantando mi colita, se arrodilló y empezó a besarme las nalgas dándome pequeños mordiscos, jaló mis calzas hacia abajo y corrio mi tanga de lado para besarme el culito, lo lamía y
lo chupaba con fervor, introducía su lengua en mi orificio jugueteando con él y arrancándome gemidos de placer. Después se levantó, se soltó los pantalones y de sus calzoncillos liberó su miembro completamente erecto, me tomó de la cintura, me hizo abrir un poco las piernas y apuntó contra mi entrada su enorme bestia hambrienta de culo y de un solo golpe me la enterró ¡completita!, grité dolorosamente aferrándome a la mesa, pero nunca intente zafarme. Para silenciarme se inclinó y me tapo la boca con su mano, empezó a mecerse lentamente haciéndome el mete-saca y susurrándome al oído; ‘Ya nena, ya no
llores puta, es que me gusta mucho tu culito, me pone como loco y no me puedo controlar, ¡tu culo es mio! Y me encanta que seas tan puta, para meter mi pija en tu hermoso culo’, la forma en que me hablaba me excitaba mucho y me hacia sentir totalmente dominada.
Poco a poco fue acelerando hasta llevarme a un ritmo verdaderamente delirante,
cada embestida de su miembro la recibía hasta adentro de mí y podía sentir sus huevos chocando contra mis nalgas, instintivamente fui apretando mi culito en fuertes contracciones, eso lo enloqueció, el hombre gemía de placer mientras
me bombeaba a más no poder, a mí me tenía jadeando y con mi respiración muy
agitada, de pronto empezó a estremecerse, se estaba corriendo dentro de mí, me
estaba chorreando toda su leche mientras exclamaba; ‘Así, así nena, que lindo, sigue moviendo tu culito, así mami, apriétame con tu culito y sácame toda la leche, te lo voy a llenar de lechita caliente mamita, ahh, ahh, que culo tenes puta y como te la comes’.
Cuando terminó se salio de mi y me tomo del cabello para arrodillarme frente a él, tomé su enorme pene entre mis manos y lo metí en mi boca, no quería desperdiciar ni una gota de su semen y se la chupe dulcemente hasta dejársela completamente limpia. El sentir su espeso semen en mi boca me gusto mucho, su sabor me pareció deliciosamente salado y único, entre tanto él me decía; ‘Vaya que te gusta la pija putita, sos una puta golosa’. Después se acercó una silla para descansar un momento, le dio unos sorbos a su cerveza y me convido un poco, me dijo que me saque los pantalones, refiriendose a mis calzas y luego me colocó sobre él con mis piernas abiertas, me arrancó la tanga diciéndome que la conservaría como recuerdo y cogiéndome de mis nalgas me sentó sobre su miembro que ya tenía una nueva erección, yo rodie su cuello con mis brazos y comencé a encajarme lentamente en ésa gran estaca, hasta que nuevamente ¡ me la comí toda¡
Me tomo de la cintura y comenzó a subirme y bajarme lentamente, yo aún estaba
muy excitada y lo disfrutaba como loca, entonces me agarró de las nalgas y al bajarme me las abría para meterme su verga tan adentro como pudiera y cuando me levantaba las apretaba con fuerza aprisionando su enorme miembro, eso lo
excitó muchísimo y pronto me estaba dando de sentadas en su verga ¡frenéticamente¡Se volvió a correr dentro de mí con abundancia y los dos quedamos totalmente batidos de semen.
Continuó cogiendome toda la tarde y noche y en todas las posiciones que se le ocurrieron, me cogió cuanto quiso hasta que los dos quedamos exhaustos y claro hasta que volvió a dejarme el culito enrojecido, dolorido y palpitante, solo me cogio por el culo, solo por el culo ¡pero como me encantaba lo que me hacía ése hombre!. ¿Continuara?
Me gustaria recibir comentarios sobre lo que me sucedió y sus opiniones sobre porque me sucedió esto y de quien fue la "culpa". Besos Gaby.
Mi hija es una trolita! (parte 1)

Esto es algo difícil de contar. No es una noticia para la que uno este preparado. Una cosa es enterarse de que la hija de uno esta saliendo con un chico y ya haya perdido su virginidad. Para eso todos estamos preparados ya que eventualmente pasa. Pero enterarse de que tu hija es la putita del grupo, la aspiradora de leche o culito fácil, no es algo fácil de digerir.

En fin, todo empezó en el cumpleaños de 18 de Valeria. Habíamos arreglado hacer una fiesta en nuestra casa quinta. Ella invitaba a algunos amigos, mientras que mi esposa y yo nos encargábamos de los preparativos y, de paso, nos desconectábamos un poco de la agobiante rutina de la semana.

Para no estar tan solos, invitamos a una pareja amiga, Adrian y Jimena. Así fue que los cuatro salimos el día anterior para ya estar preparados y esperar a los chicos con todo listo. Todos nosotros ya estamos rondando los 40 pero nos mantenemos bien. Especialmente nuestras mujeres, mantienen unos cuerpos que cualquier adolescente querría poseer. Tanto Jimena como Gloria, mi mujer, tienen unas buenas gomas y unos cuerpos trabajadisimos en el gimnasio. Jimena es una linda rubiecita con cara inocente, pero por boca de Adrian se que detrás de esa apariencia angelical se esconde una mujer viciosa que no le hace asco a nada. Entre los dos nos divertimos contándonos las peripecias sexuales que practicamos con nuestras respectivas parejas. Es algo muy excitante saludar a la mujer de tu amigo y saber que estuvo tragando leche o recibiendo una pija por el culo todo la noche.

Los cuatro pasamos la noche anterior a la fiesta en la casa. Cenamos, nos contamos anecdotas, nos reímos y se fueron creando muchas expectativas sobre lo genial que seria el día siguiente. Todos pronosticábamos un sol radiante y pileta todo el dia.

Note como Adrián no despegaba los ojos de mi esposa, que aun vestida de entre casa seguía exhibiendo sus generosos atributos. No lo podía culpar, mi esposa, Gloria, es una increíble morocha de pelo ondulado largo con un cuerpo digno del poster central de una playboy. Debo decir que siempre me había excitado la idea de mi esposa poseída por otro hombre, sin embargo, ya sea por celos o miedo, nunca lo había comentado con ella.

Al día siguiente, nos levantamos temprano; y cada uno se puso a ayudar para los preparativos de la fiesta. Las mujeres se dedicaron a preparar ensaladas y a ordenar todo, mientras que Adrián y yo nos fuimos para el area de la parrilla y comenzamos con los preliminares del asado. En realidad tiré algunos carbones al fuego y todo el resto del tiempo nos la pasamos charlando y tomando whisky y cerveza. Asi fue que un rato mas tarde los dos estábamos bastante entonados. Supongo que esa fue la razón por la que comenzó esta charla que, ahora que la recuerdo, fue bastante perturbante:

-Asi que bueno... en cualquier momento esto se llena de pendejitas en celo – tiro Adrián de la nada como quien comenta algo sobre el clima.

Luego de que procesé esa frase, lo único que atine a decir fue:

-Ojo que estas hablando de mi hija!- la verdad que no lo dije muy convencido. Capaz porque en parte pensaba lo mismo.
-Dejemos a Valeria de lado. Las amiguitas deben estar que se parten. O me vas a decir que nunca las miraste con ojos de hombre?-
-No se... no las conozco tanto. Pero alguna que otra vez las vi cuando salen a bailar. Y un poco te doy la razon, hay varias que son muy perras.
-Ves! Ademas ya la mayoria tiene 18,no? Podemos fantasear sin cargo de conciencia.-

Después de esto me reí un poco pero me quede pensando en las amiguitas de Valeria. Adrián tenía razón, iba a estar interesante el día.

Seguimos hablando un rato mas sobre lo interesante que seria comerse a un bomboncito de 18. Siempre en el terreno de la fantasía lúdica. Pero el alcohol ya nos había pegado bastante, y tanto hablar de sexo fue preparando el caldo de cultivo para lo que paso despues. Pero no me quiero adelatar a la historia.

Un rato antes del mediodia llegaron los chicos. Venían en dos autos. Serian unos cinco chicos y cuatro chicas. Entre ellos estaban mi hija y el novio. Ya todos venían en malla. Fuimos a recibirlos. Valeria bajó del auto y ni bien me vio, vino hacia mi corriendo y salto para abrazarme.

-Hola papi! Llegamos! Ya quiero meterme en la pile.-
-Feliz cumple Vale. Estamos terminando de preparar todo, ustedes ponganse cómodos.-

La verdad que tener el sensual cuerpo de mi hija pegado al mio me estaba excitando. Por lo que la aparté rápidamente y seguí saludando a la gente. Mientras saludaba, fui chequeando a las amigas de Vale. Adrián tenia razón, estaba una mas putita que la otra. Todas vestian micro bikinis que dejaban poco a la imaginación. Además sus cuerpos eran esculturales. Esas preciosas tetas adolescentes parecían querer escapar de sus bikinis en cualquier momento y los culitos eran salidos de un concurso de Reef.

Se ve que Adrián había notado lo mismo que yo, pero el muy degenerado no se quedaba solo con ver. Aprovechaba cada saludo para abrazar a las chicas de modo que se apoyaba en esas hermosas tetas y de vez en cuando deslizaba la mano rozando algun culito. Realmente pensé que en algun momento alguna iba a decir algo ya que era muy alevoso. Sin embargo todas se dejaron tocar sin problemas.

Los chicos rápidamente se metieron al agua y nosotros fuimos a nuestro lugar cerca de la parrilla.

-Hijo de puta! No podes tocar asi a esas pendejas. Mira si se sacaban y decían algo.-
-Que van a decir?! Si a esas trolas les gusta mas la pija que comer pollo con las manos.-

Adrián estaba excitadisimo.

-Bueno Mr. Degenerado. Hace lo que quieras, pero que tu mujer no vea la erección que tenes poruqe no quiero tener problemas en el día del cumpleaños de mi hija.-

Dije esto y Adrián se rio mientras se agarraba el trozo por encima del pantalón. Yo no pude hacer otra cosa que reirme también. Estaba hecho un idiota.

Seguimos un rato mas en la parrilla vigilando la carne, tanto la del asado como la de las chicas en la pileta. Asi fue que en un momento, dos pendejas salen de la pileta y comenzaron a caminar hacia nosotros. Las dos tenían un andar bastante gatuno y sus pechos se balanceaban con cada paso. Una era una pelirroja de ojos verdes que partia la tierra y la otra una rubiecita de pelo corto, no tan vuluptosa como su amiga pero se notaba que tenia el mejor culo de todas las del grupo. Cuando finalmente llegaron, la pelirroja, con una sonrisa picarona dijo:

-Hola chicos! Falta mucho para comer? Estamos muriendo de hambre-
-Mmmm... estamos en eso.. le falta un poco.- dije yo, con mi mejor cara de poker

Pero Adrian agrego:
-Igual les podemos ir cortando un pedacito. Veni. Decime que queres.- le dijo a la rubiecita y se coloco estratégicamente detras de ella dándole paso para que vea la parrilla pero a la vez aprovecho para quedarse apoyando ese perfecto culito enfundado en una bikini negra.

Sorprendentemente la chica no pareció perturbarse, sino que todo lo contrario, note como acomodo su colita para que Adrián la apoye mejor mientras miraban el asado.

Instantáneamente, la pelirroja al ver a su amiga en acción y tal vez por ese instinto de competencia innato que tienen las mujeres, dijo:

-A ver. Yo también quiero algo.-

Al decir esto se acerco a la parrilla, con la diferencia de que quedo detrás mio de modo que cuando se inclinaba para ver mejor, me apoyaba su tremendo par de tetas con total descaro en la espalda. Era una sensacion exquisita sentir esa piel suave y caliente rosándome. Me provocó una erección inmediata.

Las chicas se tomaron todo el tiempo del mundo para elegir. Mientras nosotros dos disfrutabamos de la situación. Finalmente se decidieron por un sanguchito de chorizo que comieron ahi mismo mientras charlaban con nosotros. Nos decían que estaban riqusimos, que eramos los mejores asadores, etc. Estaban muy amigables.

Finalmente terminaron de comer lo que les habíamos dado. En ese momento, la rubia, que se llamaba Jazmin, le dijo a su amiga:

-Jessy. Te quedo un poquito sucio el labio. Veni!

No terminaba de decir eso y ya la pelirroja, Jessy, estaba en frente suyo y Jazmin le planto un beso profundo y humedo en esos carnosos labios. De mas esta decir, que mientras duro esta escena Adrián y yo estábamos a mil. No podíamos cree lo perras que eran las chicas. Nuestras cabezas no lograban procesar semejante cosa.

Unos segundos después, las chcias terminaron de besarse y con una mirada sensual se alejaron, regalándonos una espectacular vista de esas colas meneándose mientras caminaban.

Nuestras mentes en estaban en otra cosa, pero de alguna manera logras terminar el asado. Servimos todo y los jovenes comieron por un lado y nosotros con nuestras esposas por otro. Esto nos hizo olvidar un poco lo que estuvimos viviendo un rato antes pero no del todo, claramente era algo imposible de olvidar.

Luego de una pequeña sobremesa y cuando ya todo el almuerzo había terminado, Gloria dijo:

-Bueno, chicos. Jime y yo los dejamos que nos vamos a lavar los platos y después una siestita. Te parece Jime?-
-Dale vamos. Me esta agarrando un sueñito.- respondió Jimena haciendo un gesto de cansancio
-Vayan chicas. Con Adrián nos vamos a dar una vuelta por afuera. Fumar un puchito.- dije yo

Las mujeres se fueron hacia la casa mientras que Adrián y yo salimos a caminar por las tranquilas calle de tierra del barrio. Obviamente la conversación se dirijio al tema que mas nos preocupaba.

-Muy putas Jasmin y Jessy! Te juro que estuve a punto de no controlarme cuando estaba apoyando ese culito- me confeso Adrián casi con desesperación
-Si. Tremendas. Te digo que cuando empezaste a decir lo putitas que estaban las minas de esa edad no te creia. Pero despues de lo que vi, las creo capaces de cualquier cosa.-
-Y que vamos a hacer?-
-Como “que vamos a hacer?”- dije yo sin entender muy bien a lo que iba la pregunta de Adrian
-Claro. Hay que recontra cogerlas. No las vamos a dejar asi.- me contesto como si fuese lo mas normal del mundo
-Estas loco?! Aca? En el con nuestras esposas dando vueltas y mi hija?-
-Roberto. Amigo. Estas cosas se dan pocas veces en la vida. Cuando fue la ultima vez que una pendejita de 18 años con ese orto y esas gomas te tiro onda? No lo podemos dejar pasar. Algo se me va a ocurrir. Confia en mi!-
-mmmm... no se.- respondí incredulo

La charla siguió por esa rama pero no llegamos a nada concreto, simplemente nos hacíamos la cabeza con la posibilidad de comernos a esos dos carocitos de 18 años.

Luego de un rato de caminata, volvimos a la casa quinta. El terreno de la casa era muy grande y con varias entradas. En este caso entramos por una que no era la principal ya que nos quedaba mas cómodo. Cerca de esta entrada se encuentra un cuarto de herramientas que quedaba bastante alejado del resto de las construcciones de la quinta. Al pasar a unos metros de este cuartito, con Adrian escuchamos algunas voces murmurando y gemidos que venían de atrás del cuartito. Nos miramos con cara de duda, y, deseosos de resolver el misterio que se ocultaba del otro lado, nos fuimos acercando sigilosamente.

La imagen que vi al espiar por la esquina de la pared, me dejo helado. Mi hijita, Valeria, estaba en bolas cabalgando la pija de uno de sus amigos mientras que se las mamaba a dos que estaban frente a ella. Mi primer impulso fue saltar y cagar a piñas a todos. Pero Adrián me calmó:

-Para para.. que vas a hacer loco?! Lo único que vas a lograr es armar un quilombo de la puta madre y no vas a solucionar nada.
-No lo puedo creer. Mi angelito. Mirala! Como una puta enfiestada por tres flacos.-
-Que le vas a hacer. Debimos imaginarlo. Visto lo que eran las amigas. Porque ella iba a ser diferente?- me decia Adrián como para darle algo de lógica a la situación
-Pero es mi hija! No la puedo ver asi.-
-Igual... no parece que la este pasando mal. Relajate. Sugiero que nos quedemos aca para asegurarnos de que no le pase nada malo.- el tono de malicia en la voz de Adrián era evidente. Pero no supe que decir y me quede junto a el mirando la escena.

Mi hija seguia montando esa verga mientras que alternadamente mamaba las dos pijas que tenia en frente. Era toda una experta. Movia su cinturita de una manera extremadamente erotica haciendo que la pija se entierre cada vez mejor. Sus tetas, bastante grandes pero bien ubicadas, se balanceaban ritmicamente. Entre sus perfectos y carnosos labios, desaparecian los gruesos trozos de carne de sus amigos. Uno de los flacos que tomaba una cerveza mientras recibia la mamada de Vale, en un momento jugaba a apoyar la lata de cerveza en su cabecita. El y su compañero se reian al ver humillada a mi princesa de esa manera.

Mire a mi lado y vi que Adrian se tocaba la pija por encima del pantalon. Tenia una tremenda erección. Al darse cuenta que lo estaba mirando, me dijo:

-Perdón Robert. Es mas fuerte que yo...- me dijo con culpa

En ese momento tome conciencia y note que yo tambien tenia una importante erección. Evidentemente la imagen de una jovencita siendo cogida por tres hombres despertaba en mi una tremenda calentura, aunque esa jovencita fuese mi hija.

Volví a poner atención en la situación y ahora había cambiado. Vale seguía montando a uno de los flacos en el piso, solo que ahora estaban enfrentados cara a cara, dándonos una espectacular vista de ese redondo y duro culito. Seguía chupando una pija, pero uno de los jóvenes había encontrado otra posibilidad. Evidentemente atraído por el perfecto culito de mi hija, comenzo a jugar con su ano. Le iba introduciendo dedos y lo lubricaba. Valeria no se oponia en lo mas minimo, todo lo contrario, relajaba su estrecho anito para facilitar la entrada de los dedos. En determinado momento se posiciono con su pija dura como un mastil en el culito de Vale y la penetro sin mas preámbulos. Vale pego unos grititos al principio pero estos luego fueron reemplazados por gemidos que denotaban un placer extremo.

Mi angelito estaba siendo cogida por todos sus agujeros y le encantaba. Y yo, su padre, disfrutaba con la situación. Era perturbador.

Unos momentos mas tarde, decidieron dar por terminada la orgia con Vale y la hicieron arrodillarse. Uno a uno fueron pasando sus pijas por la boquita de mi hija y acabaron en su cara, sus pechos y su pelo. Era extremandamente erotica la imagen de mi dulce hijita prostituida por todo ese espeso y blanco semen. Por la sonrisa en su carita, lo habia disfrutado en grande.

Con Adrian dimos por finalizada nuestra sesión de Vouyerismo y nos retiramos sigilosamente.

El primero en hablar fui yo:

-Y bueno. Termino siendo una putita. Que se le va a hacer.-
-Y si.. cosas que pasan Robert. Por lo menos es bastante buena en lo que hace, no te parece?-
-Jajjaja... que hijo de puta.. Si, estoy orgulloso de mi hijita.

Me era mas fácil aceptar que Vale era una trolita y que me calentaba de sobre manera, que luchar contra ese sentimiento.

Seguimos caminando. Y cuando estábamos llegando a la casa principal, escuchamos nuevamente voces y algunos gemidos que venian de atrás de la casa. Yo pense que se me había arruinado la cabeza y que estaba delirando, pero mire a Adrian y el también tenia cara de incrédulo. Me dijo:

-No me digas! Un Deja vu??-
-Jajaja... seran las amiguitas de Vale? Te digo que si son. Me prendo de una.- afirme

Al igual que antes, nos fuimos acercando de a poco. Estábamos confiados de que por lo vivido, nada nos podía sorprender. Pero el universo esta lleno de sorpresas, y esta fue una de ellas.

Eran nuestras esposas, Jimena y Gloria, en plena faena. A Adrian se le puso la cara blanca como la nieve cuando vio a Jimena en cuatro patas siendo culeada salvajemente por uno de los jovenes que habia venido a la fiesta. Creo que era la pija mas grande y gruesa que vi en mi vida, y estaba entrando entera en el dilatado ano de la esposa de mi amigo. Gloria no paraba de gemir con cada embestida que recibia. Evidentemente le dolia, pero lo disfrutaba a la vez.

Mientras tanto, mi mujer, estaba arrodillada frente a otro flaco. Le vi un poco la cara y reconoci que era el novio de Valeria. No podia creer lo trola de mi esposa de estar con el novio de mi hija. Y encima le estaba dando una tremenda mamada. Chupaba esa pija como si fuese la ultima pija en el mundo. La tragaba hasta los huevos y jugaba con su lengua. La recorría lentamente y la volvia a tragar. Era una experta. Yo lo sabia por experiencia propia, pero hacia mucho que no me la chupaba con esas ansias. Hilos de saliva mezclada con liquido preseminal chorreaban de su boca por la barbilla y caían en sus exhuberantes pechos.

Luego de unos minutos de mirar la escena, le di una palmadita en la espalda a mi amigo y le dije con un tono fraternal:

-Vamos... ya fue. Son todas asi.-

Y nos fuimos alejando. Yo, después de ver a mi hija, ya estaba inmunizado. Pero Adrián estuvo un rato largo callado y pensando. Hasta que escuchamos unas dulces voces a nuestras espaldas:

-Hey chicos! No nos pasan un poco de bronceador en la espalda?!-

Eran nuestras amigas, Jasmin y Jessy, que se disponían a tomar un poco de sol. Con Adrián nos miramos y una sonrisa de oreja a oreja se dibujo en nuestras caras. Pero eso queda para la segunda parte.... 

Mi hija es una trolita! (parte 2)

Y ahí estaban estas dos perfectas jovencitas pidiéndonos que les pasemos bronceador. Por sus miradas sugerentes y lascivas, era claro que no había nada de inocente en su pedido. Era imposible contemplar la carita angelical de Jazmín y no notar el contraste con su tremendo cuerpo apenas ocultado el bikini negro. Como ya había comentado antes, esta joven tenia el culo mas perfecto que jamas haya visto en mi vida. Y Jessy no se le quedaba atrás, ese característico toque atrevido y juguetón de todas las pelirrojas era acompañado perfectamente por un exuberante cuerpo. Sus enormes pechos parecían querer escapar del bikini todo el tiempo, mientras que la tanguita desaparecía completamente en esa hermosa cola.

-Vengan chicos, estamos tomando sol en las reposeras de allá- dijo Jessy mientras caminaban hacia unas reposeras ubicadas cerca de unos arboles del fondo.

En el camino que nos separaban de las reposeras, las dos chicas se encargaron de menear sus culitos de una manera tan obvia que por un momento creí que iba a tener que sujetar a Adrián para que no salte como un animal sobre ellas. Podía notar en su mirada que ya no le importaba nada y que ni bien tuviese oportunidad la iba a aprovechar. Este pensamiento me hizo dar cuenta de que yo también estaba al palo y que no iba a dudar un segundo en cogerme a cualquiera de esas dos bellezas.

Cada una se acostó en su respectiva reposera, de esas bien amplias para tomar sol. Como estaban boca abajo, sus colitas quedaron bien en pompa para nuestro deleite.

-Y chicos? Vamos! El bronceador. O se van a quedar mirando como idiotas?- nos apuro Jazmín con un tonito burlón
-No me lo tenes que pedir dos veces- contesto Adrián mientras se acercaba y sentaba a lado de Jazmín

Yo lo imite y me senté a lado de Jessy. Sin perder tiempo, comencé a desparramar bronceador por la esbelta espalda de la pelirroja.

-Porque no me desabrochas el bikini Robert? Así me quemo pareja- sugirió Jessy

Obviamente le hice caso y desabroche ese bikini. Podía notar como los exuberantes pechos de la la joven sobresalían aplastados por su propio peso. Yo a estaba teniendo una tremenda erección con semejantes imágenes.

Masajeaba esa hermosa espalda de todas las formas posibles hasta que me anime y comencé a bajar cada vez mas. Cada tanto acariciaba esa durita cola entangada. Bajaba por las piernas y luego volvía a subir acariciando cada vez mas la zona de la entre pierna. Previsiblemente Jessy no se molestaba con esto, sino que todo lo contrario, ponía su culito cada vez mas en pompa incitandome a seguir.

Mientras estaba con este manoseo consentido, escuche unos leves gemidos que venían de atrás. Me di vuelta y veo que Adrián había corrido la tanguita de Jazmín y estaba tocando su conchita. Los dedos de mi amigo se deslizan por toda esa perfecta almejita rosada; cada tanto los metía mas adentro haciendo que la chica suspire de placer. Luego de unos segundos, cuando esa conchita estaba a punto carmelo, mi amigo bajo y comenzó a hacerle sexo oral. Podia ver la cabeza de mi amigo enterrada en esa rajita saboreando los jugos de la adolescente. Eso termino de ponerme al palo totalmente.

De repente siento la mano de Jessy que empieza a tocar mi inocultable erección. La miro y me devuelve una mirada gatuna, irresistible con esos ojos verdes. Lo siguiente que supe, fue que la pelirroja me estaba dando una de las mejores mamadas que recibí en la vida. Su boquita era como una sopapa. Se deslizaba por toda mi pija , jugaba con la cabeza y volvía a tragarla toda. Mientras tanto mis dedos se deslizaban dentro de la ya totalmente mojada conchita.

Mientras Jessy me chupaba la pija como si fuese un helado en el medio del Zara, vuelvo a mirar a mi amigo. Ahora la rubia estaba en cuatro y Adrián detrás de ella dándole una buena cogida. Por un momento envidie la vista privilegiada que tenia mi amigo del culito de Jazmín. Por las expresiones en la cara de la joven, se veia que disfrutaba a lo loco. Esas redondas y duras tetas se movian con cada embestida de un lado a otro. Adrián se estaba dando todo un gusto cogiendo a este carocito de 18 años.

Podría haberme quedado todo el día disfrutando de la mamada de Jessy. Su mata de pelo colorado subiendo y bajando de mi pelvis era preciosa. Pero también quería probar su almejita. Así que me acosté e hice que me empiece a montar. Disfrute cada segundo de mi pija penetrando esos apretados labios. Sus tetas, de un tamaño imposible, subían y bajaban acompañando el movimiento. Mis manos no daban abasto para tocarlas.

De repente escucho decir a Adrián:
-Ahora por la cola putita!-

Gire mi cabeza y pude ver el exacto segundo en el que mi amigo ponía la inflamada cabeza en la entrada del culito de la rubia y de un golpe la metía hasta el fondo. Jazmín pego un profundo gemido. Adrián la dejo adentro unos segundos y luego comenzó el bombeo constante. Sus huevos chocaban contra las nalguitas de la joven. Estaba como poseido, cada vez que le enterraba la pija, parecía querer partirla en dos. Pero a la rubia parecia no importarle y lo incitaba a que la coja más. La escena era muy excitante e hizo que me ponga mas duro todavía. Me di cuenta que Jessy también se estaba excitando ya que comenzó a cogerme mas fuerte. Fue ahí que le dije:

-Queres darle unos besitos a tu amiga?-
-Quiero que me rompas el culo ahora!-me contesto, sacada

Nunca había visto dos minas tan sedientas de pija en mi vida. Tal vez las calentaba cogerse al padre de la cumpleañera y al amigo. No se. No me importaba. Agarre a Jessy y le lleve hasta donde estaba los otros dos cogiendo. Inmediatamente se puso frente a Jazmin y comenzó a besarla obscenamente. Le metía la lengua hasta la garganta. Mientras tanto yo jugaba metiendo algunos dedos en su culito. Cuando estuvo bien lubricado comence a penetrarlo de a poco. Con cada centímetro que la enterraba, su esfinter luchaba por tratar de adaptarse al grosor de mi pija. Me encantaba esa sensación e hice que dure todo lo posible antes de empezar el bombeo constante.

Así fue que durante un rato estuvimos los dos culeandonos a estas jovencitas que recién cumplían los 18 mientras ellas se comían la boca en un apasionado beso.

Me hubiese gustado quedarme penetrando ese apretado anito adolescente por mas tiempo, pero tanto Adrián como yo estallábamos de leche. Así que en un movimiento hicimos que las dos chicas se arrodillen juntitas con las bocas abiertas para recibir nuestras descargas. No tardamos mucho en acabar en esas caritas angelicales. Alternadamente un chorro mio y uno de Adrián volaban y caían en las frentes, cachetes y boca de las chicas. Ellas recibían con mucho placer cada gota de nuestro espeso y caliente semen. Era hermoso ver esas dos caritas tan hermosas, frescas y juveniles pervertidas por nuestras acabadas. Una vez terminada la descarga, las chicas decidieron darnos un ultimo showcito y empezaron a besarse y lamer la leche que cada una tenia en su carita. Se pasaban de boca en boca el espeso semen. Eran una delicia ver a estas dos nenitas jugando. Finalmente, cada una se trago una buena carga y nos miraron con cara de putitas satisfechas.

-Gracias chicos!- nos dijieron al unisono mientras se iban tomadas de la mano

Mire a Adrián pero no dije nada. Las sonrisas en nuestras caras eran suficiente. No podiamos creer que nos habíamos cogido a las amiguitas de mi hija.

-Che.Vamos a la pileta un rato?- sugerí
-Dale. Estoy todo transpirado y lleno de jugo de pendeja.-me contesto Adrián riendo

Nos tiramos a la pileta, una de esas con forma de riñon, y estuvimos boludeando un rato. Nos metimos totalmente en bolas. Hablamos de lo putitas que eran las pendejas y de que había que repetirlo alguna vez. Mientras estábamos en eso escuchamos un chapuzón. Nos dimos vuelta y era Vale, mi hija. Estaba hecha una diosa con esa micro bikini azul que apenas sujetaba sus enormes pechos y desaparecía entre sus perfectas nalgas. Su largo pelo negro,mojado, le llegaba hasta la mitad de la espalda. No podía creer que semejante hermosura pudiera ser descendencia mía (como verán no soy muy engreído).

-Les molesta que los acompañe?- nos dijo, mientras una sonrisa picarezca se le dibujaba en la cara
-Claro que no hija. Como nos va a molestar? Después de todo es tu cumple, podes hacer lo que quieras. Pero pasanos nuestras mallas que nos vestimos.- le conteste medio risueño
-No hay problema papi. Estamos en familia. Y Adrián es casi como un tío para mi.-
-Como quieras bebe-

Por la mirada en su cara, me dio la idea de que había visto algo de la orgía que tuvimos con sus amiguitas. Me tranquilizo que se lo tome de esa manera. Nuestras caras probablemente también denotaban algo, ya que ni a Adrián ni a mi se nos borraba la imagen de Vale enfiestada por sus tres amigos. Supongo que ella también sospechaba algo de eso.

Vale nadó hasta donde estábamos nosotros y de un movimiento se saco el bikini azul. Esas tremendas tetas quedaron liberadas. Eran perfectas, bastante grandes pero se mantenian juntitas y duras. Sus pequeños pesones marrones apuntaban al cielo. Debió haber notado nuestras miradas clavadas en sus preciosas tetas porque nos dijo:

-Que pasa? Ustedes pueden estar en bolas y yo no? Me parece un poco injusto.- dijo riéndose
-No. Para nada Vale. Solo que no me lo esperaba. Estas grandecita. Pensar que yo te tuve en mis brazos cuando eras bebe. - le contesto Adrián
-Bueno Adri. Todavía me podes tener en tus brazos si queres.-

Mientras decía esto ultimo, Vale fue hasta donde estaba Adrián y de un salto se le subió encima. Era como una nena jugando con su tío. Solo que esta nena tenia un tremendo cuerpo y refregaba sus enormes tetas contra el pecho de mi amigo. Pude ver la erección de Adrián bajo el agua. Él aprovechaba para meter mano en ese perfecto culo. Y yo no me quedaba atrás. Ver a la trolita de mi hija en accion me calentaba de sobremanera, por lo que me acerque a donde estaban ellos.

En un determinado momento, se separo un poco de Adrián, agarro con cada mano nuestras vergas y dijo:

-Me parece que hay que hacer algo con esto. No?- decía mientras nos pajeaba lentamente bajo el agua.
-Y que sugerís preciosa?- dijo Adrián
-Mmmm... no se... Pero saben que puedo aguantar mucho la respiración bajo el agua?-
-No se. Cuanto es mucho para vos?- le dije yo con un tono desafiante
-Bastante. Pero se los puedo probar si quieren.-

Mi hija desapareció bajo el agua y, como era de esperarse, comenzó a darle una mamada subacuática a Adrián mientras me seguía pajeando. Mi amigo tenia los ojos en blanco de placer.

-Es buena tu nena.- me dijo con una voz entre cortada
-Disfrutala amigo-

Un segundos después, salio a la superficie y dijo:

-Vieron. Casi un minuto!-
-Me parece que podes aguantar mas. Deberías probar de vuelta mi amor- le dije con tono paternal
-Obvio.- me contesto con un desafiante tonito adolescente

Volvió a sumergirse, solo que esta vez ataco a mi verga. Era exquisito sentir esa boca recorriendo toda mi pija. Mi hija había salido tan experta en el asunto como la madre. Jugaba con mi glande y huevos. Todo bajo el agua. Fue una experiencia sensacional mientras duro.

-Y? que tal?- pregunto cuando volvió a salir a la superficie
-Genial linda. Sos muy buena. Pero me parece que el tío Adrián se quedo con ganas de mas.- mientras le decia esto, le acariciaba sus exuberantes pechos.
-Queres mas tío?- le pregunto con una carita de gatita viciosa
-Pero claro que si mi amor. Pero esta vez quiero verte la carita.-

Adrián se sentó en la escalerita de la pileta de modo que quedaba su pija al aire pero sus piernas en el agua. Vale entendió lo que tenia que hacer y se arrodillo frente a él para darle una espectacular mamada. Se tragaba enteros los 25 centímetros de mi amigo. Mientras tragaba el trozo de Adrián, yo podía ver su hermoso culito entangado bajo el agua. Me acerque y apoye mi erecto miembro entre esas nalguitas deliciosas. De a poco le fui bajando su tanguita azul y comence a entrar en la conchita de mi hija. Era deliciosa. Empece a bombearla y ella me acompañaba con gemidos, eran unos gemidos apagados ya que el pedazo de Adrián le ocupaba toda la boca.

-Te gusta mi amor? Te gusta la pija de papi?- le decia mientras entraba y salia de esa hermosa conchita adolescente.
-Me encanta papi. Cogeme mas.- me decia entre gemidos
-Queres que te coja el tio Adrián ahora?-
-Siii.. por favor!!- me imploro mi hija

La agarre y guié para que se siente en la pija de mi amigo que ya estaba extremadamente dura y con la cabeza inflamada de la calentura. Se sentó en ese pedazo de carne quedando cara a cara con Adrián y empezo a cabalgarlo. La conchita de Vale se ajustaba como un guante a esa pija. Yo empecé a jugar con su anito metiendo uno o dos dedos.

-Queres que papi te rompa el culo Vale?-
-Si. Ya! Quiero tener dos pijas adentro mio. Cogeme papi!- decia Vale entre gemidos

De un saque clave es hermoso culito. Al principio presento un poco de resistencia, pero después trago todo mi pedazo sin problemas. Me agarre de esas dulces y duras nalguitas con mis manos y comencé el mete y saca. No se si fue porque era el culito de mi hija o que, pero me pareció el mejor culo que hice en mi vida. Mi pija estaba que estallaba de dura. Edemas, el hecho de ver la pija de mi amigo entrando y saliendo de su conchita a la vez que este le manoseaba las tetas y yo le hacia el orto, convertían esta situación en lo mas excitante que me haya pasado.

Luego de un rato de esta doble penetración. Decidimos dar por finalizado el asunto y sentamos a Vale en el borde de la pileta. Le presentamos nuestras pijas frente a su carita, que estaba sonrojada de tanto sexo pero seguía manteniendo esa dulzura adolescente, y comenzó a mamarlas alternadamente. Las chupaba con esas ansias tremendas de querer sacar hasta la ultima gota de leche. El primero en acabar fue Adrián. La sujeto de la nuca y sosteniéndose la pija, acabo íntegramente adentro de la boquita de mi hija. Vale jugaba con el semen en su boca, estaba esperando que yo también acabe. Y le di el gusto, al igual que Adrián, deposite todo en la boquita de mi hija. Se podía ver la buena cantidad de semen flotando y como Vale jugaba con su lengua. Después de unos momentos de regalarnos esa linda imagen, cerro su boquita, y, como quien traga un remedio, ella se trago toda la leche y nos miro con cara de satisfacción.

-Gracias chicos! Me dio un poco de envidia ver como se cogían a mis amigas. Pero con esto lo compensaron- dijo mientras sonreía y se alejaba caminando

Con Adrián nos quedamos mirándonos con cara de extrema felicidad pero mezclada con una gran confusión. Había sido un día muy loco. No solo nos habíamos cogido pendejas hermosas de 18 años , incluida mi hija, sino que además habíamos visto a nuestras esposas cagarnos con otros tipos. Eran muchas cosas. Pero había salido todo genial y haríamos todo lo posible para que se repita.