PUTITA

Era sábado, y era el cumpleaños de uno de los machito que más me había cogido y que gracias a el tengo este cuerpito de tremenda putita insaciable. Ariel fue el primero en darse cuenta de que detrás de una nena inocente se escondía una putita con ganas de todo, y lo aprovechó muy bien porque me cogió de todas las formas posibles.
Decidí ir a saludarlo a la tardecita, llevaba puesto un vestido al cuerpo ajustado en los muslos de color azul que resalta profundamente mis ojos claros y una tanguita blanca que era como no tener nada debajo. Cuando llegué estaba en compañía de su familia, era una tarde soleada y se estaba por convertir en una hermosa noche.
Salude al homenajeado queriendo agarrarlo en el patio y darle una buena chapada tal como me encantaba hacerlo pero tuve que contenerme. Saludé uno por uno a los presentes, cuando me acerque a Fernando me dio un beso con una sonrisa irónica que me generaba una sensación muy rara, sabía que su mirada recorría cada parte de mi cuerpo y que solo me quería para coger, lo sé porque siempre me tuvo ganas, Ariel siempre me jodía con él y a mi me generaba un terrible rechazo.
Fernando era el mejor amigo de Ariel, que en realidad no se parecían en nada respecto a su forma de ser, pero eran amigos de chicos, ya que Fernando era tipo que estaba alcanzado los 30, que se vestía muy rocho y era muy mal hablado, además se notaba que andaba consumiendo cosas raras, vivía con olor a vino o a cerveza y eso lo había hecho envejecer todavía más, encima de cara no andaba muy bien, era el clásico chabón que si te lo cruzabas por la calle seguro te cruzabas de vereda, y yo estaba segura que el sabia todo de mi por parte de Ariel, y eso me hacia poner incómoda.
En el extremo se encontraba sentado su tío, un hombre ya grande que parecía muy serio y correcto, pero yo había observado como miraba mi culo cada vez que me levantaba. Para ser un tipo de su edad la cara de paja que tenía lo dejaba en evidencia.
Estaban todo sentados afuera en la suya, charlando y riéndose, en un momento entre un segundo para servirme algo de tomar cuando siento que su tío había ingresado en la cocina.
Se quedó parado en el aparador mirándome de arriba abajo, cuando quise darme vuelta siento que había avanzado unos pasos detrás mío y que una mano recorría mi culo.
Yo: Se le perdió algo?
Tio: Tengo ganas de perder algo entre este culito….
Mmmmmmmmmm un gemido se me escapó de los labios cuando sentí que sus dedos subían lentamente mi vestido dejándome con la mitad del culo al aire frente la bacha de la cocina. Comenzó a hurgar con sus dedos por mi culo mientras me decía en el oido:
Tio: Shhhhhhh calladitaaa pendejaa …
Me corrio la tanguita y con un golpe seco me clavo los dedos en la concha.
Yo:Ahhhhhhhhhhhhhhhhh
Tio: (apretandome el culo) Cerra la boca hija de puta! Mmmmmmm que mojada estas pendejaaaaa
Sentia sus dedos entrar y salir de mi conchita mientras me sostenía como podía a los movimientos de ese tipo que era un bruto y desalmado, me golpeaba una y otra vez la concha contra la madera y jadeaba como animal en mi oído.
Tio: mmmmmm las ganas que te tenia!!! Tenes un culo para cogerte sin descanso!
Ahhhhhhhhhahhhhhhhhhhhhhhhhhh sentía su mano chocando en mis muslos y los murmullos proveniente de afuera me hacían excitar más sabiendo que podían entrar y verme entregada a aquel tipo. Me agarro el vestido y me lo bajo, me lo acomodó así nomás, mientras me apretaba de la mano para guiarme la puerta del baño. No demoré un segundo, lo empujé adentro y cerrando la puerta me agache frente a su pija para devorársela. Lance aire caliente en la puntita y la apreté para sacar el pre seminal que se escondía, abrí el agujerito y metí la lengua escarbando.
Tio: uuuufffffff metetelaaa todaaaaaa
Despiadadamente lamí de arriba abajo envolvía la lengua escupía saliva envolviendo sus huevos, le dedicaba una paja en la puntita mientras sus huevos se movían en mi boca sintiendo la leche flotar en ellos. Jadeaba más y más, y yo sintiendo como movia sus caderas queriendo hundirme su pija en la garganta, no me aguanté y abrí la boca sacando la lengua la golpeo fuerte. La aprisiono entre la lengua y el paladar, la sacaba de mi boca y la refregaba por toda mi cara, me llevaba la pija a los pechos y volvía a introducírmela, succionaba constante y largo, juntaba saliva y me la tragaba sentía como se perdía en mi boca y sus huevos chocaban mi pera. Movía mi cabeza como desquiciada, chupaba la cabecita sin parar, dejando caer hilos de saliva. Con la mano apretaba sus huevos los pasaba de mano en mano, lo apretaba del culo empujándolo hacia mí para que me entrara aún más. En cada chupada subía y bajaba mi culito con mi delgada tanguita.
Tio: Ayyyyyyy que buenaaaa estaaaas!!!!!!!!! uuuuffffffff siiiiiiii que ricoooooo!!!!
Mande un dedo dentro de mi conchita, resbalo hacia las paredes me encontraba sumamente mojada por estar chupándosela a ese viejo, lleve mi dedo hacia sus labios para que lo recogiera con su boca. Ahora cuando lo besen iban a sentir el gusto a la puta que se la estaba mamando.
Mirándolo a los ojos me mordí los labios y volví a introducirlo pero esta vez dejándolo un buen rato en el fondo mientras succionaba con los labios la vena que se desfiguraba en ese pedazo de verga.
Tio: ayyyyyyyyyyyy siiiiiiiiiiiiii mmmmmmmmmmm te acaboooooooo hija de putaaaaaaaaa.
Estire mi cuello hacia atrás y apuntando su pija en mi garganta sentí como me ahogaba en un chorro caliente de crema que desbordaba mis labios. Sacudía su pija en mi boca chocando mis mejillas, seguía succionando y escarbando el agujerito degustando ese líquido agrio que me quemaba. Se notaba que estaba demasiado caliente por toda la leche que había acabado en tan poco tiempo.
Guardó su pija un poco adolorida de la calentura en el slip, se quedó dos segundos apretándome el culo, mientras yo me miraba en el espejo si tenía alguna gota de leche en la cara o si se me había despeinado. El antes de salir me dice:
Tío: En la próxima te parto este culito en dos hermosa….
Lo miré por el espejo y salió del baño. En ese momento me agarró un poco de miedo el pensar que justo aparecería alguien y vería que los dos estábamos en el baño pero por suerte no pasó nada asi que me relajé y mi calentura volvió a estar a pleno.
Uuffffffffffff que rico peteeeeee aunque me calentaba muchísimo ser tan petera no había nada mejor que una pija en mi conchita para sacar lo perra que había en mi….
Me arreglé un poco y subí a la habitación de Ariel, quería esperarlo solamente en tanguita en su cama… arrime la puerta y al costado saque mi vestido dejándolo tirado en el suelo, continúe unos pasos más adelante y me desprendí del corpiño. En su cama se sentía el olor de su piel que tanto me excitaba, en cuatro fui subiendo a la cama apoyando mi cara a su almohada mientras que levantando el culito me introduje dos dedos en la conchita….mmmmmmmmmmmmmm que placeeeeer mi piel se dilataba emanando calor para recibir esos dedos desesperados por encontrar alivio. Contorneaba mi culo al ritmo de mis dedos, estire el más largo hasta mi orto y aplicando presion me lo coleee
ahhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!! mmmmmmmmmmm como me gustaaaa que me coleeen el culoooooo!!!!!!!!
Mi clitoris estaba que explotaba me doblaba del dolor!!!!!!
Asi que agarré el celu y le mandé un mensaje a Ariel
Yo: Ari.. Te estoy esperando en tu pieza para darte tu regalito
Al rato siento el chillido de la puerta, me doy vuelta rápidamente y lo veo a Fernando parado detrás de mí, observando mi culo como si fuera un pedazo de carne para comérselo. Intento levantarme pero me tomó de los tobillos y me inmovilizó en la cama.
Fernando: Uuufffffff sabia que ibas a estar asi de regaladita en la cama …..
Yo: Que haces acá?
Fernando: (tirando el celular a la cama) Ariel me dio el celular para que se lo tenga un rato y vine a ver que regalito tenias para el.. ( con una sonrisa de placer tremenda)
Yo: Hay mucha gente, se pueden dar cuenta que no estamos!
Fernando: Te pensas que alguien se dio cuenta que te encerraste en el baño con ese viejo sucio?
Yo: Que?? Que decis??
Fernando: Lo que escuchaste pedazo de puta, y más te vale que te quedes callada o le digo a Ariel que te lo garchaste al tío en el baño de su casa!!
Estaba inmóvil, no sabia que hacer ni que decirle.. un frio me recorría el cuerpo, todo lo contrario a la calentura que siempre sentía, era obvio que estaba entregada a este tipo y que me iba a garchar porque era que más quería de mi, y como nunca yo no quería saber nada, era demasiado el rechazo que sentía por ese tipo.. pero no me quedaba otra, no quería que se enteren de lo que había hecho.
Yo: no vas a contar nada??
ayyyyyyyyyyy en ese momento y sin siquiera responder a mi pregunta siento su lengua lamiendo el interior de mi entre pierna.
Fernando: Eso no te calienta putita?? Coger acá en la pieza mientras están todos abajo…… mmmmmmmmm con lo mojadaaa que estaaaasss, si te re gusta
Yo: (respondiendo molesta) Si estoy asi es por la pija de otro…
Fernando: Ahhhhhhh buenoooooooo ahora la pendeja se hace otra, me vas a decir que no te gusta hija de puta????? Yo voy a hacer que te guste!!
Me apretó la cadera para abajo y con su palma levantándome la concha comenzó a chuparme el orto.
yo:ayyyyyyy Ferrrr!!!!!!!!!Para basta!!! No!!!!
Fernando: Mmmmmmmm como te calienta que te chupen el ortoooo!!! hasta aca te llega el olor a putaaa!!!
Comenzó a subir y bajar mi culo y conchita por su boca, mi clítoris rozaba con su lengua el hijo de putaaaaa me estaba haciendo lo que el queria y yo no podia decir nada!!!!
Fernando: No te gusta guacha lo que te hago??
Yo: ( sin responder nada) …
Fernando: A mi si me gusta este culo reventado que me estoy chupando!!
En esa posición siento como se levanta y con un pie enredando en mi pierna me inserta la pija bien fuerte en la concha haciéndome doler!!!!
Yo:Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!! No hijo de puta
Fernando: mmmmmmmm si hija de puta! Que ganas le tenia a esta concha!!
Metia y sacaba su pija en mi mojada concha, yo movía mi culo queriendo sacarme la pija de ese chabón indeseable que al fin se estaba sacando las ganas, en un momento acomodó bien su pija dentro de mí, y siento como sus huevos retumbaron en mi espalda y sin decir nada metió dos dedos en mi concha y empezó a culearme aun mas rapido que su propia pija, tenia sus dedos y su pija adentro mio garchandome muy rápido, como si se estuviera guardando las ganas desde hace rato. Podía sentir su olor a vino y a pucho encima mio y me generaba asco pero el hijo de puta ya me estaba garchando como uno mas y era tarde para lamentos!!! tantas cogidas en esa cama y ahora su horrible mejor amigo me estaba bombeando sin piedad alguna.
Rasguño el cabezal de la cama muerdo los labios para no gritar de sentir como me embiste y me penetra tan duroooooo!!!! Quería que pase rápido pero a diferencia de eso parecía que no terminaba mas de cogerme.
Separó mis nalgas y pudo observar como mi culo se dilataba y se anchaba ante él, gime viendo lo entregada que estaba y sin perder mas tiempo escupió lubricándome el culo.
No quería que ese cachivache de chabón me rompa el culo, soy muy puta pero el culo no se lo entregaba a cualquiera y menos a el, asi que tenia que hacer algo.
Me doy vuelta y me subo arriba de el, me introduje su pija jadeándole en la boca, y su olor a vino casi me tumba.. estaba transpirada y agitada, las sabanas se enrrollaban en mis piernas y sus manos manoseando mis gluteos. No me quedaba otra, me lo tenia que coger como yo sabia, para que me acabe lo mas rápido posible y ese momento se termine. Cabalgo arriba de el presionando sus huevos, su respiración recorre mi cuello, me agarró de la nuca me tiró hacia atrás para chuparme las tetas mientras yo me muevo lo mas rápido posible. Algo que le gusta mucho al hombre es una buena tranza, y por mas asco que me de lo tenia que hacer asi que le como la boca, empiezo a morder su lengua sus labios, introduzco mi lengua lamiendo su interior, y le demuestro como es el beso de una buena puta.
Fernando: (sacándome la cara) Salí de acá sucia de mierda, tenes un olor a guasca en la boca!!
Yo: (sacando una sonrisa) las putas son asi, si no te gusta dejale el lugar a otro..
Fernando: Cerra el orto trola, que este culo no me lo pierdo por nada!!
Me pellizca los pechos mientras ve como muevo mi culo mientras lo garcho.
Fernando: Ayyyyyyyyyy que putaaaaaaaaaa!!!!! como me gusta este ortooooooooo!!!!
Yo: Ahh si?? Te gusta?? Me lo vas a acabar?? Acábame adentro de la concha dale, sácate las ganas!!
Fernando: No puta!!a este culo lo voy a disfrutar!!
Se paró enfrente mio dejándome en la orrilla de la cama y apretándome de los tobillos me separa las rodillas y apoya todo su cuerpo sobre mi, siento su pija gruesa abriendo las paredes mientras me retuerzo de la impotencia, me levantó los brazos a la nuca mientras me coge bien rápido y duro haciendo mover la cama de lado a lado. Ya no quería mas, quería que me acabe y que se termine, por puta me había salido todo al revés. Me tenia que hacer la que me gustaba para que se caliente a mas no poder y me acabe, me sentía una prostituta obligada a garchar con alguien que no quería
Yo : Ahhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhh!!!!!!!
Fernando: ahora si te gusta no???
Yo: ayyy si dale dale cógeme!! No pares!!!
Subía y bajaba mi cadera buscando mayor profundidad con su pija, chocaba con su cadera en golpes bruscos.
Fernando: mmmmmmmmmmm que rico te mojas por favooooorrrrr
Yo: Cogemeeee maaaaaas maaaaaaaaas ahhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiii mmmmmmmm
Sentía el orgasmo próximo, no sabía si alguien nos estaba escuchando perdí la razón de todo, solo quería sentir su pija bombeándome como el desgraciado que era!!!!!
Lo empuje y me puse frente al espejo, ya entregadísima y el tenía toda mi desnudes pegada al vidrio. Mis pezones se pusieron duros al sentir la frialdad del espejo, el se levanto y se puso detrás mio.
Fernando: Tan puta vas a ser????? Al final Ariel tenia razón, no hay mina mas puta que vos!!
Yo: Que??
Al final era verdad, mi verdadero macho pero había dejado en total evidencia con el sucio de su amigo..
Sin dejarme reaccionar me agarro del culo y me puso contra el marco del espejo, me metió un dedo en el culo para que me inclinara hacia adelante, separo mis piernas y me clavo la pija en la conchita.
Yo : Ayyyyyy siiiiiiiiii cogemeeeeee todaaaaaa!!!!!!!! mmmmmmmmmmmm
Fernando: Te voy a llenar la concha de leche pendeja mal cogida!!!
Estaba muy excitado, sentia sus jadeos mas y mas agitados y su mano metida en la raya del culo y la otra apretándome las tetas para que me quedara quieta.
El vaivén de mi culo chocaba tan fuerte que se escuchaba el eco en la pared, estiraba mi cabeza hacia atras cerraba los ojos para no ver en el espejo al hijo de puta que me estaba haciendo suya!!!!
mi conchita comenzaba a palpitar mas y mas, su pija parecia estar a punto de estallar y esa explosión era lo que mas esperaba..
Comencé a moverme para atrás, me inclinaba lo mas que podia hasta que sentí que descargo en mi toda su calentura en un caliente y espeso liquido que me hizo gemir
!
Yo: Uuuuuuuffffffff siiiiiiisiiiiiiiiisiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!
Fernando: Mmmmmmmmmmmmmm tomaaaaaaaaaa pendejaaaaaaa
Comencé a contraer y aflojar mi conchita una y otra vez sintiendo la leche que subía y volvía a bajar, para acabar pegada a el como una hija de putaaaa!!!!
Fernando: Como le voy a agradecer esto a Ariel por varios años! Jaja
Yo: que decís nene?
Fernando: digo que Ariel leyó tu mensaje y me dijo que venga a sacarme las ganas jaja
Yo: Son dos hijos de puta!!
Fernando se acomodó la ropa y salió de la habitación, mientras que yo me desplomé en la cama mientras sentía como me caía su leche…. Tenía mucha bronca, no podía creer lo que me habían hecho y lo peor de todo era que ni siquiera había acabado, jamás me habían cogido obligada sin posibilidad de sentir placer..
Pero esto no se iba a quedar así, lo peor que podían hacer es dejar a una putita con ganas y resentida

LOS ALBAÑILES

Estaba saliendo del cole y estaba con la ropa de gimnasia, una chomba blanca y un pantalon celeste que me quedaba chico lo cual hacia que se me marque la cola. Caminando hacia mi casa veo un grupo de albañiles trabajando, y habia un chico que estaba re fuerte, y estaba en cuero y uff tenia unos abdominales… unos brazos, y si hay algo que me excita son los albañiles bien fornidos.
Cuando paso por al lado siento que me miran, y alcanzo a oir que uno me grita «mira la cola que tiene esa nena» y como soy muy culona es costumbre que en la calle me digan cosas asi.
Entro a mi casa y estaba algo excitada, luego de lo que me gritaron y de haber visto esos machos tan fuertes trabajando. Entro al baño abro la ducha y siento muchas ganas de tocarme toda, asi que me siento en el inodoro abro las piernas y comienzo a tocarme el clitoris, lo masajeo de forma muy excitada mientras que con la mano desocupada me tocaba los pechos y me imaginaba la pija gruesa que podrian tener esos hombres tan fuertes. Suspirando y gimiendo de placer tras masajearme la conchita finalmente llego al orgasmo, se me habian aflojado las piernas habia sentido un placer enorme tras acabar.
Salgo desnuda del baño y empiezo a buscar la ropa para cambiarme, me pongo una tanga blanca que se me mete adentro de la cola y una calza gris apretadisima para que se me marque bien el culo. Siempre me gusta salir provocativa, me encanta cuando los hombres me miran atras y se babean por mi colita.
salgo a la vereda y me quedo viendo como trabajan. De repente uno de ellos se me acerca y me pongo nerviosa sin saber que iba a hacer, pero el buen hombre solo me pedia agua, queria que le llene la botella de agua, y como soy muy solidaria les traje un bidon de agua potable y se lo di. El señor albañil que masomenos tenia unos 35 años muy agradecido me responde: «muchas gracias nena». Le pregunto que obra estaban haciendo y responde que estan arreglando el pavimento.
Estaba muy caliente y con la conchita mojada, necesitaba una buena pija parada y durita dentro de mi concha, asi que en un acto de inconciencia y calentura le digo que pase si queria mas agua y el hombre no se nego, lo hago pasar a mi casa ya que mis papas hasta la noche no llegaban y cuando entramos le digo que hacia mucho calor, el hombre tenia unos 34 años, y si hay algo que me hace excitar son hombres muchos mayores que yo. Estaba decidida a cojer con el, y que me meta con fuerza su tremenda pija.
Sin vueltas y ya siendo obvias mis intenciones el tipo me dice que linda que soy, y me empieza a tocar, me manosea el culo y agitado por la excitacion me dice «mi amor que colita tenes». Me baja la calza y la tanga y me apoya contra la pared, siento como su pija gruesa y caliente me la refriega por la cola y me la mete por el agujerito pero sin penetrar, frotandomela. Que pedazo de pija pensaba por dentro, me va a doler mucho si me la mete por el culo. En un juego previo el hombre me habre la cola y me la empieza a chupar, le daba mucho morbo eso al parecer, y a mi me encantaba sentir como su humeda lengua se metia por dentro del agujero de la cola, hacia que mi conchita se me humedeciera mas.
Ya con la pija toda dura me coje de parado sosteniendo mis pechos, me la daba con fuerza estaba muy caliente el albañil, no paraba de decirme «mi amor que pedazo de culo tenes». Sientiendo un orgasmo detras de otro dejo que el señor meta su pedazo enorme en mi cola, pero a penas le entraba la cabeza, asi que se pajeaba mientras tenia el glande dentro del culo.
Luego de media hora intensa de cojer le chupo la pija y uf parecia que le iba a dar un infarto, seguramente no podia creer que se este cojiendo a una pendeja colegiala, asi que con mucho pasion le chupo la verga, estaba muy rica y grandota, le daba muchos besos en la cabezita mientras lo pajeaba, hasta que finalmente le empieza a salir la lechita.. y uff le salia cantidad de leche que me daba sed y para tomarmela toda.

LA JUGADORA DE HOCKEY

Rubia, siempre bronceada, ojos grises, piernas torneadas y un culo perfecto creo que gracias al hockey que jugaba desde niña. Sus calzas y sus minis de hockey me exitaban demasiado, hasta creo que me estaba obsesionando con ella. 
La cosa fue asi. la noche estaba cayendo, ella caminaba por la avenida con sus calzas cortitas blancas y sabia que cada hombre que la miraba se impactaba y la deseaba. La segui varias cuadras por atras sin sacar la mirada de ese culo y de esa calzas que se enterraba entre esas nalgas. Iba detras suyo con una ereccion gigante. Cuando llegamos a una zona mas oscura me apure y desde atras le dije al oido: "Caro, frena, necesito hablar con vos". Ella se dio vualta un tanto asustada y sin darle tiempo a que me pregunte o me dija algo, le dije:"nunca nadie me exito como me exitas vos, mira como tengo la pija, NECESITO tocarte". Ella intento darme una cachateda pero yo agarre sus manos con fuerza y le pedi que se quede quieta y callada, que me obedezca, que estaba decidido a tocarla toda y tal vez cojerla. Lo primero que hice fue apoyarla contra un arbol, yo la sostenia por su espalda. Le dije que no se resista y que si ella me dejaba tocarla entera no la lastimaria. Ella abrazo el arbol con fuerza mientras yo por atras me prparaba para sentir esas nalgas. Prmero la mire muy bien y finalmente meti mies dedos entre sus nalgas, acariciando esa calcita blanca. Desde la cintura fui pasando mis dedos hasta abajo, Se metieron entre las nalgas y llegue hasta su conchita. Era como lo imagine, pulposa. Me desprendi el pantalon y mientras besaba su nunca y acariciaba su concha comence a pajearme. La di vuelta y la bese a la fuerza, con mucha lengua. Mete mi mano dentro de su calza y corriendo su tanguita logre meter 3 dedos dentro de esa concha. La verdad que lo hice muy bruzcamente, cada vez que mis dedos llegaban al fondo de esa vagina ella jemia, la estaba masturbando extremadamente fuerte. Comenzo a mojarse y eso me puso peor. Le agarre su hermosos cabellos dorados con mucha fuerza y la puse de rodillas, ella loraba, pero ya sabia que debia hacer. Primero se lo pase por toda su hermosa carita y finalmente se lo enterre hasta la garganta. Cuando sentia que ella se empezaba a ahogar se lo sacaba, L a dejaba respirar un poco y se lo volvia a enterrar. En un momento la puse de espaldas y agachada. Ella sabia que la iba a penetrar, pero resignada lo unico que me dijo fue:"Acaba de una vez por favor! basta! acaba de una vuez y listo por favor!" La incline hacia adelante y la penetre tan fuerte que ella jemia con dolor, Lo extraño es que su conchita derramaba jugos y hasta dejo de resistirse. Cuando estaba a punto de acabar, le saque la pija de adentro y mientras besaba su boca y miraba esos ojos grises hice que me haga una paja y le llene su pancita de leche, nunca habia tirado tanta leche. Despues de acabar yo estaba exhausto, me sente a recuperar airemientras ella se acomodaba su rpa y se limpiaba la pancita. A veces la veo en la calle y ella baja la cabeza para evitar contacto visual, pero creo que algun dia voy a cojerla sin que haga falta que la viole. Esta vez quiero agarrarla con su mini de hockey puesta.

A MI NOVIA LE GUSTA MOSTRAR 4

Luego de lo vivido en la mueblería comenzó a rondarme la idea de separarme de mi novia. Sabía que lo que había pasado no tenía vuelta atrás y me había dado cuenta que ella no podía reprimir por mucho tiempo ese incontrolable deseo que le producía mostrar ese precioso culito que tiene. Cada vez la veía con mas necesidad de exhibirse y ya no le importaba si eran conocidos o si eran jovenes, al contrario me demostraba que, cuando estabamos juntos, y alguien le miraba la cola, cuanto más desconocido, viejo y asqueroso era más caliente la notaba y estoy seguro que si no la contengo en esas situaciones se desnudaría en cualquier lugar y pediría a gritos unas cuantas pijas en su culo.
Tengo que reconocer también que las situaciones con ella vividas me calentaron terriblemente y verla mostrar su colita de solo pensarlo me la pone dura. Esto hace que todavía no haya tomado la decisión de dejarla.
Mientras todo esto pasa por mi cabeza nuestra vida continua y hoy quiero contarles como siguieron nuestros días despues de la terrible cogida que le pegaron a mi novia en la mueblería.
Como les conte en el ultimo relato, nos fuimos a vivir a otro lugar y como es costumbre luego de habernos mudado les presentamos nuestra nueva casa a familiares y amigos.
Los que les voy a relatar sucedió el sábado pasado, cuando se me ocurrió invitar a mi jefe y algunos compañeros de oficina a cenar ya que todos los días me insistían para conocer mi nuevo hogar. Tanta insistencia por parte de ellos me hacia pensar que mas que conocer mi casa, tenían ganas de ver a Marcela, la cual ya conocían de los eventos que organizaba la empresa. A pesar de esto no pude negarme y la reunión se llevo acabo.
Fue así como fueron llegando uno a uno mis 6 compañeros entre los que estaban Eduardo y Leonardo que, como les conté en el primer relato, los escuche hablando del culito de mi novia y le tenían unas ganas bárbaras. Mi jefe de unos 65 años fue el último en llegar. Este era el único que no conocía a Marcela ya que era nuevo en el puesto y todavía no había asistido a ningún evento.
Todos se sentaron repartidos, algunos en los sillones del living y algunos a la mesa, mientras yo les servía unos tragos. Charlabamos amenamente cuando hizo su aparición Marcela, que, como toda mujer, se había retrasado en arreglarse. Pidiendo disculpas por la tardanza se acercó a cada uno de los invitados y los saludo con un beso en la mejilla, salvo a mi jefe que cuando se lo presenté le dio la mano.
No puedo explicarles como a medida que saludaba a uno los otros le clavaban disimuladamente los ojos en su cola, incluyendo a mi jefe. No era para menos, Marcela tenía puesta una pollerita de algodón blanca cortita y bastante ajustada, la cual dejaba adivinar la disminuta tanga que tenía.
Mi novia, luego de saludar se dirigió a la cocina y regreso con dos platos de sandwiches de miga, que apoyo en la mesa ratona del living, para lo cual, tuvo que agacharse un poco, lo que le provocó a mi jefe un excelente primer plano del culito, que ya sin disimular se lo miro descaradamente. Al darse cuenta de esto, Marcela, lo sacó un poco mas para afuera dándole un espectáculo que mi jefe, por la expresión de su cara, se notaba que no podía creer. Esto no pasó desapercibido para mis compañeros que se miraron entre sí con sonrisa complice.
- Sientese acá por favor, se dirigió mi jefe a Marcela, haciendole un lugar en el sillón.
- Que bonita mujer que tiene, continuó, dirigiendose a mi.
- Gracias, conteste, mientras mis compañeros la miraban de arriba abajo con cara de degenerados afirmando lo que mi jefe decía.
- Es que se pasa varias horas por semana en el gimnasio, continué, mientras Marcela se sonreía.
- ¿Se nota?, preguntó ella, al tiempo que se levantaba y daba una vueltita.
- Vaya si se nota, contesto Leonardo, desnudándola con la vista.
Todos rieron
- De otra vuelta por favor, le pidió mi jefe.
Ella así lo hizo, esta vez ya sacando más la cola para afuera y con cara de relajo.
Yo comencé a preocuparme por lo que podría pasar, pero no puedo dejar de reconocer que verla mostrarse delante de 7 tipos me había empezado a producir una erección.
- Me imagino que con esa colita parada las cosas que le deben decir en la calle, prosiguió mi jefe.
- Y, si, respondió Marcela, notándose ya excitada.
- ¿A su marido no le molesta que la miren? Continuó.
- No, a él le gusta, ¿no mi amor?, me pregunto ella, que seguía parada en el medio de todos.
Se hizo un total silencio y todas las caras giraron hacia mi esperando una respuesta. Yo a esta altura ya estaba bastante caliente, por lo que le conteste:
- Como yo se que a ella le gusta, para mi esta bien.
- ¿Así que le gusta que la miren?, pregunto mi jefe, a lo que Marcela asintió.
- ¿Y que es lo que mas te gusta que te miren?, pregunto Leonardo.
- La cola, dijo ella, parándola todavía más.
- Se ve que es muy linda, pero con la pollera no se ve muy bien, porque no se la levanta un poquito así podemos admirarla mejor, dijo mi jefe.
- ¿Me dejas mi amor que me levante la pollera delante de los señores? Me pregunto, notandosele que la situación la había calentado.
Automáticamente después de escuchar esto note como todos ya se estaban tocando disimuladamente la entrepierna.
- Si tenés ganas, conteste yo, con una erección que ya era imposible de disimular.
Marcela giro dándole la espalda a mi jefe y se levanto la pollera dejándole ver la mitad de los cachetes.
- ¿Le gusta señor? Preguntó, mirando a mis compañeros que estaban de frente.
Mi jefe no contestó. Miraba el culo de Marcela sin poder creerlo.
- Date vuelta que nosotros también te queremos ver, dijo Leonardo.
Marcela giró y apunto la colita a mis 6 compañeros, se levanto un poquito mas la pollera, dejando ver la disminuta tanguita blanca y mirando a mi jefe con cara de viciosa le preguntó:
- ¿Cuanto hace que no ve una colita tan linda?
- Hace mucho señora, le respondió, mientras se manoseaba el bulto a través del pantalón.
Leonardo no aguanto mas y me preguntó sin sacar la mirada del culo de Marcela:
- ¿Jorge te molesta si me bajo el pantalón?
Yo estaba esperando que alguien fuera el primero en decirlo porque con la erección que tenía tampoco aguantaba mas tener el pantalón puesto. Así que mi respuesta fue afirmativa. Todos nos desabrochamos los pantalones y en segundos estaban todos con sus miembros totalmente erectos en la mano.
Marcela los miro disimuladamente uno por uno y ponía cara de tonta. Cuando se dio vuelta y vio el de mi jefe se noto en su cara la sorpresa y no pudo disimular mas la calentura que le produjo ver tremendo pene. Era realmente impresionante media como 28 cm. Pero lo mas sorprendente era su grosor, no bajaba de los 5 cm.
- ¿Le gusta lo que ve? Le pregunto mi jefe mientras sacudía terrible pedazo de carne.
Marcela no dijo palabra, solamente asintió con la cabeza sin dejar de mirarlo.
- ¿Le gustaría tocarlo? pregúntele a su marido si la deja, continuo mi jefe.
- Mi amor ¿me dejar tocarle la pija al señor?, me preguntó, mientras se lamia los labios.
Yo, de lo caliente que estaba, me salió un si casi inaudible.
- Pero antes me tiene que dejar tocarle la colita, así que dese vuelta, bájese la bombachita hasta las rodillas y saque ese culito para afuera, le ordenó.
Marcela obedeció de inmediato, y en un segundo estaba mostrándole a mi jefe su colita toda desnuda y a mis compañeros le mostraba la conchita que ya a esta altura estaba toda húmeda.
Mi jefe estiro la mano y empezó a acariciarle suavemente los cachetes. Mientras esto pasaba mis compañeros se pajeaban freneticamente mientras Marcela los miraba y se lamia los labios con una cara de puta que solo tiene cuando esta con una calentura de aquellas, y hoy era ese momento.
- Agáchese un poquito, le pidió mi jefe. A lo que mi novia respondió de inmediato.
Así mi jefe con las dos manos le abrió los cachetes y dejo al descubierto su agujerito.
- Que lindo y abierto que tiene el culito señora, dijo mi jefe, ¿le gusta que se la metan por ahí?, siguió.
- Mucho, contestó Marcela dando vuelta la cara y mirándole la tremenda pija.
- ¿Tiene ganas de tocar este pedazo?
- Déjeme por favor, suplico ella. A lo que mi jefe le contestó.
- Aquí la tiene.
Marcela se dio vuelta , se puso en cuatro entregándoles una vista fabulosa a mis compañeros, agarro la pija de mi jefe y mientras la miraba con deseo, comenzó a pajearla.
- Como le gusta la pija a su mujer, me dijo mi jefe mientras me miraba.
Mientras tanto Leonardo se animó y le metía mano al culo de mi novia. Los otros se fueron sentando en el piso haciendo un circulo alrededor de ella y comenzaron a tocarla por todas partes.
- Te dije que era una putita, le dijo Eduardo a Leonardo, mira como le gusta que la toquetiemos.
- ¿Puedo darle un besito a su pene señor?, pregunto ella a mi jefe, que ya lo tenia totalmente parado y era de un tamaño antinatural.
- Si, pero antes sáquese toda la ropita así mientras se entretiene con mi verga, puedo mirarla mientras los muchachos le meten la lengua en todos lados.
Con solo escuchar eso, Marcela comenzó a gemir y a morderse el labio inferior, mientras se incorporaba y se sacaba el top y la pollera quedando solamente vestida con un par de medias cortitas de color rosa.
Volvió a ponerse en cuatro, tomo con las dos manos el pene de mi jefe y comenzó a darle besitos, comenzando por los testículos y subiendo hasta llegar a la cabeza. Ahí se detuvo, lo miro a los ojos a mi jefe, abrió al máximo la boca y comenzó a chuparlo con desesperación.
- Eso señora, muéstrele a su marido como le gusta comer pijas grandes, le decía mi jefe.
- Levanta bien el culito putita que te lo voy a ensartar, le ordenó Eduardo, que ya estaba de rodillas detrás de mi novia.
Marcela, sin sacarse el miembro de la boca, se arqueó lo mas que pudo y abrió más las piernas, ofreciéndole a Eduardo un primer plano de su hoyito abierto.
Eduardo me miró y me dijo:
- Mira como le voy a romper el culito a tu señora. Ahí nomás, le escupió el ano, le apoyo la punta de la pija y de un saque se la introdujo toda.
Mmmmmmmmsi, gritó Marcela, demostrando el placer que le estaba causando tener un pene en la cola.
Ver a mi mujer como seguía muy entretenida con la pija de mi jefe, mientras Eduardo le bombeaba con locura el culo y los otros la manoseaban por todos lados, esperando su turno, me hizo llegar a mi primer orgasmo.
Luego de un rato Eduardo le dejo el lugar a Leonardo y este a otro, y así uno a uno pasaron todos por el culito de mi novia.
De repente mi jefe la levantó de los pelos y la sentó sobre sus piernas de frente a él, la besaba en la boca y mientras la manoseaba toda le dijo:
- Ahora va a parar el culito para mi que es mi turno.
- No, eso no, la va a lastimar, dije yo.
- Dígale señora las ganas que tiene de tener este pedazo en su colita, dijo mi jefe.
- ¿No me va a doler?, le pregunto a mi jefe.
- Un poquito al principio pero después le va a encantar, se lo prometo, le contestó.
- Dejame probarla mi amor, nunca tuve algo así en mi colita y la verdad es que me muero de ganas que tu jefe me la rompa toda, me pidió.
- Arrodíllece y abra bien su culito, le ordenó.
A lo que Marcela le hizo caso inmediatamente. Todos los demás, incluso yo, hacíamos un circulo alrededor de ella, esperando ver como iba a entrar tremendo miembro en su culo.
Mi jefe se arrodillo atrás y le golpeaba la cola con la pija mientras le decía: - Pídame que le rompa el culito señora, a lo que Marcela le contestaba con voz de relajada: - Por favor señor destróceme la cola. Este dialogo los había puesto a todos a mil. Mis compañeros se masturbaban freneticamente.
- Antes quiero ver como se chupa una pija y se traga toda la lechita, continuó mi jefe.
Marcela levantó la cabeza y le manoteó el pedazo a Leonardo, que era el que tenía mas cerca, lo hizo agachar y se la metió en la boca. No aguanto mucho, enseguida la lleno de semen, que mi novia muy obediente tragó hasta la ultima gota.
- Muy bien señora, ahora va a gozar como nunca, le dijo. Apartó los cachetes con las manos y le comenzó a introducir la cabeza. Ella solo gemía y pedía mas.
- ¿La quiere toda adentro?
- Si, por favor, contestó, a lo que mi jefe embistió hasta que le pegaron los testículos en el culo.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiii, fue el grito de Marcela.
No podía creer que la pija de mi jefe había desaparecido en el culito de mi novia. De pronto mi jefe comenzó a bombearle, primero despacio, después le daba con todo. Marcela se arqueaba del placer que le causaba tener terrible pedazo de carne adentro.
La escena era tan caliente que muchos de mis compañeros no aguantaron más y acabaron sobre la espalda de mi novia.
Mi jefe estuvo cabalgando como diez minutos, tiempo en que Marcela por lo menos tuvo 5 orgasmos.
- Mire como le lleno el culo de leche a su señora, me dijo mi jefe, mientras le acababa adentro.
De pronto la saco y ella se dio vuelta y se la limpio toda con la lengua. La seguía mirando y tocando con deseo, como si se hubiera quedado con ganas.
Todos se cambiaron y se despidieron de mi novia con un beso en la boca; Ella seguía desnuda y chorriando semen por el culo. Mi jefe le agarro el culo con las dos manos mientras le metía un beso de lengua y dirigiéndose a mi me dijo:
- Me parece que su señora se quedó con ganas, así que, si no le molesta, pronto vuelvo a comerle la colita nuevamente.
- Ojalá sea pronto, respondió mi novia, acariciandole el bulto.
Yo me quede pensando como iba a regresar al trabajo.

A MI NOVIA LE GUSTA MOSTRAR 3

 Señor, yo le aconsejaría que se siente en esa silla y espere allí mientras le hacemos probar la cama a su mujer, me dijo el viejo.
Lo cual obedecí, un poco porque con su mirada Marcela me lo estaba pidiendo y otro porque de la calentura que tenía ya no podía mantenerme en pie.
– Haber nena mostranos como dormís, le pidió el viejo.
Entonces Marcela se desabrocho los botones del pantalon y se los sacó, dejando al descubierto una disminuta bombachita blanca metida casi por completo en su precioso culito.
Se acostó culito para arriba y mirándolo al viejo le preguntó ¿así esta mejor señor?
– Si nena, ahora debes estar bien caliente mostrandonos el culito. Tu amiga me contó que te encanta mostrarlo y yo estaba impaciente en verlo. Veo que a tu marido no le molesta, asi que abrilo bien para nosotros.
Entonces Marcela se puso en cuatro, levantó bien la colita y la puso a merced de quien quisiera mirarla. Mientras el viejo y los empleados se bajaron los pantalones y dejaron ver tremendos miembros totalmente erectos. Esto puso como loca a Marcela que comenzó a meterse un dedo en la concha y a gemir desesperadamente. Se notaba que se había reprimido por mucho tiempo y que ahora estaba más desenfrenada que nunca.
– ¿Tenés ganas que te rompamos la colita nena?, dijo el viejo
– Por favor, chupemela señor, suplicaba Marcela mientras se corria la tanga hacia un costado exhibiendo su oyito abierto.
El viejo no se hizo desear y rapidamente dirigio su lengua al precioso agujerito, mientras los otros comenzaron a meterle mano por todos lados y uno de ellos le ensarto la pija en la boca, la cual mi novia acepto gustosa y comenzó a mamarsela en forma frenética hasta que el tipo no aguantó más y le lleno la boca de leche. Mientras tanto se turnaban con el culo, salia uno y se lo chupaba otro, le sacaban la boca y le insertaban primero uno, después dos y hasta tres dedos. La manoseaban por todos lados. Le sacaron la remera y le chupaban los pechos. Ella solo gemía y pedía mas pijas.
Yo solo miraba como once tipos disfrutaban de la puta de mi novia y me masturbaba y acababa y volvía otra vez a masturbarme.
– Salgan todos, ordenó el viejo de pronto. Cambiense y sigan trabajando que para ustedes se acabó la fiesta.
– No me deje asi señor, por favor necesito una pija en mi colita, le decía Marcela mientras lo miraba con cara de desesperación.
– Si haces lo que te digo, la vas a tener.
– ¿Te gustó mi hijo no?, vi como lo mirabas cuando entraste. Bueno ahora te vas a cambiar, lo vas a ir a buscar al salón de venta, lo vas a traer para acá y adelante mio y de tu marido le vas a pedir que te rompa la colita.
Marcela se levanto, se limpió con una toalla que le acercó el viejo, se vistió y salió caminando hacia la parte de adelante. El viejo me miró y me ordenó que me subiera el pantalón y que hiciera como que nada había pasado.
– Va a ver como le va a calentar que su mujer de la nada le pida a un tipo que le rompa el culo, me dijo.
La idea me había gustado asi que le hice caso.
Me paré junto a el viejo y el hacía como que me explicaba las ventajas de la cama, cuando llego Marcela con el hijo.
– ¿Que necesitás papá?, preguntó
– La señora necesita que le hagas un favor, contestó.
– Usted dirá señora
– Decile nena, ordenó el viejo.
– Quiero que me rompas la colita delante de mi marido y de tu papá, dijo Marcela, mientras se bajaba el pantalón y le mostraba el culito desnudito.
– Vi como me lo mirabas cuando me conociste. Vos me calentas mucho y yo necesito una pija adentro, asi que por favor rompemelo, agregó.
El muchacho no entendía nada. Me miraba a mí y lo miraba al viejo mientras tocaba con vergüenza la cola de mi novia.
El padre le ordenó que se desnudara y Marcela hizo lo propio y se tendió en el colchon. El pibe se acostó a un costado y comenzaron a besarse y tocarse por todos lados. El viejo volvió a sacarse los pantalones y yo hice lo mismo. Mirabamos la escena parados al costado.
– Que puta es su mujer, mire como le gusta la pija de mi hijo, me decía el viejo. Tenía razón Marcela se la tragaba con todas las ganas, y el viejo cada tanto le metía un dedo en el culo enloqueciendola cada vez más.
– Mire como se traga el dedo, que buen culo abierto, seguiá diciendome el viejo.
– Vení nena, chupamela a mi, mientra mi hijo te abre mas ese culito.
Automaticamente Marcela se incorporó, se puso en cuatro, paro la colita y se metió la pija del viejo en la boca, mientras el hijo se puso detrás y la ensartó hasta el fondo. No les puedo explicar como gritaba y se movía. Estaba que reventaba de la calentura. Pedía más y más. El viejo la insultaba, le decia puta, perra, culo abierto y ella se ponía mas a full. Estuvieron asi largo rato, donde ella habrá acabado por lo menos 5 veces, hasta que el hijo le lleno todo el culo de leche y al segundo el viejo le hizo tragar toda su esperma.

A MI NOVIA LE GUST MOSTRAR 2

Después de la experiencia que me hizo vivir mi novia con el encargado y el de seguridad de nuestro edificio, nuestra vida cambió rotundamente. Ella se mostraba avergonzada por haber llegado tan lejos ese día y me reclamaba que no la hubiese parado a tiempo. Yo tenía un extraño sentimiento de culpa por haberla dejado que dos casi desconocidos le rompieran por primera vez ese culito tan hermoso, pero a su vez solo recordar esa escena me exitaba de tal forma que me hacía tremendas pajas imaginandola encamada con cada tipo que yo conocía.
Así transcurrían nuestros días aparentando entre nosotros que lo que había pasado había quedado en el olvido.
Marcela se vestía mas recatada y con pantalones amplios que casi no dejaban ver la fabulosa cola que tanto le gustaba mostrar, y había vuelto a ser la mujer recatada de cuando la había conocido.
Sexualmente todo pasaba sin ningún condimento extra, y ninguno de los dos nos confesabamos nuestras fantasías, pero estaba seguro que a ella le calentaba terriblemente recordar lo que habíamos pasado. Y no me equivocaba.
Una mañana saliendo del edificio junto a ella nos cruzamos con Rubén, que como recordarán es el de seguridad, y luego de intercambiar un buenos dias la encara a Marcela:
- Señora, no sabe lo que extraño ver su precioso culito. ¿cuándo me lo va a volver a mostrar?
- Nunca Rubén, le conteste yo.
- ¿Lo que dice su marido es verdad? ¿no recuerda lo que le gustó cuando se lo abrimos en dos con Sergio?, continuó Ruben.
Marcela no decia palabra, pero se notaba que le calentaba lo que Ruben le decía.
- Le cuento que hay dos albañiles de la obra de enfrente que siempre que la ven salir se cruzan y me preguntan por usted y se la pasan elogiando su cola. ¿no tiene ganas que se la vean mas de cerca?, prosiguió el zorro de Ruben sabiendo que eso la ponía a mil.
Marcela se mordió el labio inferior para aguantarse la calentura que tenía y le contesto haciendose la ofendida:
- No, eso ya no me gusta más, no creyendo ni ella misma lo que decía.
Rubén largo una carcajada, por lo evidente de la mentira que había sido la respuesta y continuó:
- Bueno si asi lo quiere, es una lástima, usted se lo pierde. Si cambia de idea la esperamos esta tarde en la cochera cuando regrese del gimnasio.
- No gracias, contesto Marcela y nos retiramos hacia nuestros trabajos sin hacer ningún comentario de lo sucedido.
En mi oficina me imaginaba constantemente a mi novia agachada ante los dos albañiles exhibiendo su culito y eso me tuvo toda la tarde como un fuego. Hasta llegue a lamentar que ella no quisiera.
En mi regreso a casa me extrañó no encontrar a Rubén en la casilla de seguridad de la entrada por lo que le pregunté al reemplazante:
- ¿Qué le pasó a Rubén?
- Nada señor, está ayudando a unos albañiles a hacer un trabajo en las cocheras, por eso lo estoy reemplazando. Acaba de bajar, asi que si necesita hablar con el lo puede alcanzar, me contestó.
No podía ser tanta coincidencia, en esto tenía que ver mi novia, así que apuré el paso y baje las escaleras que dan a las cochera tratando de no hacer ruido. En el primer nivel no se escuchaba nada, así que segui bajando hasta el último nivel que es el lugar donde no se guardan coches, sino las herramientas y maquinas para la mantención del edificio. Al escuchar un murmullo me acerque y ahí estaba Marcela apoyada de frente en una pared con la espalda un poco arqueada, sacando el culito para afuera, vestida con un top blanco y unas calzas azules de gimnasia. Frente a ella y sentados en el suelo estaban Rubén y no dos sino tres tipos de aproximadamente 50 años sin pantalones y con los miembros en la mano. Mi novia les movia el culo y cada tanto daba vuelta la cara y los miraba con una expresion de puta que los volvía locos, mientras Rubén le decía:
- Ya me parecía que no había dejado de ser viciosa y que le sigue gustando mostrar ese culito roto.
- Mire que dura se la está poniendo a los señores. Hagale un buen espectaculo que de premio la vamos a ensartar entre los cuatro.
- No, dijo Marcela mirando seria a Rubén, habíamos quedado que ninguno me puede tocar, solo pueden mirarme, o es así o no continuamos.
- Esta bien señora hagamos como usted quiera, le contesto Rubén.
- Ya que solamente podemos mirar ¿que espera para mostrarnos la tanguita señora?, dijo uno de los albañiles.
- Si bajese la calza y muestrenos esa bombachita de putita que usa, pidió Ruben.
Marcela metió los dedos en el costado de la calza y tiró hacia abajo muy despacio hasta dejarla a la altura de las rodillas y dejando al descubierto una tanguita rosa tan disminuta que dejaba ver el precioso culito que tiene. Se abrió un poco de piernas y se agachó dando una vista impresionante a los tipos que ya a esta altura estaban con sus miembros totalmente erectos. En eso Rubén se paro fue hasta donde estaba mi novia y le ayudo a sacarse las calzas y el top quedando solamente vestida con la tanga rosa y las zapatillas.
Mi novia le agradeció que la ayudara a desvestirse, pero le ordenó que volviera a su lugar.
Rubén así lo hizo, se desnudó por completo y se sento al lado de los albañiles, que yá a esta altura se masturbaban freneticamente, mientras Marcela se ponía en cuatro con las piernas abiertas, con la tanguita un poco corrida y con un dedito dentro de la conchita.
Yo miraba todo con una calentura terrible y no podía creer que mi señora se animara a hacer tremendo espectaculo sin que yo estuviera presente para cuidarla si alguno se quería zarpar. Evidentemente por el dialogo caliente que se generó entre los cinco, Marcela ni había pensado en ello.
- No les dije que la señora tiene un culito hermoso, dijo Rubén a los otros.
- Cuentele a los señores como le comimos la colita hace unos días, continuó.
- ¿Asi que ya tuvo varias lenguas en su culito señora? preguntó uno se los albañiles.
- ¿Le gustó que se lo comieran?, preguntó otro.
- Me encanto que me lo chupara Rubén, contesto Marcela, que por el grado de calentura que tenía le salíó la voz entrecortada.
- Mire que es putita, pensar que su marido esta trabajando y usted toda desnudita abriendo el culo para cuatro tipos, dijo Rubén.
Cuando escuchó esto, Marcela dio vuelta la cara, los miro, se paso la lengua por los labios y les preguntó:
- ¿Quieren ver mi agujerito roto?, mientras el dedo que tenia en la conchita entraba y salía a un ritmo mayor.
No esperando la respuesta ya que sabía que iba a ser afirmativa, se corrio hacia un costado toda la tangua y dejo al aire su precioso hoyito.
- ¿Qué les parece? preguntó.
- De aca no lo vemos muy bien, ¿podemos acercarnos sin que usted se enoje?, preguntó el tipo que hasta ahora no había dicho palabra.
- Bueno, está bien, acerquense un poco, pero solo un poco.
Todos se pararon, se terminaron de desnudar y fueron a donde estaba mi señora que, por la forma que los miraba y gemia demostraba que había perdido totalmente el control de la situacíón. Cosa que aprovecharon Rubén y los tres tipos, acercandose a centimetros y sentandose en semicírculo alrededor del culo de mi novia.
- ¿Señora, no se metería un dedito en ese agujerito para nosotros?, preguntó uno.
Cuando Marcela acercaba el dedo al culo, el tipo le detuvo la mano y le dijo:
- Espere señora, deje que antes se lo lubrique un poquito asi le entra mas fácil, e inmediatamente acercó la boca al hoyo y le metió la lengua de tal forma que mi novia por el gemido que pegó se notó que lo disfrutó terriblemente. Al darse cuenta los otros que Marcela se retorcía de placer, comenzaron a meterle manos por todos lados. Mientras le tocaban las tetas, la conchita y le metían dedos en la boca le decian:
- ¿Está que explota de la calentura?, eh señora.
- ¿Le gusta las cuatro pijas que se va a comer?
- Le vamos a destrozar ese culito hermoso que tiene, le decian mientras se turnaban para pasar la lengua por el culo de mi novia.
En un momento Rubén se paro y le ordenó: - Metase esta pija que tanto le gusta en la boca, a lo que Marcela obedeció enseguida, chupandosela desesperadamente.
Ruben le gritaba: - Pongala bien dura señora así le gusta mas cuando la tenga en su culo, y seguía - ¿No tiene ganas que la empecemos a ensartar?. Marcela solo gemia y asentía con la cabeza, a lo que el tipo que estaba comiendole la cola se levantó apoyó su tremenda verga en la entrada y de una embestida se la ensartó hasta el fondo. Mi novia gritaba y se retorcía, se sacaba una pija de la boca y se metía otra, una y otra vez, estaba como poseida. Se pasaban el culo, salia uno y se lo entregaba a otro tipo y éste después de unas cuantas sacudidas, le dejaba lugar a otro, le chupaban la espalda, los pies, le sacaban la verga de la boca y la besaban metiendole la lengua hasta la garganta. Mientras tanto yo no podia creer ver a mi novia tan rubiecita, tan joven, con esa piel tan suavecita y dejandose dar por tres albañiles morochos y de 50 años y dejandose meter las manos sucias de cemento en cada centimetro de su cuerpo, y lo peor de todo que se veía que lo disfrutaba tremendamente.
De repente Rubén se separó de mi novia y les ordernó a los otros que también lo hicieran. Les  indicó que se fueran a sentar, el fue con ellos y mientras tanto Marcela desconcertada lo miraba y aprovechaba para descansar las rodillas acostandose boca abajo.
- Ahora quiero que se de vuelta y se masturbe mirando estas cuatro pijas, le ordenó Ruben.
- Ella se dio vuelta, apoyo la espalda en la pared, se metió dos dedos en la conchita y con la otra se tocaba los pechos.
- ¿Está necesitada de estas cuatro pijas grandes no?, dijo un tipo.
Marcela los miraba con cara de putita y les sacaba la lengua.
- Mirelas bien, asi puede pejearse recordandolas cuando este sola o con el cornudo de su marido, dijo el otro albañil.
- Quiero que nos pida que le llenemos de leche todos sus agujeros a la vez, continuó Ruben.
- Si, por favor rompanme toda, suplicó Marcela.
- ¿Me promete que cuando yo quiera compartir ese precioso culito con otros amigos nunca se va a negar? preguntó Ruben.
- Si se lo prometo, pero por favor cojanme ya.
- Venga y sientese en mi verga, ordeno Ruben.
A lo que mi novia lo hizo inmediatamente ensartandose la verga en la conchita y quedando de frente con Ruben, a lo que éste aprovecho y le encajó un terrible beso de lengua. Marcela se amacaba desesperada. De pronto dos albañiles se pararon y le pusieron las pijas a la altura de la cara, las que mi señora chupaba un rato a cada una. Y como era de esperar el tercer albañil se dirigió directo a su culito y la penetró hasta el fondo. Todo era un concierto de gemidos, les estaban dando por todos lados y mi novia cabalgaba con ganas. Estuvieron asi un rato hasta que comenzaron a rociarla de semen; primero le llenaron la boca, despues el culo y por último Ruben le inundó la conchita.
Todos tomaron su ropa y se retiraron dejando a Marcela acostada en el suelo con semen chorreando de todos los agujeros. Yo a esa altura ya había tenido dos orgasmos, asi que en silencio me dirigí a mi departamento para esperar a mi novia a ver si me contaba lo sucedido.