Valeria, la esposa de mi amigo

[Esta historia que les voy a contar la tenía en mente hace muchos años. Tengo 38 años y siempre me calentó mucho la esposa de mi amigo, Valeria, una chica un año mayor que nosotros, con una mirada muy picarona, estatura no muy alta con unas tetas acordes a su tamaño y una cola normal. Siempre nos llevamos muy bien los tres e incluso siempre tuvimos mucha confianza con ella. No es una cosa hermosa pero a mi me calienta mucho. Cada vez que la veía, me ponía la pija tan caliente que terminaba masturbándome. 
Mi amigo siempre fue el típico oficinista bancario que no sabe ni entiende nada del hogar. Así que la mayoría de las veces, yo le ayudaba o arreglaba cualquier pormenor domestico. Tal es así que un buen día me pide si le podía cambiar unos enchufes en su casa. Arreglé para ir el sábado por la mañana. 
LLego, toco el timbre y aviso que subo (5 piso), ya que el portero estaba limpiando y tenia la puerta del edificio abierta. Cuando llego al depto de mi amigo, toco nuevamente el timbre y Oh sorpresa!! ... me abre la puerta Valeria. Cuando la vi, me quedé semi congelado, pero traté de disimular y no ser obvio. Estaba con un camison de seda color natural por encima de la rodilla y unos breteles finitos que le quedaban medio sueltos. Tenía los pezones re-parados y duros (eso siempre me calentó de ella) y apenas se le translucia una bombacha blanca de esas que son de lycra tipo triangulo. Obviamente nos saludamos y me mostró donde estaban los enchufes, así que hice lo mio mientras ella hacía sus tareas domesticas. Pero mi cabeza estaba pensando en esos pezones y cuando podía me acercaba para espiarla. Mi pija empezó a tomar calor y consistencia. Cuando terminé nos sentamos en la mesa de su living y me ofreció café. Mientras iba y venía con las tazas, me calentaba mirar el bamboleo de sus tetitas sueltas debajo del camison, marcando sus pezones duros en la tela, y me la imaginaba como se moverian con ella cabalgando mi verga, ya casi dura. Estuvimos charlando un buen rato, yo ya no aguantaba más la calentura, asi que me fui al baño que quedaba justo enfrente de la mesa en donde estabamos sentados. En el baño saqué mii pija que buscaba liberar presión y me toque un par de veces, aguantando las ganas de acabar. Abri el cesto de ropa sucia buscando algo que tenga el olor de ella y encontré un corpiño de seda y una bombacha, a los cuales olfateé y pase la lengua, para adivinar su gustito....por Dios como me calenté!!!!! estaba a punto de estallar!!!! Acomodé todo como estaba y por una de esas cosas del destino se me dió por mirar por la cerradura antes de salir del baño. La tenía de frente a ella sentada en la mesa, esperando mi retorno. Pasado unos segundos de contemplarla mientras yo me acariciaba la verga, veo que se empieza a acariciar las tetas por encima del camison, parando sus pezones y jugueteandolos como si fueran de goma. Se ve que estaba caliente porque con la otra mano se empezó a tocar la concha por encima de la bombachita, subiendo y bajando el dedo por su rayita. 
Tiré el botón del baño , como para disimular y salí del baño con una semi erección que traté de esconder como pude. Terminamos el café y Valeria me insinuaba que estaba muy contracturada, por lo cual me ubiqué detrás de ella y comencé con unos masajes en los hombros y espalda. Cuando me paré para ir a masajearla, rocé casi sin querer y al pasar, su hombro izquierdo con mi pija semi dura. Empecé con unos masajes en los trapecios, primero suaves y despues un poco más fuertes, observando como se sacudían sus tetas paradas. Imaginen que tenía una vista privilegiadaya que estaba parado detras de Vale y por encima veía como sus tetitas abananadas y en punta se movian libremente. En un momento, le dije que se sentara bien erguida y le coloque una mano en la zona lumbar y la otra mano se la coloqué en el pecho a la altura del esternón, para lo cual en ese movimiento rocé uno de sus pezones. Mientras le hacia ese masaje con la punta de los dedos apoyadas en el centro del pecho, con la palma empecé sin darme cuenta a tocar levemente las puntas de sus tetas que parecían dos pedazos de tiza (por lo duras), haciendome completamente el tonto...y ella más todavía porque ni se inmutó, es más comencé a sentir que su respiración aumentaba el ritmo e incluso ella se movía para que la roce. A su vez me percaté que con su pelvis estaba haciendo pequeños movimientos, como si tuviese rozando su concha contra el almohadon de la silla. Fue entonces cuando dejé de hacerme el boludo y con mi mano izquierda, más precisamente con dos dedos, se los empecé a pasar por debajo de su teta siguiendo el contorno, mientras con el pulgar le tocaba su pezón. Valeria comenzó a retorcerse y a gemir, lo que me dió lugar a tomar las riendas con libertad. Solté su espalda y me dediqué de lleno a sus tetas con las dos manos. Le bajé los breteles del camison mientras le besaba el cuello y las orejas, y descubrí dos pezones durisimos con sus areolas amarronadas y tan grandes como un paty. Eso me volvió loco. Ella gimiendo y respirando fuerte. Entonces fue cuando me animé a bajar lentamente por su panza hasta su conchita, por encima del camisón. Ahi me agarró la mano y me dijo “ Que estamos haciendo? Soy la mujer de tu mejor amigo!!! Yo le respondí “Y yo estoy muy caliente con vos tanto que me tuve que pajear un monton de veces con tu imagen” y agarrandole la mano le hice sentir mi pija dura encima del pantalon, diciendole “y no me vas a dejar con esto asi, no?” a lo que respondió: “seguro que no, dejame probarla toda!!!!. Fue ahi que le comi la boca (ella es de boca grande) y nuestras lenguas se trenzaron increiblemente, mientras yo le acariciaba su concha por encima de esa bombacha blanca toda patinosa por sus jugos. Le hice sentir mi dedo sobre su clitoris y Vale pegó un salto de placer que me calentó más de lo que estaba. La hice parar y la dejé en tetas y en bombacha, nos besamos y refregamos un buen rato. Le empecé a recorrer la raya de su orto con un dedo sobre su ropa interior, desde arriba hacia abajo hasta llegar al orificio de su culo y ella pareció excitarse más y empezó a darme conchazos desesperados. Le empecé a chupar las tetitas jugando con mi lengua en sus pezones con movimientos circulares, mientras le deslicé la mano por debajo de la bombacha húmeda. Cuando llegué a su concha, me encontré que la tenía totalmente depilada con un clitoris duro, sobresaliente y parado, encerrado por unos labios carnosos y toda encharcada en sus jugos...una delicia!!!!! La pajeé un rato hasta que acabó con un chorro caliente sobre mis dedos diciendome “ hijo de puta como estoy acabando!!!!. Inmediatamente me dijo “cogeme...quiero que me cojas toda”. La tiré sobre el sillón, le saqué la bombacha y me desnudé. Me senté sobre su pecho, dandole mi verga hinchada para que la chupe, mientras le tocaba toda la concha y le metia unos dedos. Despues se la saque de la boca chorreando baba y se la refregué por los pezones. Ella decía “cogeme que no doy más!!!! 
Entonces me arrodillé a sus pies, le separé las piernas, le abri esa concha carnosa y empapada y le empecé a pasar mi glande contra sus labios vaaginales de abajo hacia arriba terminando en su clitoris, ella jadeando como una perra y yo preguntandole “la queres, putita? Ella decía “siiiii por favor, rompemela!!!!....y se la mandé toda hasta el fondo y de golpe, ella gritó “ahhhhhh!!! mamá que verga me metes!!!! y empezó a moverse como si estuviese en una camilla de pilates. Le agarré las tetas con las dos manos y le pellizcaba los pezones mientras la cogia con fuerza. No podía creer como gritaba la putita de la esposa de mi amigo!!!!! despues de un rato de bombeo me empezó a gritar que iba a acabar, fue cuando aceleré el ritmo , la fuerza y con mi pulgar le masturbé el clitoris muy rápido. Ella empezó a gritar “ayyy te acabo....te acabo en la pija.....y de repente sentí un chorro calentito que desbordó su concha y se junto con mi semen dentro de su vagina ardiente. Una vez que me descargué bien, se la saqué y se la dí para que me la limpie con la boca un rato. 
Al toque recibió un mensaje del marido (mi amigo) que en una hora y media llegaba. Nos vestimos,ella con su camison sin bombacha y yo como estaba. Seguí con mis tareas eléctricas, pero había quedado caliente y con ganas de explorar su culo, que al marido no le había entregado (dicho por él). Asi que mientras ella lavaba platos en la cocina me acerqué por atrás y comencé a pasarle mi pija por su culo sin bombacha y sobre su camison de seda. No se imaginan que sensación la de sentir la raya con la seda....le empecé a acariciar las tetas, ya paradas y ella con su mano tomó mi verga y se la pasaba por el culo a morir, mientras empezaba a gemir. Yo estaba al palo otra vez. Me decia “ ya me empapé otra vez!!!!! quiero tu pija de nuevo. Automaticamente le levante el camison, la recliné sobre la mesada y se la meti en esa concha lubricada como nunca. Mientras le daba por la concha, le agarré un pezón y sentía como se movía esa teta hermosa mientras que con la otra mano le jugaba en su agujerito anal. “Me parece que esta cola necesita masajes” le dije mientras le metia suavemente un dedo y después otro. Ella estaba ardiendo de calentura y lo demostraba dando embestidas con su concha, hasta se sentia el ruidito de su lubricación. Ella me decía “ayyyyy como me calentas!!!! tengo la concha desbordando de flujo!!!!! En eso comencé a mover mis dedos en su culo y ella comenzó a pedir: “ quiero que me cojas y me acabes en la cola” Dicho y hecho saqué mi verga chorreante del flujo de Vale y se la fui metiendo de a poco en la colita virgen. Ella quejandose de dolor pero a su vez tan caliente que empujaba para que entre mas!! Cuando estuvo toda adentro le empecé a frotar si clitoris y solita de la calentura comenzó a moverse. Yo estaba muiy caliente sintiendo como gemia y pedia leche, mientras miraba por el costado el vaiven pendulante de sus tetitas calientes. Y asi fue como empecé a trincarla con fuerza hasta vaciar mi leche en su cola mientras ella me bañaba las bolas con su acabada. Se la saqué, le chupé un rato la concha hasta hacerla acabar de nuevo y nos vestimos, esta vez ella con un atuendo deportivo. Volvimos cada cual a lo suyo y a los diez minutos cayo el marido.

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