mi vecino asqueroso 4



No podía casi contener a mi cuerpo que estaba cada vez mas cerca del orgasmo, era obvio que lo que me había puesto era muy fuerte, porque no podía casi ni pensar y poco a poco comencé a gemir para su asquerosa satisfacción -¡¡Ahhh ahhh ahhh asi ahhhhhh Ho asii asiii oohh!! El al escucharme aceleraba sus embestidas y me embestía con mucha fuerza, sentí que me partía por dentro, era un dolor de extraña sensación, en eso el maldito agarro mis nalgas y empezó a moverla rítmicamente hacia su miembro mientras que me decía -¡¡Aaaahhhhh que rico que coges Cintia, estas mejor que una puta de lujo, nadie me había excitado tanto, vamos move el culo asiiii aaahhh!! Yo lloraba al escuchar sus insultos, pero mi cuerpo seguía fiel a su objetivo de terminar. Me habrá estado cogiendo cerca 20 minutos, ya me había acostumbrado a mis gemidos y al ruido que provocaba mis nalgas al chocar con su vientre, con un movimiento rápido, me tomó de los brazos y los jalo hacia atrás y así en esa pose me comenzó a coger con mucha fuerza, metía y sacaba su miembro de mi ser de una manera increíble y dolorosa para mi, mientras que el entre gemidos decía -¡¡Aahhhh que bonita te vez asiiiii disfrutandooloo como una putita!! No tardo en venirse pronto ahora en esta posición y yo también, llorando al sentirme tan culpable y sucia, el sabia como debía sentirme ya que me dijo al oído suavemente -¡¡Disfruta tu venida Cintia, se que te gusto!! Yo tenia mucho odio, me sentía totalmente humillada, pero mi cuerpo en lugar de volver a la normalidad subía cada vez mas su temperatura, el debía saberlo, porque rápidamente y sin perder tiempo subió mi tanga junto con mi pantalón refregándome bien mi cola y me tomo del brazo dirigiéndonos adentro de la casa, yo gimoteaba y lo insultaba intentando safarme, pero su fuerza era muchísimo mas que la mía y su tamaño ni hablar, llegamos rápido a un cuarto, que obviamente era el suyo, toda la pieza estaba lleno de fotos de mujeres semi desnudas o desnudas, el olor era bastante pesado y una sola cama. Rápidamente me tomo por la cintura, me giró y me metió un beso asqueroso moviendo a todo lo que daba su lengua contra la mía, sus manos bajaron hasta agarrarme fuerte de los cachetes de mi cola y me apretó contra él para comenzar a moverme contra su bulto, me estaba refregando vilmente mientras que su boca parecía que succionaba la mía, era algo totalmente espantoso.

De pronto, sus manos soltaron mi cola y se pusieron sobre mis hombros, yo seguía inmóvil, entonces el dejo de besarme y me dijo con un grito -¡¡Vamos ponete de rodillas putita!! Y luego me hizo a arrodillar empujando de mis hombros, yo aunque intente resistirme, el me tenia con duchísima mas fuerza que la que yo podía llegar a hacer, así que quede a sus pies, su miembro estaba gordo y muy duro, el al tenerme totalmente sometida siguió humillándome, dándome golpes en mi cara con su miembro, que parecía un machete de lo duro que estaba, yo lo miraba completamente asustada y llorando, hasta que el se detuvo, pero luego volvió a la carga, se tomó su hinchado miembro y me empezó a golpear mis pechos, mientras que con la otra mano me las apretaba fuertemente, después de unos minutos se detuvo y se inclino un poco hasta poner su miembro a la altura de mis pechos y me dijo -¡¡Vamos bebe, ahora dame un buen masaje con esas tetotas que tenes!! Yo no sabia que hacer, pero su miembro en mi canalete lo daba por sobre entendido, así que llorando mas y mas, me tome los pechos y los junte contra su miembro, sin hacer nada mas, pero el rápidamente comenzó a mover su miembro y también agarrándome mis pechos impuso un vaivén lento y humillante, mientras que gozaba terriblemente y entre gozos me decía -¡¡Que bien lo estas haciendo putita, me volves loco con estas tetas!! Estuvo un buen rato así gozando de mis pechos y del masaje que estos le hacían, entonces tomo su miembro y lo apunto a mi boca, teniéndome la cabeza, yo me ahogue y casi vomito, el olor era bastante fuerte, pero no tenia otra opción que chupar ese miembro, ya que el me tomó la cabeza con las dos manos y empezó a moverse rítmicamente, me estaba cogiendo la boca con un movimiento que me lastimaba al ser tan gruesa, me dolía mucho y comencé a intentar pellizcarlo y golpearlo para que parara, pero el se rió y me dijo mirándome fijamente -¡¡No, aguantá, ahora no!! Y siguió aun un poco mas rápido, yo sufría mucho y los costados de mi boca me dolían de tan estirados que estaban, el comenzó a tirarme de los pelos, mientras movía mi cabeza para adelante y atrás aumentando el dolor, yo pensé que me desmayaría, no se cuanto tiempo fue que estuvo así pero pareció una eternidad, hasta que paro y dio un ultimo empujón metiendo su miembro lo mas adentro posible de mi boca y acabó.

Parecía que me ahogaba mientras me entraba el semen directo al estómago y estuvo como cinco minutos así para asegurarse que tragara todo. El sonreía con aires de victoria y mirándome burlonamente me dijo -¡¡Hoy te voy a matar a pijasos perra!! Yo lloraba y lo miraba fijamente, con mucho odio al saber que el debía sentirse un ganador, al poder tenerme absolutamente impotente entre sus manos, para hacerme lo que quisiera y cuantas veces quisiera, estaba en sus manos para gozarme a voluntad. Luego sin media palabra, me levanto y con un fuerte empujón me tiró sobre la cama, yo me asuste por la violencia y sabiendo que volvería a violarme, pero eso a mi cuerpo lo excitaba mas y mas y sentía que cada vez le gustaba mas sentirse dominado, yo casi temblaba de miedo mirando como el se acariciaba su gordo miembro y lo masturbaba lentamente, mientras se deleitaba mirando mi cuerpo con esa cara de enfermo depravado. Luego con su voz fuerte me dijo -¡¡Vamos pendeja, sacate el pantalón y abrite de piernas!! Yo temblaba y lentamente lo iba haciendo, mientras el miraba babeando casi, luego con mucho miedo y vergüenza, abrí mis piernas lentamente, doblando mis rodillas, yo cerré los ojos fuertemente y le di a entender que mi exuberante cuerpo sobre la cama, en esos momentos era suyo. Mis lagrimas caían por mi rostro mientras que mi cuerpo pedía a gritos un desahogo, el se acomodo casi sobre mi, lo podía sentir sudando y agitado ya con excitación incontrolable, y luego sentí la punta de su miembro en la entrada de mi vagina, el calor se animo en mi interior y el aprovecho para hundir todo su enorme miembro en mí, sentí caer su barriga sobre mi vientre, su peluda y tosca piel se aplastaba con presión a mis muslos. Su respiración era cada vez mas agitada y ansiosa, parecía un perro desesperado. 

La situación de que me gozara Alejandro, con su cara de estúpido, su morbo asqueroso por las prostitutas, siendo mucho mayor que yo, regordete y muy feo; me hacia llorar cada vez mas y me daba ganas de matarlo si pudiera. El empezó un vaivén mas o menos rápido y mi cuerpo reaccionaba internamente a sus embistes, y en bajo mis gemidos se empezaban a escaparse de mi boca -¡¡Mmmmm!! ¡¡Ahhhhhh!! Cada vez gemía mas fuerte mientras que mis lagrimas recorrían mis mejillas, el al darse cuenta de mis gemidos y mi dolor interno aprovecho y entre risas de burla me decía, -¡¡Ahhhhhggggg Cintia, ahora es tarde, tu increíble cuerpo ya es mío...sentí como te cojo....!! El dolor que me causaban sus palabras era imposible de describir, solo quería que esta pesadilla terminara, cuando el se detuvo de pronto, saco su miembro, se hizo para atrás y tomándome de los tobillos, junto mis piernas y las puso cada una sobre cada uno de sus hombros y luego empezó con sus embistes pero mucho mas fuertes que antes, el ritmo era salvaje y violento y yo gritaba mas que gemir -¡¡Ahhhhyyy!! ¡¡Ahhhhyyy!! ¡¡Ahhhhyyy!! El transpiraba cada vez mas y gemía fuertemente mientras que me decía -¡¡Eso Cintia, sos mi puta!! ¡¡Me encanta ver como te saltan tus tetas, vamos gritá puta, gritá!! El se movía contra mi cuerpo con un deseo y odio parecía que me hacia sentirle mas miedo.

Cuando de repente tiro mis piernas sobre mi, quedando casi encima mío y acelerando aun mas la penetración, su cara de gozo y su transpiración eran demasiado espantosas, el debía suponerlo porque me miraba y se reía vilmente, hasta que de pronto el maldito me escupió, logrando que su saliva cayera en mi rostro, yo llore con furia ante esa inmunda humillación, y el debió darse cuenta porque volvió a escupirme, pero esta vez haciendo que su saliva cayera en mis pechos, la humillación era demasiada, pero el se excitaba mas y mas, porque aceleraba sus embestidas y saltaba contra mi haciendo que me muriera de dolor y humillante placer, se reía vilmente y me decía -¡¡Vamos, juntate tus tetas, apretatelas!! Yo con lagrimas en los ojos, lo hice mientras que el gemía cada vez mas y yo poco a poco también iba sintiendo mucho calor, era evidente que iba a llegar a un orgasmo -¡¡Ahhhhhhhffff!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhgggggggg!! El de pronto en un movimiento rápido se salió de mi, dejando mi orgasmo sin terminar, se puso al costado mío y se masturbó sobre mis pechos, acabando rápidamente sobre ellos y salpicando mi cara, yo lloraba cada vez mas, y el disfrutaba con mi llanto, ya que luego comenzó a golpearme con su miembro casi muerto y a pasármelo por mis pechos y cara, lo refregó por toda mi cara, mis ojos, nariz, barbilla, etc. Era muy espantoso como me disfrutaba ese gordo inmundo, yo lloraba sin consuelo, mientras que mi cuerpo seguía sintiendo ese calor descontrolado. 

Luego se acostó al lado mío, con su respiración agitada y suspirando seguramente después del terrible orgasmo que acaba de tener, no se cuanto tiempo estuve en silencio llorando, mientras que el recuperaba su respiración normal, cuando de pronto, me tomo de la muñeca, me levantó de un tirón de la cama y yo intente soltarme pero me tenia muy fuerte y me llevo hacia el baño, donde me paso agua por la cara y me limpio todo su asqueroso liquido. Luego me tapo la boca y me dijo al oído -¡¡Todavía tengo mucha leche para darte putita!! Yo llore con más intensidad, de saber como el maldito se iba a seguir aprovechando de mi cuerpo y como yo no podía hacer nada para impedírselo, y lo peor de todo es que mi cuerpo quería recibirlo, estaba todavía muy excitada, sin lugar a dudas lo que me había puesto en el café era muy fuerte, y mi cuerpo me lo hacia notar.

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