La hija de mi jefe

Hola me llamo Mario tengo 35 años lo que les voy a contar a continuación sucedió una noche de verano proximo a fin de año motivo por el cual decidimos realizar un asadito con mis compañeros de trabajo con el objetivo de despedir el año y pasar un buen rato.

Estabamos ansiosos esperando que el asadito estuviera listo cuando llego nuestro jefe acompañado de Melisa su hija de apenas 16 años.

Cuando ingresaron nadie podia creer en como se habia desarrollado la nena, con una blusita escotada y una mini blanca ajustada que dejaba apreciar unos glúteos perfectos.

Pudiéndose notar que tenia puesta una tanguita del mismo color de la mini, e igual de diminuta, en ese instante creo que la chica se sintio desnudada por nuestras miradas, me incluyo admiraba ese cuerpo perfecto unas piernas hermosas y firmes como su culo.

Una vez que todos comimos y bebimos a nuestro antojo note que Julio nuestro jefe habia tomado mas de la cuenta, por lo que alrededor de las tres de la mañana Melisa se me acerco y me pidio que los acercara hasta su casa puesto que su papa no estaba en condiciones de conducir.

Con la ayuda de un compañero de nombre Carlos llegamos a la casa de nuestro jefe, la nena me pidio si podia llevar a su padre a su habitación para que durmiera puesto que ellos vivian solos desde que se separaron sus padres.

A duras penas acoste al viejo, cuando regrese al livin encontre a Carlos besando acaloradamente a Melisa, quise deslizarme sigilosamente para poder marcharme y dejarlos solos, sintiendo envidia de ver como la mano de mi amigo acariciaba ese culo perfecto.

Cuando mire que el me hacia señas para que me acercara, mientras ella con mirada complice me invitaba a que me uniera a ellos.

Cuando estuve junto a ellos Melisa apoyo su cola en mi bragueta que a esa altura estaba redura y empezo a frotar su cuerpo al mio, en un momento dado ella se dio vuelta y me estampo un beso de lengua que casi me llega a la garganta.

Estaba tan exitada que por momentos se le escapaba una sonrisa involuntaria mezclada con gemidos productos del manoseo a que estaba siendo sometida por parte de mi amigo, con una mano acariciaba sus tetas aun pequeñas pero duras y con la otra metia los dedos en su conchita que estaba empapada, entonces Carlos le ordeno que me chupara la pija a lo que ella sin perdida de tiempo y con mirada inocente me pidio, señor puedo meter su pene en mi boca?.

Sin esperar una respuesta obia abrio el sierre y salto de la bragueta mi verga que a esa altura parecia una piedra, y de una manera increíble comenzo a pasar su lengua por todo el miembro para meterse en forma casi desesperada todo en la boca, creo que llegaba a la garganta y como una experta en la materia me masturbaba con sus labios, dejando en claro que para chupar pijas no hay mejores peteras que las pendejas.

Luego de mamarmela como nunca nadie lo habia hecho se lavanto y tomando de la mano a mi amigo nos llevo a un sillon inmenso, de un manotazo acosto a Carlos para luego subirse ella y sin sacarse la tanguita empezó a moverse y a frotarse encima, entonces mi amigo le suplico que dejara meterla en su conchita a lo que ella respondio afirmativamente, siempre y cuando no termine dentro, en un segundo la pija de Carlos fue devorada por esa conchita hambrienta de pollas, sus cuerpos estaban entregados a un ritmo infernal, la niña cabalgaba en forma desesperada y sus gemidos podrían llegar a despertar a su padre.

Mientras yo me masturbaba mirando semejante espectáculo, la nena me pidio al oido que se la metiera en el culo y que no me preocupase en lastimarla porque ella ya habia probado una verga en su cola, y una vez lubricada la pija con la saliva de ella apoye la cabeza del pene en ese agujero tan deseado, separe los cachetes de tan hermoso culo y de a poco fui metiendome en su cuerpo, no podia creer que habia entrado todo, comenze a moverme despacio mientras mi amigo le daba con todo a su concha, sus gemidos pasaron a ser casi gritos, ya no me importaba si el viejo se despertara, solamente queria gozar de ese cuerpo divino que se retorcia de placer, no tenia piedad de su culo se lo metia con fuerza sentia como mis huevos chocaban en sus nalgas, ella rogaba que no parasemos.

En un momento dado no aguante mas y se la saque para acabarle en la cara, ella abrio su boquita y recibio toda mi leche, se la trago toda succiono hasta no dejar una sola gota.

Carlos tampoco aguanto demasiado y sacando su verga de la concha se la metio en el culo acabando dentro de el.

Melisa continuaba moviéndose como una verdadera puta, en su mirada pude observar que estaba satisfecha, seguramente tuvo varios orgasmos.

Nos vestimos para regresar a la fiesta, la nena nos despidio con un beso de lengua a ambos, nos dijo que de ahora en adelante seremos sus novios, que queria volver a repetir la experiencia pero con una compañera de ella, quedamos en que lo hariamos lo mas pronto posible y partimos.

A mitad de camino seguia con la pija dura, pense en lo bien que la pase con la pendeja, y me senti priviligiado al ser elegido por tan preciosa criatura.

Espero que les haya gustado este relato, si es asi prometo contarles el dia que conoci a la compañerita de Melisa, tan linda y tan puta como ella.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.