Obligado a tener sexo con valentina


Me encontraba en mi casa solo, pensando en mi prima, en aquellas noches de sexo que tuve con ella gracias a ese delincuente; ya había pasado un mes y unos días, no la podía olvidar, extrañaba tenerla en mis brazos, acariciarla, besarla, poseerla, hacerle el amor; pero no se podía, habíamos hecho una promesa de no volverlo a hacer.
Me puse a ver Tv como de costumbre, miraba hacia el aparato pero no me podía concentrar, pensaba tanto en ella que yo mismo me di cuenta de algo: me había enamorado de Valentina, no era posible, ella era mi prima y mi mejor amiga. Me encontraba en un gran dilema, cuando repentinamente sonó el timbre de mi casa. Salí hacia la puerta con mucha pereza, al abrirla me di con una gran sorpresa: en mi puerta estaba parada una diosa, vestía con un escotado polo negro, una minifalda de jean  y unas sandalias bajas ¡era mi prima, era mi Vale!
-Hola primito… ¿estás solo?
-Hola Valentina, que sorpresa, sí, estoy solo, pero pásale…
-Gracias Rony.
Ambos entramos, nos sentamos  en el sofá más grande de mi sala, muy juntitos, ella se sentó cruzando las piernas.
-¿y qué milagro que vienes a visitarme?
-Ay Rony lo que pasa es que tengo que decirte algo muy importante primito, no me atreví hasta hoy…
-OK nena, soy todo oídos…-dije algo nervioso.
-Ay. Este no sé cómo empezar, bueno hay te va-dijo algo apenada pero prosiguió-lo que pasa es que desde que pasó ese hecho que nos marcó la vida no he dejado de pensar en ti ni en los momentos tan lindos que juntos hemos vivido. He estado pensando todo este tiempo y me he dado cuenta que me he enamorado de ti mi niño, al principio no lo quería aceptar, me daba miedo, no sé porque, pero al pensarlo muchos días por fin lo acepté. Yo te amo mucho Rony, me he enamorado de ti, yo sé que está mal porque somos primos pero este sentimiento es más que todo lo moral…
Al escuchar cada palabra que me decía no podía ocultar mis nervios ¡mi prima me estaba diciendo que estaba enamorada de mí! No lo podía creer, me parecía estar en un sueño. Llegó el momento en que no podía callar más, tenía que decirle lo que sentía, quería que se enterase de mis sentimientos también, así lo hice.
-Yo también te amo primita…lo eres todo, siempre pienso en ti, en cada instante, en cada segundo que pasa. Me enamoré de ti y no sé qué hacer, somos primos, lo sé, ese es nuestro pecado…
-No digas más mi amor…-dijo mientras se abalanzó hacia mí para robarme un apasionado beso en lo labios.
Ambos caímos acostados en el sofá, ella encima de mí con las piernas abiertas, me besaba con desesperación, como si lo  hubiese deseado desde siempre.  Con ambas manos me fue desabrochando la camisa hasta tenerla afuera, su lengua fue recorriendo mi cuello, lo besaba, me daba piquitos en mi bien formado pecho, lo lamía, fue bajando hasta llegar a mi jean, lo desabrochó y bajo muy rápido, la pobre se notaba que estaba desesperada por ver mi pinga que ya estaba lista para la guerra. Me sacó el pantalón y también el bóxer, fue allí donde mi pinga salió disparada de esa cárcel. Al ver mi instrumento, mi primita lo agarró con las dos manos y se lo metió a la boca, sus mamadas eran espectaculares, su boquita mamaba la cabeza de mi pinga  muy fuerte, adentro de su boca podía sentir como la punta de su lengua tocaba con mi pinga, la nena la movía circularmente muy despacito. Una de sus manos las puso en mi tronco, con un vaivén extremo iba masturbándome mientras la otra mano acariciaba muy dulcemente mis huevos.
-Ahhh…primita extrañaba tus mamadas…eres grandiosa nena…
-Y yo extrañaba tener tu pinga entre mis manos y mi boca amor…me encantas mi niño…
-Ohhh…y tú a mí Valentina…que suerte tengo de tenerte como prima…
-Y yo tengo mucha suerte de  tener un primo con la pinga gigante…Hummm…que rico esta tu pene cariño…tiene buen sabor y esta calientito…Uhhh…
-Ahhh…que rico lo haces…vamos un poco más rápido nena…Ohhh…métetelo todo…
-Eso intento pero es muy grande…Uhhh…
La excitación estaba al máximo, quería sentir un sexo salvaje, sin avisarle me puse de pie y la agarré muy fuerte de su hermoso cabello lacio, le metí todo mi grueso miembro por la boca, la pobre niña daba arqueadas y  solo recibía ese trozo de carne por la boca, se veía que le entraba hasta la garganta. Comencé con un mete y saca rápido, podía ver como entraba mi miembro por esa dulce boquita, ella me miraba desde abajo, se veía muy linda con mi pene dentro de ella. La follaba por la boca muy rápido, pasó un buen rato hasta que ya no aguante más:
-Me vengo muñeca…te voy a llenar la garganta de leche…-dije mientras la follaba por la boca.
-Si amor…dame lechita…Hummm…
-Ok primita…
Al acabar de hablar solté todo mi esperma en su boquita, unos cuantos  chorros de semen inundaron toda la garganta de esta diosa que tengo como prima, Valentina solo recibía su lechita calientita arrodillada frente a mí.
-Ahhh…Ahhh…que rico…eres una gran mamadora zorrita…Ufff…
-Ay cariño como me gusta tu lechita…soy tu perrita nene…hazme gozar Rony…
-lo que ordenes mi amor…
Mi pichula lucía espectacular, como si no hubiese pasado nada, estaba tan erecta como antes. Agarré a mi prima de la cintura y le saqué la tanguita roja que traía puesta,  la puse en cuatro encima del sillón, le remangué la minifalda en la cintura y cuando ya me disponía a meterle la pinga por su jugosa conchita depilada me dijo:
-No amor no me la metas por allí…métemela por mi culito…mi anito extraña mucho a tu pinga cariño…Anda, complace a esta putita…
-No lo sé tengo que pensarlo…-dije haciéndome de rogar para escucharla suplicarme.
-No seas malito…métemela por el culo…me encanta el sexo anal…y tú lo haces increíble…vamos amor ¿sí? No seas malo…
-Está bien muñeca…pero a mi ritmo…después no te quejes…Hoy tu primo te parterá el culo…
-Gracias mi niño…tu siempre complaciéndome…Vamos que esperas…pártele el culo a esta perrita ansiosa que se muere por tener ese pedazote de carne en su intestino… Uhhh…
No me hice más de rogar y le fui hundiendo  mi pichula por su anito, su arrugado esfínter puso un poco de resistencia al principio, pero luego de meterlo con más fuerza se abrió de par en par y dio paso a mi imponente verga.
-¡Uuuu! Ohhh…Ohhh…como extrañaba tener tu pene dentro de mí…Uhhh…que rico…
-Sí nena yo también extrañaba metértelo por tu culito…Uhhh-dije mientras ya estaba casi la mitad del tronco adentro.
-Ay…por dios…que rica sensación…Uhhh…me partes…me encanta…me encanta…Ohhh…Ohhh...Ahhh…
-Sigues apretadita Valentina…que rico…está muy calientito…Ahhh…
-Ufff métela toda…ya no aguanto el placer…Ahhhhhhhhhh…Ahhhhhhhhhh…rómpeme el culo…
-Lo que ordenes putita…-dije mientras metía muy duro toda mi pinga hasta que sus nalgas chocaron con mi ingle.
-Ohhh…Si…Si…Si…que rico…Uhhh…Ahhh…siento que me está pasando electricidad…Ohhh-gemía muy fuerte.
La agarré nuevamente de la cintura y la empecé a taladrar muy salvajemente, mi pinga entraba y salía de ese enrojecido culo mientras  sus nalgas chocaban con mis huevos, al pasar esto se hacía un ruido muy duro característico de esta posición.
-Ayyy…Ayyy…Ohhh…Si…eso es…más fuerte más fuerte…Ya…ya…ya…Uhhh…-gemía Valentina muy fuerte.
-Ahhh…
-Hasta el fondo primito…Hasta el fondo…
-Eres una insaciable zorrita…
-Cáchame más fuerte…Sí eso es…así nene…así…Uhhh…Ohhh…
-Ohhh…
-Ohhh…Ohhh…Amo el sexo anal…Amo el sexo anal…-Gritaba mi primita como una loca.
Valentina se había convertido en una adicta al sexo anal, o bueno eso se sobreentendía. Mi prima tiraba su culito para atrás para que las envestidas sean más violentas, movía sus caderas y su culito en forma circular mientras no paraba de gemir.
-Uuuu…soy adicta a tu pinga Rony…Ohhh…Ohhh…Te amooo…Ay…Ay…Ahhh…
-Y yo adicto a tu cuerpo Vale…eres una reina…eres mi diosa amor…
-Ohhh…más…más…más…eso…así…Ahhh…
-Ahhh…
-Sigue…sigue…sigue…Ohhh…no pares por favor…
-Soy tu esclavo Valentina…
-Ohhh…entonces te ordeno que me la metas hasta el fondo…Ayyy…Ahhh…que ricooo…
-Eres una perra insaciable…
-Uuuu...No Rony…tu si sacias todos mis deseos…Ahhh…Ahhh…Ahhh…me rompes…Ufff...
Sus deliciosas nalgas chocaban y rebotaban con mis envestidas, la sensación era indescriptible, deliciosa, la nena gemía y gritaba muy duro mientras le ensartaba toda mi pichula. Yo también me quejaba un poco por la fricción que había entre su ano y mi verga, es que  cuando no se usa lubricante suele ser un tanto doloroso, pero el placer era más, además la combinación del placer y el dolor es exquisito.
Estuve follándola en posición de perrito por mucho rato, luego quise cambiar de posición, así lo hice, le saque la pichula de su culo y la acosté boca arriba mientras le iba sacando su polito negro que la hacía ver tan sexy y provocadora, agarré sus dos piernas con ambas manos y las apoyé en mi hombro derecho, luego le metí  todo mi miembro en esa pequeña cuevita que tiene mi Vale. Su enrojecido esfínter se fue abriendo para dar lugar a mi imponente falo, entro todo, una vez dentro lo fui metiendo y sacando a mucha velocidad mientras que con mis manos le iba acariciando sus deliciosos senos que estaban bien paraditos. La posición era profunda, iba enterrando todo mi pene en ese culito a gran velocidad, la nena gemía muy duro, gritaba, se acariciaba sus senos, se sobaba la conchita con dos dedos. Llegó el momento en que tan duras eran las envestidas que sus ojos se empañaron por las lágrimas, pero contrario a eso me pedía que le diera más duro.
-Ayyy ya…ya…Ohhh…que ricooo…Ufff…Ahhh…Ahhh…
-Como te gusta tenerla adentro primita…te ves riquísima con mi pinga adentro…
-Ahhh…que rica esta tu pinga amor…Ayyy dame más papito…violame…vamos viólame…Ohhh…
-Ahhh…
-Ohhh…Ohhh…Ohhh…eso es…así…sigue…sigue…sigue…Uhhh…ya…ya…ya…
La agarré de la cintura y la follé como dios manda, por ratos despacito y por otros muy duro, ella estaba mojadita, no paraba de venirse, sus líquidos inundaban toda esa conchita mientras ella sudaba como puta en orgía.
Veía hacia abajo y notaba como mi verga entraba y salía de esa cuevita rica, su vagina pedía también ser follada por mi pinga; le saqué la verga de su ano y se la empuje en esa delicia que tiene por conchita. Los labios vaginales se habrían para dar paso a mi imponente pichula, la metí hasta el fondo, mientras con ambas manos le abría las piernas lo más que pude, me gustaba ver a mi prima así, con las piernas abiertas esperando que yo la penetre.
La fui follando por mucho rato, hasta que me corrí en lo más profundo de su jugosa concha, luego nos fuimos a seguir follando en mi habitación 3 veces más hasta que los dos caímos rendidos, así desnudos nos recostamos en mi acogedora cama, ella apoyó su cabeza en mi hombro mientras yo la abrasaba, era una escena algo tierna, luego de acariciar su rostro le pregunté:
-Oye nena ¿con quién habías tenido relaciones antes de aquel día en que vino ese ladrón a tu casa?
-A este…bueno con un enamorado que tuve, fueron solo dos veces, luego el desgraciado me dejó por otra…-dijo algo apenada.
-Oye nena ¿y tu hermano te sigue pidiendo que tengas sexo con él? Disculpa por preguntar pero es que me mata la cólera de saber que ese mocoso te sigue chantajeando…
-No me hagas recordar a  ese niño malcriado…-dijo algo furiosa pero prosiguió-No, ya no. Le tomé unas fotos masturbándose y le dije que si me seguía chantajeando les mandaría esas fotos a sus amigas. Al final hicimos un trato y ya no me pide nada de esas cosas, ahora estamos intentando volver a ser los hermanos de antes.
-Felizmente tomaste esas fotos porque si no…-dije algo serio, luego se me ocurrió hacerle una pregunta que seguramente le incomodaría mucho-Oye Vale me podrías contar como así Nico te obligó a tener relaciones con sus amigos.
-Ay Rony me da mucha vergüenza, además de solo recordarlo me da ganas de llorar…
-Por favor  cuéntame…sé que es muy duro para ti pero necesito saberlo…
Luego de que lo pensó un rato me respondió:
-Está bien…lo haré, pero  será la única vez que lo haga, no tengo buenos recuerdos de ese día, fui casi violada.
Recién me había dado un baño, estaba en mi habitación, me había puesto una tanguita y un brasier de color negro, encima de eso me puse mi bata de baño. Estaba acostada en mi camita boca abajo leyendo unos libros de la universidad, en todo el día no tenía nada que hacer, leía el libro pero no me podía concentrar, pensaba en lo que pasó ese día en mi habitación, la llegada del ladrón, y en especial cuando nos obligó a tener relaciones, estaba mojadita al recordar lo delicioso que fue cuando me partiste mi culito, aún me dolía; también pensaba en mi hermano Nico, el muy desgraciado se estaba aprovechando de mí, me pedía a cada rato tener relaciones, me tenía en sus manos. Mientras pensaba en todo esto la puerta de mi habitación se abrió. Era Nicolás, traía una sonrisa de oreja a oreja de tan solo mirarme, se acercó a mí, se sentó en mi cama y me dijo:
-Hola Valentina ¿qué estás haciendo?
-ándate Nico, hoy no quiero hacer nada contigo, estoy cansada, por favor…
-Lo siento Vale, estoy con ganas…además he traído a unos amigos para que los complazcas…
-¿Qué? Estás loco, no molestes, no voy a acostarme con tus amigos ¡Lárgate!
-Un momento, el que manda aquí soy yo, o quieres que les enseñe las fotos a mis papas…
-Eres un maldito…-en ese momento lo maldecía con todas mis fuerzas, pero sabía que tenía que acceder, me tenía en sus manos.
-Espérate un rato, voy a hacerlos entrar a tu cuarto.
Estaba desesperada, no quería tener sexo con mi hermano y mucho menos tenerlo con sus amigos, una gran tristeza se apoderó de mí, tiré mi libro al suelo y me puse a llorar.
-Muy bien muchachos les presento a mi hermanita-Dijo Nico al entrar a la habitación-su nombre es Valentina y como se los prometí, ella va a complacernos a todos, es mi esclava, pero ya saben ni una palabra de esto a nadie.
Eran 4 muchachos de la edad de mi hermano, eran unos niños apenas. Me miraban todos de pies a cabeza con unos ojos de morbosos, me desvestían con la mirada, me sentía como una puta, a las justas los pude mirar tímidamente.
-Muy bien hermanita…Quiero que te quedes calata.
-Pero Nico…
-Anda, quítate la bata…vamos no nos hagas esperar mucho…
-Pero es que no puedo…por favor no me hagas esto…
Luego de mucho me di cuenta que debía acceder, que a la larga se saldría con la suya; me paré y me saqué la bata muy despacito, estaba asustada y continuaba llorando, no podía creer que mi hermanito consentido me estaba haciendo esto. Una vez que me saqué la bata, no me saqué nada más, todos los niños me miraban con la boca abierta de pies a cabeza, me sentía deseada por mocosos que no habían tenido ninguna experiencia en sexo.
Nico vino hacia mí y se sentó a mi costado, me dijo que me acueste con las piernas abiertas, sin reprochar lo hice. Los niños me miraban con cara de tarados, se sobaban su pene por encima de su pantalón, pero no se movían de donde estaban, al ver esto mi hermano se rió de ellos.
-Jajaja…Oigan la cena está servida…vengan, disfrútenla…Jajaja-dijo Nico refiriéndose a mí.
Sus amigos se acercaron muy tímidamente y todos se sentaron en mi cama rodeándome, me sentía como una puta esperando hacer lo que sus amos le ordenen.
Mi hermanito llevó una de sus manos a mi entrepierna,  me acarició la concha por encima del calzón, y aunque me dé pena decirlo me dio un placer increíble, estaba mojadita, sus dedos los movía circularmente por encima de mi vagina, mis piernas temblaban mientras que sus amigos por fin se atrevieron a tocarme. Uno de ellos pasó sus manos por mis senos, los acariciaba, metía sus deditos por la intersección de mi piel y la tela de mi brasier. Otro me tocaba las piernas desde mi conchita hasta mis muslos. Otro me daba besitos en mi cintura y caderas mientras que con sus manos me tocaba uno de mis pechos. Y el último me acariciaba el rostro, sus pequeñas manitos pasaban por mis mejillas  hasta que se atrevió a darme un beso en los labios. Me sentía sucia, como una perra mientras que los mocosos no paraban de manosearme.
Ya quería tener esas manitos entrando en mi ropa interior, es que a pesar de todo estaba muy excitada por tanto manoseo. Todos estaban recontra excitados, mi hermano me bajo la tanguita lentamente hasta tenerla en las rodillas, luego se abalanzó hacia mi conchita depilada, metió su pequeña lengüita por mis labios vaginales, la sensación fue deliciosa, no pude contener un pequeño gemido espontáneo.
-Ohhh…
Uno de los mocosos me seguía besando la boca, me la hacía abrir para luego meter su lengua, mientras con sus manos me sobaba a su antojo. Otro de ellos me saco el sujetador muy toscamente, me golpeo uno de mis senos, me dolió un poco pero era más el placer que sentía con esa lengüita en mi interior. Ya desnuda mi hermano me siguió lamiendo toda mi rajita, lo hacía de arriba hacia abajo, dando círculos, me besaba el clítoris, estaba durito,  ya me moría al sentir uno de sus deditos ingresando en mi conchita, lo metía y sacaba muy despacito mientras que los otros muchachos no aguantaron más su excitación y se bajaron sus pantalones, salieron a la luz unos pequeños penes erectos que en un principio me causaron risa, pero obviamente no se los hice saber.
Nico dejo de hacerme sexo oral, se puso de pie y también se sacó el pantalón.
-Párate Valentina…quiero que nos las chupes a todos putita…
-Eres un maldito… ¿no te da vergüenza hacerle eso a tu hermana?
-Cállate, solo haz lo que te dije…
Estaba en sus manos, no me podía negar, además en ese rato estaba muy cachonda por todo el manoseo, además me daba un poco de lujuria pensar en que le mamaría los penes a 4 mocosos que nunca lo habían hecho, y bueno a mi hermano que me chantajeaba.
Me arrodillé frente a Nico, me sentía nerviosa mientras las lágrimas no paraban de caer de mis ojos. Sin más preámbulos le agarré la pichula a mi hermanito pequeño y lo masturbé, mi mano subía y bajaba mientras que mi boca se acercó al glande para luego metérmelo a la boca. La llevaba de adentro hacia fuera, de afuera hacia adentro de mi boca y con la lengua la lamía dentro de mí como a una paleta.
Los amigos de mi hermano me rodearon por completo, uno de ellos agarró mi mano y la puso en su pequeña verga, me dijo que le haga lo mismo que le hacía a Nico, sin hacerlo esperar lo comencé a pajear; al ver esto otro de sus amigos agarró mi otra mano y me hizo hacer lo mismo. Estaba mojadita, a pesar de que era contra mi voluntad me sentía muy excitada. Bajé a los huevos y también los probé, era una verdadera perra en ese momento, ni yo me reconocía.
-Hermanita… ¿te gusta mi verga?
-Mmm está muy rica Nico…-fueron palabras que salieron sin pensar, quizá por la excitación del momento.
-Ahhh…me llevas a las nubes Valentina…que rico lo haces…
-Ay…hermanito…me gusta mucho tu pinga…
Me agarró mis cabellos con ambas manos, me hizo doler un poco, y luego presiono su pichula contra mi boca, me empecé a asfixiar por lo que hizo, es que él era el que la tenía más grande de todos.
Los otros chicos que nos les hacía nada se masturbaban mientras miraban la escena. Luego de un rato Nicolás me dijo:
-Ahhh…Hermanita me vengo…
Me separó de su falo y me puso exactamente en el centro de todos, él solo se pajeaba a máxima velocidad hasta que descargó toda su leche en mi rostro y boca. Estaba calientita, fueron como tres chorritos de esperma que lanzó mi hermano hacía mí. Después de él dos de sus amigos también me bañaron toda la boca y el rostro de lechita, me sentía como una puta, en ese momento ya no tenía vergüenza de nada, mis manos se dirigieron a mi vagina, uno de mis dedos los iba metiendo en mi rajita mientras esperaba el siguiente chorro de leche. Al final todos se corrieron en mi boca, mi rostro estaba empapado de leche, me obligaron a tomarme hasta la última gota, y bueno aunque me cueste admitir gustosa los complací.
En sus rostros se les veían unas ganas tremendas de meterme sus penes, eso era muy excitante, se podía ver sus verguitas duras que acababa de tener en mi boca, ahora tendría que soportarlas en mi interior. Me sentí abrumada por un momento, pero con ganas de que lo hicieran, y sé que te dije que fue una violación pero ahora que lo cuento me he dado cuenta que en realidad yo también disfruté del momento. De hecho que estaba arrecha y con ganas de que me cacharan, lo deseaba como nunca.
Luego de tragar todo el esperma, mi hermano se acostó boca arriba en mi camita, su pichula ya estaba dura otra vez.
-Ven acá putita, te voy a dar tu trozo de carne de todos los días.
-Ok cariño...-solo atiné a decir eso.
Me puse encima de él con las piernas abiertas, pero no me atreví a metérmela, quise esperar para ver lo que él hacía. Entonces fue que sentí como acomodaba la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, con solo hacer contacto hacía que me moje más de lo que ya estaba.
Me agaché hacia su rostro, fue allí donde me dio besitos muy tiernos, sentí su cabeza empujando entre mis labios para abrirse paso, a lo que yo reaccionaba abriendo más las piernas para mayor comodidad, mi cuerpo estaba sudando y la cama comenzaba a moverse, finalmente logró meterme la cabeza .
Comenzó a meter y sacar su miembro por mi rajita, lo hacía muy fuerte, sentí como me taladraba la vagina, se estremecía mi cuerpo cuando mi concha recibía todo ese trozo de carne, mi conejito se humedecía cada vez más.
-Ohhh…Ohhh…Ohhh…que rico me cachas Nico…Ayyy…Ahhh…
-Ahhh…hermanita eres una diosa…
-Ohhh…Ahhh…ya…ya…ya…Auuu…
Él me seguía dando piquitos, con ambas manos me acariciaba mis pechos,  los tenía paraditos y muy duros por tanta excitación; en tanto, sus amigos nos miraban como teníamos sexo, estaban con los penes totalmente empalmados.
-Pero vengan muchachos…ustedes también tienen derecho de disfrutar a Valentina…-hablo mi hermano al ver a sus amigos.
Al escucharlo se acercaron, uno de ellos se puso atrás de mí, no podía ver lo que hacía pero sentí como otra verga se hacía paso por mi conchita. Al sentir dos adentro grité como una loca, mi vagina se abría al máximo para poder resistir dos adentro. Me dolía mucho, y si bien ya había hecho algo parecido contigo y mi hermano, no me podía acostumbrar tan rápido.
-Ahhh…Auuu…Ayyy…Sácala como te llames…no seas Bestia…Auuu…Ahhh…Ahhh…
-Aguanta Valentina…si tú eres una zorra-respondió ese mocoso.
-Ayyy…Uuuu…Ya…ya…ya…me parten…Por favor…Uuuu…
Seguí gritando como una loca hasta que uno de esos niños me tapó la boca con su pinga, me la metió hasta la garganta de un solo tirón, me agarró del cabello y me folló mi boquita. Los otros dos mocosos me agarraron de las manos y me obligaron a masturbarlos.
El placer me nubló la cabeza, solo me dedique a disfrutar de las envestidas que recibía por mi vagina y mi boquita, luego de estar en esta posición como una perra me di cuenta de lo que estaba haciendo, del daño que les estaba causando a esos pequeños, pero no era mi culpa, estaba siendo obligada a hacerlo, me sentía mal otra vez, mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas una vez más, hasta que no pude contenerme más y las lágrimas brotaron de mis ojos. Quise decir algo pero yo no podía hablar con la boca llena, solo los escuchaba jadear muy fuerte a todos.
Mi hermano seguía follándome muy duro, ambos penes entraban y salían por mi conchita que ya estaba muy lubricada, estaba con ganas de más, quería un sexo más salvaje aún, quería que me lo metan por mi culito, pero cómo se los decía, mi mente lujuriosa pensaba en una forma para pedirles que me lo metan por el ano, justo el chico que me lo metía por la boca sacó su pinga quién sabe para qué,  no aguante más y grité como una puta regalona.
-Ahhh…métanmelo por el culo…por favor…Ay…Ahhh…
Ni bien escuchó lo que dije, el mocoso que estaba atrás de mí sacó su pequeño pene de mi ardiente rajita y lo ubicó en la entrada de mi culito, su glande chocaba con mi esfínter, presionó un poco, yo ayude abriéndome lo más que pude, mi anito poco a poco se fue abriendo para darle paso a ese pedacito de carne que tenía ese desconocido.
-Ayyy…eso es…que rico…así…mételo y sácalo por favor…Ohhh…Ufff…sí…eso es…
Cerré los ojos y me concentré en sentir su pequeño pero grueso pene entrar y salir de mi anito, era muy rico. Su pinga entraba y salía por completo de mi agujerito, su ingle chocaba con mis nalgas, la sensación era grandiosa. Sentir como dos penes chocan en el interior de una es lo más exquisito que haya sentido, es verdaderamente grandioso.
-Auuu…Ahhh…que rico me follas nene-Dije mientras botaba mis jugos a grandes chorros.
Los suspiros de mi hermano se convirtieron en jadeos, al parecer ya se venía dentro de mi conchita, sentí en mi interior como su pichula latía dentro de mí, hasta que sus grandes chorros de esperma bañaron mi interior, ya estaba en las nubes, con uno en mi vagina y el otro en mi culito ya no podía más. Luego de correrse dejó su pene dentro de mí hasta que poco a poco fue perdiendo tamaño. El que me follaba el culo dio indicios de una inminente eyaculación, el pobre niño gritaba del placer, hasta que sentí como se humedeció todo el interior de mi culito.
Una vez que se corrieron, los dos chicos que los masturbaba con las manos se pusieron en la misma posición que estaban los otros. Y así estuvimos hasta que se corrieron también dentro de mí.
Estuvimos follando mucho tiempo, y la verdad es que lo disfruté mucho, no está bien que te lo diga porque te amo mucho Rony, pero es la verdad. No sé qué me pasó ese día, quizá fue la calentura del momento.
Cuando ya íbamos a acabar Nicolás me dijo que me pusieron en cuatro, como una perrita, sin reprochar lo hice, además ya me habían hecho lo que habían querido y también estaba muy cachonda aún.
Se puso atrás de mí, me agarró con ambas manos la cintura y de un solo tirón me enterró la mitad de su pinga en mi enrojecido y maltratado anito, ya estaba hecha trisas pero eso no le importaba a él. Metía y sacaba muy duro su miembro, podía sentir como sus huevos chocaban con mi rajita, estaba en el cielo de tanto follar.
Luego del primer minuto logró colocar toda su verga en lo más profundo de mi ser, me dolía bastante y empecé a gritar y a gemir del dolor y placer, mis gemidos se escuchaban por todo el cuarto y estoy segura que por toda la casa. Mientras él me la metía y sacaba a su ritmo, yo tuve que seguirle el paso y moverme al compás de él.
Nuestros cuerpos empezaron a temblar y justo en el momento que sentí humedecerse mi vagina con su semen dejé que se me vinieran los líquidos que estaba aguantando desde hace rato.
-Ohhh…sí…que rico…Uhhh…Ohhh
-Ahhh…Valentina te quiero mucho…
Ya estaba exhausta, pero luego que término mi hermano siguió otro, y luego otro más hasta que lo hicieron todos y dos veces todavía.
Así fue como mi hermano y sus amigos me follaron, sé que como lo he contado no parece violación pero en realidad no sé qué fue. Ya no me quiero acordar más de ese día.
Así acabo de contarme Valentina  la mala experiencia que tuvo con Nico, su querido hermanito, luego que me contó se puso a llorar, me abrazaba y besaba muy tiernamente hasta que ambos nos quedamos dormidos plácidamente hasta el otro día.
Nos despertamos muy tarde, ambos estábamos abrazaditos como nos dormimos, parecíamos una pareja de recién casados. Nos tratamos como una pareja de esposos, hicimos juntos el desayuno, comimos y nos duchamos. Fuimos a su casa para que se cambiara de ropa, se puso un vestidito blanco de verano, le llegaba más arriba de las rodillas, con unos lentes sepia,  un cinturón de diseño, unas sandalias bajas de verano y un hermoso sombrero. Luego me invito a ir con ella a la universidad, me dijo que tenía un examen importante que dar, que la esperase, que luego me daría una sorpresita.
Estuve como una hora y media esperando a que saliera de su salón, al salir vino corriendo hacia mí, me dio un abrazo y un beso en la boca, me pareció raro pues estábamos en público, y ella claramente me dijo que en la calle seríamos primos, pero bueno quizá se le olvido.
Estaba molesto, me había hecho esperar una hora y media en las calles de la ciudad universitaria, estaba indignado, le reclamé:
-¿por qué has salido tan tarde?
-Lo siento mi amor es que a la hora del examen no te podía sacar de mi cabeza-dijo con voz dulce y mirada coqueta.
-Mmm está bien nena, solo por eso te perdono…
-Ven cariño, sígueme…-dijo mientras se alejaba y me llamaba muy coquetamente con su dedito índice.
No lo entendía, o sea aparte de esperarla más de una hora tenía que seguirla, en fin son pocos los que entienden a las mujeres. Así lo hice, fuimos caminando como diez minutos por en medio de árboles, edificios, caminitos, un pequeño riachuelo, hasta que se divisó una especie de cabaña a lo lejos de la llanura. Valentina corrió hacia la casucha, sin despegarme de ella lo hice también, al pararnos en las puertas  me di cuenta que no era una cabaña sino unos baños públicos de la universidad.
-Oye Valentina ¿para qué me haz traído hasta este baño público?  -dije algo sorprendido.
-Ay mi niño, no entiendes nada tú…-respondió en son de burla pero sin perder la coquetería, me agarró de la mano y me jaló hacía la puerta del baño de mujeres.
Me dio cólera su respuesta ¿me había hecho caminar bastante para traerme a un baño? no lo entendía, pero lo único que entendía era que estaba muy enfadado, además me dijo que me daría una sorpresita.
-No entiendo pues primita…explícame
-te acuerdas que me dijiste que tu más grande fantasía erótica era hacerlo en un baño público, bueno pues, tu sueño se va a ser realidad…-lo que dijo me dejo helado, pero era verdad esa era mi más grande fantasía, es que mi primera vez fue en un baño público con mi profesora de 24 años cuando recién cumplí catorce, fueron tiempos grandiosos (esa experiencia la publiqué en otro relato anteriormente). Recordé que justamente se lo dije ayer mientras conversábamos antes de dormir.
-Pero nenita y si viene alguien…
-No te preocupes amor…acá rara vez entran, es que estos baños son muy alejados a las facultades…tú entiendes…
-A ya, entonces tenemos toda la tarde para hacer cositas ricas Vale…
-Sí cariño, ven no hay que perder el tiempo-dijo muy ansiosa.
Entramos al baño, era muy bonito, con un enorme espejo arriba de los lavamanos, mientras nos besábamos y manoseábamos entramos a una  cabina característica de los  baños públicos.
La nena me abrazaba muy fuerte, ambos nos besábamos lujuriosamente, su lengua tocaba la mía, era delicioso, mis manos recorrían su culito por debajo de su hermoso vestido, metía mis dedos por entre sus nalgas, la excitación que sentía en ese momento era increíble, mis dedos se metieron por debajo de su calzoncito, entraban buscando su culito, lo encontraron, metí uno de mis dedos por esa estrecha entradita, Valentina dio un pequeño saltito al sentir a ese intruso en su anito, me miró, me regaló una sonrisa y me siguió besando. En ese momento pensaba poco pero mi corazón se aceleraba al sentir sus besos, sus caricias, en realidad la amaba, amaba a mi prima.
Mis manos pegaron con fuerza su cuerpo contra el mío, le hice sentir mi pene bien parado por debajo de su ropa, cerramos la cabina con seguro, era muy pequeña por dentro, la seguí besando era muy rico. Me desabroché el pantalón como pude, calló hasta mis rodillas. Mis nanos le levantaron el pequeño vestido veraniego hasta su cintura, pude ver que traía un cachetero delicioso, marcaba muy bien toda su cosita. Saqué mi pichula, estaba dura como una piedra, apreté su cuerpo contra el mío lo más que pude, apreté mi pichula lo más que pude contra su conchita, mi glande chocaba con su calzoncito, trataba de meter más y más mi pichula contra su vagina, la tela de su ropa interior impedía la penetración, pero se sentía muy rico hacer eso, Valentina suspiraba muy fuerte, la cabecita la fui sobando por cada centímetro de su rajita, su cachetero estaba empapado.
La nena no aguantó más y puso a un costado la tela que tapaba su conchita para que la pudiese penetrar, sus labios se acercaron a mi oído y me dijo muy despacio con vos de puta arrecha.
-Amor clávamela hasta el fondo…
Tan solo escuchar estas palabras me puso a mil por hora, le agarré su calzoncito por ambos lados de la cintura y se lo bajé hasta que cayó al piso. Era hora de empezar con el jueguito, puse mi glande en la entrada de su húmeda conchita, el solo contacto hizo que casi me corriera de la excitación, la abracé muy fuerte y fui empujando poco a poco hasta que fue entrando toda la cabecita, mi prima estaba hecha trisas, sus suspiros fuertes se convirtieron en jadeos, al meterle la cabecita me quede inmóvil, quería que me suplicara que la folle, y como la conozco muy bien así lo hizo.
-Rony ya métemela…estoy muy arrecha…quiero sexo…Uhhh…
-No sé nena, convénceme…
-Ya pues mi amor, fóllame estoy muy cachonda
-Está bien te daré pinga primita…
Mi pichula fue abriéndose paso entre esos deliciosos labios vaginales de mi primita, iba entrando hasta que llegó al fondo de esa cuevita, era delicioso meterla despacito mientras mi Valentina iba temblando y gimiendo ante la primera envestida.
-Ayyy…que rico…Ohhh…extrañaba tenerla adentro mi amor…
-Ahhh…
Fui metiendo y sacando mi pinga muy despacito, hasta que entré en ritmo, luego la metí y saqué muy duro, observaba como mi pichula entra y salía por su vagina, era exquisito, la nena gritaba muy duro ante cada envestida, mis manos recorrían todo su cuerpo, la besaba en la boca en el cuello, prácticamente era mi muñeca sexual esa nena.
Acabamos ese primer round muy sudados, el sexo de pie es algo cansado para mí por eso después de ese polvo, baje la tapa del inodoro y me senté allí, al verme, mi primita me dio la espalda y se sentó en mi pichula, esta vez quería ser penetrada por el ano, tenía que complacerla y así lo hice. Verla desde atrás era increíble, su culito paradito y muy hermoso se fue sentando en mi endurecida pichula, su anito sin lubricación iba recibiendo a su inquilino que la hacía gozar al máximo. Podía observar como mi primita se iba ensartando en mi verga, era exquisito ver eso, Valentina se fue sentando hasta que todo mi miembro estuvo dentro de ella, la pobre gritaba porque no había lubricación en el coito, pero se veía que le gustaba.
-Ohhh…siii…Ufff…que rico…mi amor…me gusta que me la metas por allí…Ayyy…Ohhh…
Una vez que se la metí hasta el fondo, Valentina fue subiendo y bajando muy despacito su culito, sus nalgas rebotaban contra mi cuerpo, era excitante vivirlo; estuvimos así poco rato porque no me gusta mucho el sexo lento, a mí me gusta follarla hasta que grite muy fuerte, la agarré con ambas manos de las nalgas y la fui subiendo y bajando muy rápido, al sentir eso la nena comenzó a gemir más fuerte , las envestidas eran violentas, sus nalgotas chocaban con mi entre pierna muy fuerte, hacían un sonido muy fuerte al impactar.
-Ahhh…me duele amor…Ayyy…No tan duro por favor…Uuuu
-Lo siento nena pero yo mando…
-Ahhh…Ohhh…no importa nene…tú solo métemela…
-Ok…
Su enrojecido anito recibía todo ese trozo de carne, se sentía mucha fricción adentro de mi prima, hasta me dolía el pene de tanto follar, pero en ese momento no me importaba, solo quería darle su buen pedazo de carne a Valentina.
-Ahhh…ya…para por favor…Auuu…Ohhh…que rico…
-Ohhh…me vengo nena…ya no aguanto más…
-Ayyy…ya sabes muñeco…córrete adentro…Uuuu
-Lo que digas…
Valentina subía y bajaba más rápido, hasta que antes que yo me corriera ella soltó todos sus líquidos, luego mi pichula inundó todo su anito, el placer que sentía allí fue extremo, muy delicioso.
-Ayyy…Ahhh…que rico…que rico…Si…Ohhh…como me gusta que me inundes con lechita mi culito-dijo con voz cachonda.
-Ahhh…que rica estás Vale…me encantas…
-Y tú a mí amor…Te amo…Ohhh…
Luego de correrme en su culito mi pichula ya en su mínima expresión se quedó allí adentro de su ano. Ambos seguimos jadeando un ratito más, estábamos muy sudados por el calor y obviamente por la follada que nos dimos. Yo desde atrás le besaba el cuello, sus hombros, le acariciaba sus senos por encima de su pequeño vestidito.
La nena todavía gemía, cuando repentinamente se escuchó unas voces de chicas que entraban por la puerta del baño en el que estábamos, de inmediato con una mano le tapé la boca a mi prima, su calzoncito estaba en el suelo, muy cerca al filo del final de la cabina, de manera que desde afuera se podía ver, inmediatamente mi prima se agachó para recogerlo, sin bajarse de mi ni desengancharse de mi pichula, regalándome una hermosa vista, me gustaba que esté así con ambas manos en el suelo y su culito ensartado en mi pene. Puse mis dos manos en su espalda y la dejé que se quedar allí, ella agarró su cachetero y quiso sentarse nuevamente, pero no la dejé, la muy puta al ver esto fue restregándome sus nalgas por toda mi entrepierna, haciendo que poco a poco se fuera levantando mi soldadito, mi pinga fue creciendo en su interior, eso sí que se sentía riquísimo, Valentina dio un ahogado gemido “Ohhh”, al escucharla rápidamente hice que se sentara nuevamente en mí y le tapé de nuevo la boca.
El grupo de chicas entró a los servicios, ambos muy callados y sin movernos escuchábamos  lo que hablaban, hablaban de sus novios y de sexo, hasta allí no sabía que las chicas en grupo hablaban tan normal de la sexualidad, y peor aún rajaban de sus ex enamorados, decían que las tenían pequeña y esas cosas.
Mi primita estaba muy asustada, temía que nos descubrieran, y bueno yo también, ambos seguíamos muy calladitos, mi pinga estaba ya muy dura, despacito trataba de meter y sacar mi pene por ese estrecho agujerito, Valentina apretaba muy fuerte su esfínter, como diciendo que parara que no era el momento de hacer cochinadas, no me importó y seguí con lo mismo tratando de taladrarla, la pobre niña se puso roja, quizá por tratar de evitar ser follada por mi pichula le dolió más de lo habitual. Mis manos recorrieron sus pechos, estaban duritos, luego bajaron y se posaron en su conchita, metí mi dedo por esa jugosa entradita y lo fui moviendo en círculos, por dentro estaba empapada la nena, mis dedos entraban y salían muy rapidito, su clítoris estaba muy durito, lo sobaba, mi primita empezaba a temblar, sudaba y trataba de gemir pero yo le tapaba la boca con una mano.
Las chicas que entraron a los servicios entraron a los sanitarios a hacer sus necesidades, otras seguramente estaban arreglándose en el tocador, yo seguía metiéndole pinga a mi prima y metiendo mi dedito por su jugosita rajita, quizá fue tanto el placer que sintió que dio un pequeño grito que se llegó a escuchar hasta afuera.
Chispas, ahora si nos descubrieron, pensé; no pasó mucho cuando escuchamos una voz de afuera:
-Hola, te sientes bien-dijo una de esas chicas mientras tocó la puerta de nuestra cabina.
No sabíamos que hacer, estábamos perdidos, mi prima volteó y me miró con un gesto de asustada.
-¿Hay alguien allí?-volvió a decir esa voz.
-Sí, disculpa es que estoy con un fuerte dolor de estómago-respondió Valentina con una voz adolorida.
-¿Necesitas ayuda? Si quieres puedo ir a la enfermería para traerte unas pastillas…
-Ah no gracias…no te molestes solo quiero estar aquí…
-Como quieras…
Mis manos se quedaron inmóviles, pero mi pichula quería seguir perforando el agujerito de Vale, empecé a meter y sacar mi pichula muy despacito; por otro lado las chicas que entraron a los baño luego de hablar y reírse bastante salieron de los servicios, al escuchar cuando se cerró la puerta del baño, agarre a mi prima desde atrás, la puse muy bruscamente contra la pared y se la fui metiendo por el culo muy salvajemente, mi pichula entraba por entre las nalgas de mi Valentina, su maltratado anito recibía todo mi pedazo de carne, se sentía rico que las paredes de su anito apretaran mi pichula, estaba en el cielo, mi pobre prima empezó a gritar como virgen violada.
-Ayyy…Ohhh…Ohhh…no tan fuerte amor…Ayyy…Ufff…
-toma perrita toma…
-Ya para Aushhh…no seas tosco…Uuuu…
-Lo siento primita…ya sabes…así soy…
-Lo se amor…dame más fuerte…Auuu…Ahhh…que rico me cachas…
-Ahhh…
-Uhhh…sigue…sigue…sigue…no pares por favor…Ohhh…
La follaba salvajemente, su cara chocaba contra la pared del baño, sus senos estaban henchidos, muy ricos, subían y bajaban por tan fuertes envestidas, estaba en el paraíso, una de sus manos se dirigió a su concha, sus deditos fueron sobando toda su vagina, la nena deliraba, sudaba.
-Más…más…más…Ahhh…
-Ahhh…
-Ohhh…que rico-dijo mientras disfrutaba de un delicioso orgasmo.
Estábamos en pleno coito cuando sonó el celular de mi prima, lo tenía dentro de su brasier, lo sacó y me dijo:
-Rony es mi papá…Ohhh-movía mi pichula para metérsela más fuerte.
-Y qué esperas…contéstale…
-pero sácamela un ratito…Ayyy…Uuuu…
-No, contesta y yo te sigo follando…
Le contestó el celular a mi tío, yo mientras le seguía metiendo mi pichula hasta el fondo, mi pinga entraba con fuerza por su culito.
-Hola papi… ¿cómo estás?-dijo mi Vale mientras trataba de que no se le escape ningún gemido.
Su cara se puso roja, hacía gestos muy chistosos para que no se le escape ningún jadeo, yo mientras le metía toda mi verga, sus nalgas revotaban contra mi ingle, se sentía rico y muy morboso ver a mi Valentina hablando por teléfono con su papá mientras que su primo se la metía por el culo.
Se escuchó que mi tío le dijo que donde estaba, que se escuchaban ruidos muy raros, eran ruidos del coito.
-A ya papi, estoy en la calle yendo para la casa, no tardo-su rostro esta rojo de tanto placer.
Luego se despidieron muy cariñosamente, si supiera mi tío que la niña de  sus ojos está que folla nada menos que con su primo, pensé. Luego de follar por un rato más nos vestimos y salimos de la universidad, caminamos hasta llegar a casa de mi prima y nos despedimos en la puerta.
-bueno Valentina me voy a casa…
-Ok mi amor, cuídate. Te estaré llamando-al terminar me dio un fugaz beso en los labios.
-Chau mi amor…-respondí, me parecía raro escucharla que me diga mi amor, pero en fin me acostumbraré, pensé.
Al llegar a casa me di cuenta que mi familia no llegaba aún de viaje, entré a mi habitación, y me di con una gran sorpresa: en mi cama estaba acostada casi desnuda la hermana más pequeña de mi Valentina. No pude evitar verla de pies a cabeza, estaba riquísima, con un conjuntito de lencería color rojo con detalles negros, su tanguita era espectacular, se había maquillado como una verdadera puta, no lo podía creer, era mí recatada prima Gaby, estaba confundido, parecía un sueño.
-Hola Rony-dijo mientras alzó una de sus piernas, para luego doblarla por la rodilla. Pude ver parte de su conchita que no tapaba la tanguita.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.