Violada por un asqueroso albañil

Hola!! Mi nombre es Aldana y tengo 19 años, estoy por cumplir los 20 en noviembre. Soy de Buenos Aires, Argentina. Lo que les voy a contar pasó en enero del 2011, fue un hecho bastante traumático, pero al menos obtuve algo de satisfacción.
Les voy a contar como soy: mido 1.65 m; soy blanca, cabello negro y ojos marrones. No soy gordita pero tampoco flaquita, de hecho estoy bastante bien: tengo tetas grandesitas 97- ; linda colita muy paradita; piernas hermosas; y una carita tierna.
Esto pasó en verano, resulta que mi casa necesitaba un par de arreglos. Las paredes estaban húmedas y el techo tenía una gotera. Mi familia y yo buscábamos un buen albañil, en realidad era difícil conseguir uno bueno, todos estaban de vacaciones y no queríamos traer a cualquier extraño a casa. Luego de varios días de búsqueda, mi vecina me dio el número de un albañil que vivía cerca. Mi mamá estaba ocupada así que me pidió que fuera yo a hablar con el albañil. La dirección no era muy lejos, eran 6 cuadras nomás. Cuando llegué vi la casa muy deteriorada, las puertas oxidadas y sin pintura, las paredes cayéndose, los cáños rotos etc. "En casa de herrero..." pensé. No había timbre así que golpeé la puerta. Nadie atendía, así que golpeé otra vez más, como nadie se dignaba a abrir ya me iba. De repente alguien abrió iolentamente, me sobresalté.
-Quién sos?- preguntó de mal humor
-Hola, una vecina me dio su dirección, necesito unos arreglos en mi casa.
Mi tono cordial pareció despertar el interés de ese albañil de masomenos 65 años, muy alto, y muy morocho (moreno). Me miró de arriba a abajo, su mirada se detuvo en mi vagina. Ese día recuerdo perfectamente que llevaba una calza negra, que resaltaba mi colita y además se metía un poco entre mis labios. Siempre me gustó mi vagina, es suavecita y delicada, y mis labios son pequeños y cerraditos. Al viejo pajero ese, le gustó mi vagina la primera vez que la vio!! Y no hacía nada por disimularlo...
-Sí, mamita qué necesitás?
-Tengo unos problemas de humedad en las paredes.
-Si estás húmeda lo puedo arreglar...
El doble sentido de aquel viejo me daba asco, quería salir corriendo de ahí. Pero necesitaba un albañil no lo podía evitar. Fui lo más cortante posible.
-Tenga, esta es mi dirección, venga el lunes.
-Sí mi amor, voy sin falta.
Saludé de lejos a ese negro de mierda y me fui. No le conté nada a nadie porque me daba verguenza.
El lunes siguiente a mi primera hora, el negro de mierda ese estaba en la puerta de casa. Yo me levanté de la cama en pijama y fui a atender la puerta. Estaba con un shortcito blanco y una remera blanca sin corpiño. Mis pezones se notaban por debajo como dos timbrecitos rosados y suaves.
Cuando abrí la puerta allí estaba ese asqueroso hombre, con ropa sucia de trabajo. Me saludó y clavó los ojos en mis pezoncitos.
-Estabas durmiendo amor?
-Sçi, contesté cortante.
-En casa hay que golpear la puerta fuerte, prestame esos timbrecitos...
-EH? Yo no entendí lo que quiso decir... Este es el principio del fin como quien dice. En realidad el principio del acoso.
-Estos timbrecitos- Al pronunciar esto estiró su mano y apretó uno de mis rozados pezones.
-Ayy!!! Grité de asco y dolor.
El negro de mierda ese me miró sonriendo. Yo me quedé inmóvil. No sabía qué hacer, y ese viejo lo sabía. Sabía que `podía hacer de todo conmigo porque yo no nunca diría nada. Me daba verguenza reconocer que ese viejo me había tocado.
Sin saber qué hacer, me encerré en mi pieza y me eché a llorar. Me saqué la remera y miré mi pezón... Esta rojo, del pellizco que me había dado esa bestia.
El día pasó volando, y el viejo se fue. Cuando mi papá llegó para ver el trabajo, se dio cuenta que el arreglo estaba pésimamente hecho. Se enojó mucho y llamó al albañil, pero este se excusó diciendo que él sabe bien lo que hace.
El viejo no apareció hasta la semana siguiente, lo cual me ponía de buen humor. Finalmente, al miércoles siguiente el viejo volvió. Llegó algo tarde esta vez, yo estaba vestida con una remera negra y una miny de jean. Cuando llegó fue directo a su lugar de trabajo, no se propasó conmigo como en los otros días. Me sentí tranquila así que me fui a la cocina a prepararme un jugo. Estaba tranquila, cuando de repente sentí pasos acercándose. Se acercaban cada vez más, hasta que finalmente sentí su aliento podrido en la nuca.
-No encuentro mi martillo- susurró en mi oreja. -No sabés donde está no??
-No- apenas podía murmurar. 
-No importa, a veces se pierde, se pierde por cualquier agujero que hay por ahí. Por eso hay que buscar en cada agujerito, y cada tajito de la casa.
Dicho esto, me levantó la pollerita hasta las axilas. Me quedé muda. El viejo se quedó mirando mi colita.
-Que lindo culito que tenés mi amor...
Me dio vuelta y empezó a acaiciar mi conchita por arriba de la bombachita. Movía sus dedos en círculos sobre mi clítoris.
-Abrí más las piernitas amor...
Yo me quedé muda y sólo obedecí. Las abrí y metió su dedo sucio en mi tajito. Estaba húmedo por los nervios. Ese viejo me daba asco!!! No crean que estaba excitada por él.
-Que linda conchita que tenés mi amor!! Que puta que sos...
El viejo tenía la pija dura!!! Se notaba en su pantalón... Cuando estaba por sacarla, sonó el teléfono, era mi papá...
Yo atendí perturbada, mientras el viejo seguía sobando mi clítoris, Me decía que si hablaba me mataba. Yo asustada obedecí y me limité a escuchar a mi papá. Hablamos poquito y corté.
-Qué te decía el tarado de tu viejo?? El negro de mierda me preguntaba mientras acariciaba mi clítoris, se mojaba los dedos y me acariciaba.
-Dice que está viniendo- yo contestaba llorando, inmóvil por como me violaba esa basura.
-La puta madre!!! Yo te quería garchar. Bueno, me voy, si llegás a hablar te juro que te rompo el culo y te mato pendeja puta.
-No voy a decir nada... Yo hablaba en serio, me moría de verguenza, nunc hubiese contado lo sucedido.
El viejo de mierda me dio un beso en la boca y se fue. Yo me quedé llorando en mi pieza. Cuando mi papá llegó se enojó al ver otro trabajo mal hecho. Se decidió a despedir al sujeto.
La semana pasó sin sobresaltos, hasta que mi papá me dio 300 pesos y me mandó a pagarle al negro villero ese. Estaba tan aterrada que no quería ir, pero mi papá quiso saber por qué. Inventé que hacía calor para ir, pero me insistió y tuve que ir.
Caminé esas cuadras infernales y llegué a su casucha. Golpeé la puerta y allí estaba. Volvió a mirarme lascivamente.
-Hola mi amor, te gustó la tocada de concha y querés más??
-Déjeme en paz... Acá está su plata, está despedido- dije arrogantemente.
El albañil se enfureció por mi altanería y me metió adentro de su casa de un tirón. Me tapó la boca y me llevó hasta adentro.
Una vez dentro de su casa, cerró la puerta con llave y agarró una cuchilla gigante.
-Mirá puta de mierda, hoy te voy a romper bien el culo, te voya clavar como nunca en tu vida, quedate quietita porque te descuartizo y te tiro al riachuelo.
Yo lloraba y le supliaba que no lo hiciera...
-A ver putita, sacate la remera despacito.
Yo no quería hacerlo, sólo lloraba. El negro de mierda ese se cansó y me sacó la remera de un tirón. Me tiró sobre la cama y me bajó la calza... Quedé en bombachita y corpiño delante de ese negro. Mi piel blanca y sueve contrastaba con su piel negra y repulsiva. Puso la cuchilla sobre mi cuello y empezó a besarme el vientre. Me hacía cosquillas, temblaba. Era muy pesado para mi cuerpo, y su olor era horrible. iguió besando mi vientre hasta llegar a mi conchita. LLegó y me miró a los ojos riéndose, intentó arrancarla y como no podía la cortó con su cuchilla.
-Noooooooooo, por favor, gritaba pataleando...
-Callate puta porque te rompo toda la ropa. Te vas  air caminando desnuda y con la concha rota.
Eso me aterró... Me quedé inmóvil. Arrancó m i bombachita y me abrió las piernas. Mi vagina lo maravilló.
-Ayy putita mía, que linda concha... Blanquita y suave. mmmmhhh.
El albañil comenzó a oler mi tajito, húmedo por los nervios...
-Mmmhhh que rico olor a concha!! Está mojadita- el viejo posó su lengus asquerosa sobre mi tajito, y lo mojó aún más. Saboreaba mi conchita, mi vagina hermosa estaba siendo poseída por ese asqueroso!!!!
-Te calienta puta???
-Bastaaaaa... Déjeme ir...
-Decí que te gusta, decí que sos una puta o te corto la almeja...
El tipo ese posó la cuchilla sobre mi clítoris, yo me puse como loca y accedí a hacer lo que me decía...
-Sí, soy una puta, me gusta que me lamas la concha, soy TU puta, cojeme... Lloraba como loca...
-Te gusta?? Bueno...
El viejo comenzó a chupar y masajear mi concha mojada. La succionaba, masajeaba mi clítoris mojado e hinchado. De repente comencé a sentir algo... Algo inmundo, pero placentero.. Un hormigueo en mi conchita. Inconcientemente, apretaba mis piernas y llevaba su cabeza hacia mi clítoris, gemís de placer... Mi clítoris era rojo y ardiente. Gritaba como una puta, como la puta que era!!!
-Te gusta cconchuda de mierda?? Putita conchita rica...
Yo me sentía humillada pero uno tras otro llegaban los orgasmos. Sentí el tercero, cuando quedé exhausta...
El viejo se alejó de mí y se bajó el pantalón...
-Ahora vas a ver puta, te voy a dar pija...
La verga esa era gigante!!!! Me dio miedo y no quise!!
-NOOO, me va a doler...
-Callate o te juro que te corto la concha... Abrí las piernas o te las abro puta!
Yo seguí llorando y abrí las piernitas blancas para que ese indio asqueroso hiciera conmigo lo que quiera. Su verga estaba sucia, era un asco... Se colocó entre mis piernas y empezó a frotar su sucia chota por mi clítoris... Era delicioso, me encantaba, me daba asco... Rsguñaba su espalda. Gemía.
-Pedíme que te la meta...
-Metemela viejo sucio, rompeme la concha!!!
El viejo mandó su sucia chota dentro de mi vaginita blanca. Me dolía, era asqueroso. Sentía como ese pedazo de carne venoso entraba y salía de mí... Qué asco y qué placer...
-Mmmm, putita... Te gusta saber que un negro de mierda te está cojiendo???
Yo lloraba y decía que sí... Temía que me cortara el clítoris como en Arabia...
La pija sucia entraba y salí de mi tajito. Era muy placentero, sus bolas chocaban contra mi ano... Pronto empecé a a sentir el cosquilleo en mi vagina, tan fuerte que culminó con una explosión de placer. Fue hermoso, gritaba gemía.
Las caderas del viejo se movía muy fuerte. Yo clavé mis uñas en su culo. Me encantaba, quería más. Tuve mi segundo orgasmo y sentí como algo tibio me inundaba la concha. El viejo se separó de mí y vi los chorritos de leche.
-Te gustó puta?
-Sí... Decía con mis ojos rojos.
El viejo me levantó, cuando estuve de pie me tomó por la cola y me subió sobre él. Una pierna de cada lado de su cuerpo. Con mi conchita desnuda sobre su vientre. Me puso contra la pared y comenzó la faena denuevo. Penetración, placer, semen.
Me bajó y me dio vuelta.
-Abrí las piernas putita.
Yo obedecí exhausta. Mojó un dedo en mi tajito y me mojó el ano...
-Noo...
Metió su pene por mi cola. Dolió... Fue horrendo... Fue lo más horrendo de mi vida. El viejo estaba cansado, solo se movió un poco su aparato y acabó en mi cola.
Sacó su pija llena de sangre.
-Arrodillate.
Yo obedecí, no tenía sentido seguir resistiéndome, ya era su putita, me había violado, me había dado placer. Un negro villero, de 65 años me había penetrado, su piel negra estaba sobre mi piel blanca, era asqueroso. Me tiró sobre la cama y me limpió la sangre con un trapo. Antes de liberarme volvió a tomar su cuchilla y ponérmela sobre el clítoris.
-Acordate, me llegás a denunciar y te rebano la concha. Te voy a seguir cojiendo pero no vas a disfrutar nada... Así que cuidado...
Empecé a vestirme lentamente, y cuando iba a ponerme mi bombachita, me la sacó de las manos...
-Esta bombacha con olor a raja me la quedo, andate en concha por ahí, qué lindo, cómo te hice la cageta.
Me levantó como antes, con una pierna de cada lado de él, sostenida por él. Con la conchita contra su cuerpo. Me bajó en la puerta, metió su inmuda mano en mi calz y acarició mi hinchado clítoris... Otro orgasmo más.
-Chau putita, esta noche me voy a hacer la paja con tu bombacha con olor a tu rajita.
Me besó en la boca y me dejó afuera. Caminé hasta casa, sin bombacha y con la conchita húmeda y sensible...

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.