en el boliche


Hicimos unas cuadras mas con el auto y llegamos al boliche. Mientras caminábamos hacia la entrada, noté como todas las miradas recaían en Angie y Eva, especialmente sobre sus colas y escotes. Se escucho alguno que otro comentario subido de tono ante los cuales las chicas reaccionaron caminando todavía mas putonas y provocativas. Esto fue algo bueno ya que el patova de la puerta, al verlas, nos hizo pasar sin necesidad de esperar. De reojo pude ver como el muy pajero, aprovechándose de su posición, le dio una palmadita en la cola a Angie cuando paso a su lado. 

El lugar estaba bastante lleno. Era el típico bar/boliche con una pista al medio y varios reservados de diferentes tamaños a los costados. Algunos tenían una cortina que se cerraba en caso de que sea una fiesta privada o algo por le estilo. Comenzamos a caminar en busca de algún lugar para sentarnos. Teníamos que cruzar la pista de baile. Las chicas caminaban adelante. Con Charly veíamos como todos los tipos se les tiraban encima tratando de chamuyarlas, alguno que otro aprovechaba para meter mano y tocarles la cola o cintura. Ante cada intento, las chicas muy amablemente les cortaban el mambo y seguíamos nuestro camino. 

Luego de un rato, encontramos un reservado ideal para nosotros cuatro. Pedimos algunos tragos que pusieron a las chicas todavía mas alegres de lo que estaban y volvimos a ponernos cariñosos con nuestras respectivas parejas. Yo tenia una calentura acumulada por todos los sucesos de la noche, así que no tardé en meter mano por debajo de la mini de Eva y comencé a sentir esa hermosa conchita con mis dedos. Con mi otra mano le tocaba las tetas. Se veía que ella también estaba muy caliente porque no paraba de gemir ante mis manoseos. Charly y mi primita estaban en la misma. 

Minutos después, Eva dijo: 

- Por que no vamos un rato a bailar?! - 
- mmmm... no tengo muchas ganas- contesté. Bailar no es mi fuerte. 
- Vayan ustedes, nosotros las miramos desde acá. - agrego Charly 
- Que amargados chicos! bueno, vamos solas - se quejo Angie mientras tomaba a Eva de la mano y se adentraban en el tumulto de gente. 

Previsiblemente, una orda de hombres las rodeo. Entre todos los hombres que había, se destacaba un grupo de unos tres negros africanos que median, mínimo, 2 metros cada uno. Evidentemente eran extranjeros en busca de joda. Angie se puso a bailar con uno de estos negros. Estaban muy apretados y el tipo aprovechaba para tocarle el culo o arrastrarla de la cintura contra su pija. Otro flaco que estaba ahi, al ver como venia la mano, se coloco detrás apoyando esa colita parada y no perdiendo oportunidad de tocarle las tetas desde atrás. La tenían en sanguche; y a la muy putita de mi prima parecía encantarle ya que sacaba mas cola haciendo todo lo posible para que se exciten mas. 
Eva estaba en una situación similar salvo que en este caso la manoseaban entre tres, los otros dos negros y un flaco mas. Aprovechando que eran tres personas y esto generaba una especie de pantalla, el chabon que estaba detrás de Eva le levanto la mini dejando esa perfecta cola al descubierto, solo tapada con la diminuta tanguita. Inmediatamente la empezó a apoyar descaradamente. Mientras tanto, los dos negros la besaban y manoseaban sus gomas que no tardaron en salirse del escote. 

La situación me daba un poco de bronca. Después de todo eran mi prima y mi pareja. Pero quien era yo para hacerles una escena de celos? Además, honestamente, verlas a las dos siendo tratadas como objetos sexuales por un montón de tipos me excitaba. Creo que Charly pensaba lo mismo que yo ya que mientras miraba la situación se tocaba por encima del pantalón. Le dije: 

- mira a estas dos putitas! - 
- Una mas trola que la otra. Hacemos algo? - me contesto Charly. Tranquilo. 
- Nah. Que se calienten. Eventualmente las vamos a tener para nosotros. - 

Mientras hablábamos de eso, hubo un movimiento de gente y las perdimos de vista. Estuvimos un rato mas buscándolas con la mirada hasta que Charly me dijo: 

- Che. Me parece que conviene ir a buscarlas. - 
- Dale. Vos busca a mi prima y yo busco a Eva - 
- Oka. Te mando un mensajito para encontrarnos después.- 

*** 
Cada uno se fue por su lado. Empecé a caminar azarosamente por el lugar. Esa no era mi idea de pasarla bien, estar toda la noche buscando a la trola amiga de mi prima. Por momentos pensaba en largar todo y encararme alguna pendejita, sin embargo mi consciencia me obligó a seguir buscando. Así fue que un rato después, note un tumulto de gente en uno de los reservados que me llamo la atención. 
Me fui escabullendo entre la gente y ahí la vi. La imagen me impacto. Eva estaba arrodillada, sin la remera y con la mini levantada totalmente hasta la cintura comiéndole la pija a un pibe que muy plácidamente disfrutaba sentado en el reservado. Y no era el único. Había como 6 tipos mas (incluidos los dos negros) con sus miembros afuera del pantalón esperando los favores de la chica. Mientras iba chupando una pija tras otra, algunos aprovechaban para tocarle las tetas, cola o meterle algún dedo. De mas esta decir que me super excitaba verla degradada y expuesta frente a un montón de tipos calientes. Fue un hermoso show cuando finalmente llego a la pija del negro. Era de un tamaño importante, la agarraba con las dos manos y aun así quedaba media pija sin agarrar. Comenzó a chuparla despacio. Recorría con su lenguita todo el tronco para finalmente engullir ese glande oscuro y palpitante. Obviamente no podía tragarla toda, pero se notaba el esfuerzo que hacia por engullirla. Estuvo un rato largo mamando el tremendo garrote del negro mientras los demás la rodeaban con sus pijas al aire. 

En un momento, el negro la levanto y la comenzó a sentar sobre su pija. Era hermoso ver como esa descomunal pija africana entraba en la conchita de mi rubia amiga. Cuando termino de entrar toda, Eva comenzó a montarlo a un ritmo constante. Estaba gozando como una verdadera puta. Uno de los chabones que estaba sentado al lado del negro, se sentó en el respaldo del sillón (quedando un poco mas elevado) y trajo la cabeza de la chica hacia su poronga, la cual, Eva comenzó a chupar instintivamente. Las manos de Eva siempre estaban ocupadas pajeando a alguien. Yo no daba mas, tenia la pija afuera y me la quería recoger. 
Una vez que estuve cerca, decidieron hacer un cambio de posición. El tipo que estaba recibiendo una mamada se acostó en el sillón. El Negro, que manejaba a Eva, la agarro y la coloco montando al tipo acostado. Aproveché el cambiazo para ponerme frente a Eva y le dije: 

- Hola Evita. Vengo a devolverte el favor del auto. - le sonreí 

Eva me sonrió, y, de un saque, comenzó a darme una espectacular mamada mientras me clavaba una mirada con sus ojitos verdes. El tipo que estaba debajo de ella seguia bombeando, mientras que el Negro comenzó a juguetear con el apretado anito de mi amiga. Primero lo exploraba con un dedo, que dado las dimensiones del negro, era como una pequeña pija. Lo metía hasta el fondo y luego lo sacaba lentamente. Metió un dedo mas. Eva gemía con cada movimiento del Negro en su colita. Tras un rato de estimulación anal, colocó la inmensa cabeza negra en el anito de Eva y comenzó a hacer presión. 
Al sentir la presión de esa pija que la quería partir en dos, Eva emitía quejidos pero estos eran silenciados por mi pija que le llenaba la boquita. De un golpe, el Negro metió la cabeza. En un acto reflejo, Eva trato de zafarse pero lo único que logró fue tragarse mas mi pija y que nuestro oscuro amigo la tome de la cintura y la clave hasta el fondo. El negro comenzó a bombear el culo de la chica violentamente. Era difícil de creer como entraba ese enorme y macizo miembro en la colita de Eva. Pero lo hacia, y el Negro deliraba de placer. 
Después de un rato de mete y saca en el culito de Eva, el Negro la sujeto fuertemente y comenzó a acabar dentro de su colita. Sin mucha parsimonia, otro tipo que estaba ahí tomo su lugar y siguió la tarea de culearla. Ahora fue mas fácil porque estaba muy dilatada y lubricada. Ver como la llenaban de leche, fue el detonante para que yo también descargue lo mio en la boquita de Eva. Eyaculé una cantidad inmensa que ella trato de tragar, pero no pudo, por lo que una buena parte de mi semen se filtró por las comisuras de sus labios. 
Una vez que acabé, tres tipos me sacaron del lugar y colocaron sus pijas para que Eva las mame. Se dedicaba un rato a cada una de la mejor forma posible considerando que tenia una cola de tipos atrás esperando para hacerle el orto y otros tantos que iban rotando para ir debajo y bombearle la conchita. Le esperaba una larga noche. 

Mientras me arrastraban fuera del reservado, ví como muchos tipos seguían acercándose para gozar de la tetona de Eva. Por mucho que quisiera sacarla de esa situación en la que se había metido, me iba a ser imposible. Opte por retirarme e ir en busca de Charly y mi prima. 

*** 
Dí un par de vueltas mas por el lugar sin éxito. Mi amigo y prima se habían desvanecido. Ahí fue que noté el único lugar del boliche que me quedaba por ver. Subiendo una escalerita había un reservado VIP con una cortina de terciopelo roja y un patova cuidando la entrada. En un momento que el patova se metió adentro, aproveche para subir. Corrí lentamente la cortina y ahi la vi. Mi primita en cuatro, con su hermosa colita en pompa. Charly le estaba dando una culeada de película mientras que frente a ella dos tipos (uno de ellos el patova de la entrada del boliche y otro que supuse era el dueño del lugar) recibían una buena mamada de los labios expertos de mi prima. 

- Angie! - grite desde la entrada 

El patova que cuidaba el reservado se acercó para sacarme a patadas, pero la voz agotada de Angie me salvó: 

- Dejenlo! Es mi primito. Que pase. - 

Charly, disminuyendo el ritmo de la culeada, me miro con cara de culpa y sin saber que decir. Entonces lo tranquilice: 

- Me querían dejar afuera hermano! Esta no me la pierdo! - mientras me sacaba la ropa 

Al escuchar mis reconfortantes palabras, Charly se relajó y volvió a penetrar el estrecho anito de mi prima que parecia disfrutarlo mucho. Angie agrego: 

- A ver chicos, hagan lugar para mi primito. - mientras me miraba 

Con esta indicación, Charly se tumbo de espalda en el piso, siempre con Angie clavada en su pija. Inmediatamente el patova al que se la estaba chupando se coloco entre sus piernas y enterró de un saque su palo en la conchita de Eva. Esta lo recibió con un desgarrador gemido. Realmente disfrutaba ser doblemente penetrada. El dueño del lugar y yo, nos colocamos uno a cada lado de su carita para que nos haga una buena mamada. Su boquita era una ventosa. Me puso como un fierro caliente en cuestión de segundos. 

- Ahora vas a ver primita. Te voy a romper esa colita que le tengo ganas hace tiempo. - 

Dije eso y me tire en el piso haciéndole un guiño a Charly para que me dejara su posición. Entre él y el patova la levantaron y la olocaron justo sobre mi pija. A mi pedido, la fueron bajando de a poquito. Quería disfrutar de ver esa colita, con la que tanto había fantaseado, ser penetrada de a poco por mi poronga. 

- Te gusta Angie? Tantas reuniones familiares me calentaste con este orto. Ahora te lo estoy rompiendo - 
- Siiii!! dale hijo de puta! Cogeme! - gritaba como una sacada 

Finalemente la soltaron y mi pija se metió hasta el fondo. Sentia ese anillo de carne contrayéndose alrededor de mi verga. Era hermoso entrar y salir de ese anito ya lubricado de tanta culeada. Bombeaba a mas no poder. Me había calentado toda la noche y quería hacerla pagar. Mientras tanto, los demás iban rotando sus pijas por la boca y conchita de Angie. 

En un momento Angie, sacándose las dos pijas que tenia en la boquita, dijo: 

- Quiero que me den su lechita chicos. - dijo con voz de gatita 

Obviamente un pedido así fue como una orden para nosotros, por lo que los cuatros nos pusimos en semicirculo frente a ella. Comenzó a tragar cada verga con una maestría espectacular. Hacía desaparecer nuestras pijas en su boca. Las tragaba, y una vez adentro jugaba con la lengua y todos los músculos de su boca haciéndonos sentir en el paraíso. De vez en cuando, el patova y el dueño del boliche la animaban para que se meta dos pijas a la vez, cosa que, para mi asombro, lograba hacer perfectamente. 
Luego de un rato de mamarnos y pajearnos, todos queríamos acabar. Yo fui el primero. Angie me pedía la leche con su boquita abierta. Le apunte al centro de su carita y un chorro espeso de leche cayo directo en su boca y barbilla. Otro fue a parar en su mejilla derecha. Los demás siguieron acabando, en la frente, nariz, cachetes, toda su carita. Después de unos minutos, la hermosa carita de Angie quedó recubierta por semen de cuatro tipos diferentes. Desparramándose el semen que le chorreaba por las tetas y todo su cuerpo, con una sonrisa nos agradeció el regalito. 

final: salen como pueden. Angie todo guasqueda. En el camino hacia la salida encuantran a Eva en un reservado con un par de tipos que quedaron acabandole en la cara. Esta excesivametne bañada en semen. La levantan como pueden y salen. 

Quedamos todos muy agotados después de esa atlética sesión de sexo. Por suerte había un baño privado al que Angie pudo pasar a limpiarse un poco. Luego nos tomamos unas cervezas para bajar el calor y nos reímos un rato conversando sobre lo sucedido. Pasó un rato hasta que Angie me preguntó: 

- Y Eva? - 
- Uy! Eva! - me había olvidado completamente 
-Como?! No sabes donde esta? - 
-Mejor vayamos a buscarla.- 

Me levante rápidamente y, junto con Angie y Charly, salimos a buscar a Eva. Nos dirigimos al reservado donde la había visto por ultima vez. Me abrí paso entre la gente y ahí la vi. La imagen era tan lamentable como excitante. La pobre chica tenia en un estado cercano al desmayo. Estaba arrodillada, cubierta de semen desde la cabeza hasta los pies. Grotescos hilos blancuzcos colgaban de su carita y caían en sus hermosas tetas. Era imposible calcular la cantidad de hombres que habían acabado sobre ella, pero nunca ví tanta leche junta. Un ultimo par de tipos se pajeaba y acababa en su cara. 

Echamos a los curiosos y como pudimos la sacamos del boliche a rastras. Angie la miraba con una expresión que oscilaba entre reproche y simpatía. Llegamos al auto. Las chicas se sentaron en el asiento de atrás. Mientras arrancaba, nos miramos con Charly y luego observamos a Angie en el espejo retrovisor que nos regaló una sonrisita cómplice. 

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