Mi hermanita desvirgada por el portero

Había pasado un largo tiempo en el que el portero seguía cogiéndose a mi madre, pero como ella había empezado a trabajar de tarde, se había reservado la de los miércoles en los que yo tenía gimnasia. En general yo trataba de no estar presente, porque la situación me ponía cada vez más loco y no la podía manejar. Por otro lado mi hermana acababa de cumplir los 18, ella iba a la preparatoria de tarde, con lo cual los miércoles a la tarde era el día ideal para mi madre.

En las últimas relaciones que había presenciado o bien había escuchado, cuando Aníbal le hacía el culo a mi madre siempre empezaba a jugar con que Sol ya era adolescente y que mejor que se la comiera alguien bien experimentado como él, mi mamá se fingía horrorizada, pero como Aníbal siempre se lo decía mientras le rompía el culo, que a ella le encantaba, terminaba entrando en el juego, diciéndole que quizás algún día lo dejara pero que tenía que ser cuidadoso y que tenía miedo que le dejara de dar así por el culo a ella, encantado con mi hermanita, este le aseguraba que su culo era uno de los que más le gustaba del edificio y que podía estar seguro que se lo iba a seguir llenando de leche como siempre. Luego de estas charlas los dos acababan como cerdos. Luego parecían olvidar el tema y se quedaban en la cama besando y abrazándose ya que nadie los molestaba.

Pasaron unos meses y empezado a salir con Sandra, un miércoles a la tarde había olvidado un reglamento de voleibol que tenía que llevar al cole, volvía a buscarlo a mi habitación y escuché la puerta del departamento que se abría y a mi mamá que entraba, me escondí en mi cuarto bajo la cama, mi mamá revisó que no hubiera nadie en el departamento y se fue a buscar a Aníbal que esperaba escondido tras la puerta. Mi calentura pudo más y salí corriendo, mientras mi madre iba hacia la puerta, a esconderme en su armario, dejando el espejo listo para presenciar el espectáculo. Hacía un tiempo que no los miraba por lo que enseguida estuve al palo y tuve un orgasmo violento, cuando Aníbal estaba rompiéndole el culo, se escuchó la puerta del departamento y a mi hermana gritando, ¡mamá!, ya llegué, mi mamá puso una cara de horror, pero Aníbal la clavó más fuerte contra el colchón y tirándole del pelo, le dijo al oído: Decile que venga al cuarto…

Mi madre estaba horrorizada, parecía deliberar que hacer, Aníbal la empezó a bombear bien fuerte y a tirarle más duro del pelo, Acá, en la pieza gritó mi mamá con voz de puta. La puerta del cuarto se abrió y mi hermana quedó congelada en el umbral de la habitación, sus mejillas estaban coloradas al instante, y ni salió ni avanzó, se quedó parada en el lugar, Aníbal se salió de mi mamá y le dijo, Hola Sol, ven, acércate, mi hermana estaba inmóvil, el portero desnudo se acercó hacia ella y tomándola en brazos la llevó hacia la cama, la acostó junto a mi madre y empezó a acariciarle las piernas, mi mamá empezó a acariciarle la cara, mi hermana había cerrado los ojos y entreabierto sus labios, de los que escapaba un suave gemido.

Aníbal siguió recorriéndole las piernas y luego le sacó su bombachita dejándola con su minifalda, mi pija que recién había acabado parecía querer explotar de nuevo, vi la concha de mi hermana brillante de jugos mientras que Aníbal se había acomodado y la había mordido los labios de mi hermanita, que tenía los ojos en blanco y parecía casi desmayada, mi mamá se empezó a tocar y acomodándose detrás de Aníbal empezó a chuparle el culo y los huevos y todo lo que pudiera, Aníbal se salió de encima de mi hermana y se quedó acostado boca arriba en la cama, mi mamá se comió su pija como desesperada hasta que lo tuvo bien al palo otra vez, luego se acomodó y se la clavo ella misma empezando a montarlo bien duro.

No te podes quejar hijo de puta, ¿te gustó la nena también? Mi mamá estaba casi babeando, estaba más sacada que nunca, ¿A ella también le pensas romper el culo, hijo de puta?, y lo siguió cogiendo hasta que tuvo un violento orgasmo y cayó rendida sobre su pecho. Aníbal se salió de debajo de ella y acomodándose en su culo se la dejó ir hasta el fondo, la empezó a bombear, y le dijo, no te quepa duda que la próxima vez, le hago ese hermoso culito que tiene, pero hoy es todo para vos perra puta, y la bombeó hasta que le llenó el culo de su leche. Luego se salió de ella y se acostó entre las dos hembras que quedaron una a cada lado suyo apoyadas en su pecho.
El viernes a la tarde cuando volvió del trabajo mi madre me comentó que mi hermana no iba muy bien en la escuela, por lo que el sábado aprovechando que papá trabajaba se iba a quedar toda la tarde estudiando y me pedía que me buscara algo para hacer para no estar en casa y molestarla, que fuera al club o algo por el estilo, enseguida entendí el mensaje. El sábado a la mañana mi mamá y mi hermana se fueron de compras, me avisaron que volverían cerca del mediodía, que si quería comer algo en la heladera había unas presas de pollo, les aseguré que me arreglaría. Ni pensé en almorzar, preparé el armario del cuarto para estar lo más cómodo que el lugar lo permitiera.

Cerca de la una de la tarde escuché la puerta y salí corriendo a mi escondite, mi mamá y mi hermana llegaban de sus compras, mi mamá entró al cuarto y mi hermana había ido al baño luego entró al cuarto y mi mamá empezó a vestirla con una minifalda muy cortita y una ropa interior de encaje muy elegante, arriba una remerita sin sujetador y le puso unos zapatos de taco alto.
Mi hermana se veía realmente deliciosa, hablaban en voz baja entre ellas y en un momento sonó el timbre, mi mamá salió a abrir y le dijo a mi hermana que enseguida la llamaba, al rato escuché que decía Sol, ¡vení!, no sé muy bien que pasó en el living pero estuvieron cerca de quince minutos, cuando entraron en la habitación me di cuenta que la ropa interior de mi hermana había desaparecido, al agacharse pude ver todo su culo al desnudo que me provocó una durísima erección. 

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