ME ROMPIO EL CULITO

Los fines de semana siempre me quedo a dormir en la casa de Claudio, a veces los domingos a la mañana vamos a mi casa a almorzar y cuando no salimos y volvemos a su departamento dormimos la siesta en mi cuarto. Este fin de semana pasado, mi familia estaba invitada a un asado a un campo y Claudio tenía otro compromiso, entonces me dejó temprano a la mañana en mi casa. Por lo tanto, no nos vimos el domingo.
Entonces el lunes (ayer) que es un día en que habitualmente no nos vemos, me pasó a buscar por la facultad y fuimos a cenar. Me pidió que me quede en su casa porque no había podido “descargarse” bien el fin de semana. Por supuesto que accedí.
Estaba todo tranquilo, estábamos mirando una película, yo lo masturbaba y él a mi. En un momento me pide que me ponga de espaldas para hacerme unas caricias / masajes.
Comienza por los pies, que me pierden y fue subiendo hasta que se concentró en la cola. Me la acariciaba, estaba muy bueno, muy relajada. Luego me comenzó a chupar la vagina así boca abajo como estaba y luego me comenzó a pasar la lengua por el agujerito de la cola. Estaba en las nubes. Ya lo había hecho otras veces, yo estaba tan relajada que no tenía fuerzas ni para moverme.
Luego sacó de la mesita de luz un tubo de gel lubricante y me comenzó a lubricar la cola, estaba bueno, ya lo había hecho otras veces con el objeto de que me vaya acostumbrando para el futuro. Me metió un dedo bien lubricado y luego 2 y creo que hasta 3, no sé bien porque no veía. Este masaje se prolongó muchísimo tiempo. Muchísimo.
Todo bien hasta que en un momento me hace poner de costado, me levanta una pierna y me apoya su pene en mi agujerito. No, Claudio, le dijo, no. No te quiero penetrar, sólo te quiero apoyar mientras te masturbo. Eso hizo que me relajara otra vez. Y así el detrás de mi y yo de costado apoyada por tu pene, comenzó a acariciarme la vagina y el clítoris.
Estaba en el cielo. El agujerito bien cerrado y la punta de su “ENORME” pene apoyada. Durante un buen rato estuvimos así. La intensidad de sus masajes iba en aumento y comienzo a notar que mi agujerito comienza a abrirse y su pene comienza a entrar. Lancé un gemido, él no se movió pero yo no se porque instinto, comencé a acercarme con la cola a él. El pene estaba entrando y no dolía para nada. Esa situación me dio tanto morbo que estaba por acabar, se lo dije y comenzó a decirme guarradas como vamos putita, que se te está abriendo bien el culito. Yo no podía creerlo, tenía lo que yo creía, esa cabezota adentro y no me había dolido.
Bueno, en resumen, acabé como una perra con las caricias en mi vagina, con su pene en la cola y con las cosas que me decía. Luego que acabé él me agarró de la cintura, se movió un poco más fuerte y acabó enseguida. Yo la sentía bien adentro, me sentía llena pero pensaba que como no me había dolido, sólo la cabeza estaba dentro. Cuando le digo que no me dolió su cabecita, me dice, ¿cabecita? Y me llevó la mano hacia atrás y pude notar que estaba toda dentro.
No podía creer haberme tragado esa enorme tranca sin dolor, cero dolor, nada de nada. Nos quedamos así un poco con nuestras respiraciones agitadas. Comenzó a dolerme-irritarme un poco y le pedí que la sacara. No terminaba de salir nunca. Me apoyé sobre el respaldo de la cama con las piernas recogidas, por primera vez en mi vida me salía semen de la colita, me chorreaba por las nalgas y las piernas. Lo miré a los ojos sorprendida por lo que había sucedido y me dijo, ¿viste putita como te rompí el culito?
Es un genio como me lo hizo, todavía no puedo creer que sea cierto. Todos los miedos que tuve, las inseguridades, toda la magia que rodeaba a esto, se esfumaron en cuestión de minutos. Y sin dolor en absoluto. Bueno, ahora me duele un poco los esfínteres cuando los contraigo y hace un rato fui de cuerpo y me salió un hilito de sangre, pero nada importante. Me duele un poco el vientre o esa es la sensación que tengo y me cuesta sentarme en superficies duras. Pero esto
ahora, en el momento ayer, no me dolió nada.
Te cuento lo que me pasa, por un lado lo amo por como lo hizo y por el otro lado, lo odio porque me quitó la ilusión que tenía de hacerlo en la luna de miel. Me quitó la magia que tenía con esto. Ese manejo de no “entregar”. Me dejó vacía con esto. No se estoy confundida, me gustó mucho lo que pasó, pero también me quitó mucho.
Un besito, un much

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