carolina

Carolina - Historias-Calientes.comCarolina - Historias-Calientes.com
Carolina - Historias-Calientes.comCarolina - Historias-Calientes.com
Tenía la persiana abierta, pero la cortina baja, así que la corrí como sino supiera que él estaba ahí mirándome. Me tire en la cama. Allí estaba yo, completamente desnuda y con mis piernas abiertas para que mi vecino pudiera contemplar mi cuerpo y mi concha. Comencé a tocar mis pechos, rodeaba mis pezones con mis dedos, los pellizcaba....estaban duros, erectos, quizás por la idea de que eran sus dedos los que lo hacían, quizás por la idea de que estaba mirándome. Tomé uno de ellos con mi mano y lo llevé hasta mi boca.....deslicé mi lengua húmeda por mi pezón, lo mordí, mis pechos estaban duros como piedras, estaban mojados por mi saliva. Mi respiración comenzó a acelerarse. Mientras que con una mano tocaba mis pechos, me llevé la otra hasta mi concha. Comencé a frotar mi clítoris imaginando que era su lengua la que por él se deslizaba....más y más deprisa, mi espalda se arqueaba, mi cabeza se echaba hacia atrás, mis gemidos se hacían más intensos, mi vagina lubricaba más y más, mis dedos se deslizaban divinamente por ella. Levanté la cabeza y desplacé mi mirada hacia la ventana de mi vecino. Había corrido la cortina y estaba desnudo frente a mí, tocándose su pene. Un pene enorme... dios como me puso verlo así, tan excitado, con la cara desencajada, mirándome como un degenerado, pajeándose con mi masturbación. Metí dos de mis dedos dentro de mí, comencé a moverlos como si fuera su verga la que estaba allí dentro comencé a retorcerme, a jadear como una perra, a morder mis labios, a recorrerlos con mi lengua, a mirarlo con cara de puta para excitarlo aún más.....le hacía gestos con mi lengua, con mis ojos, mientras una de mis manos estaba masajeado mis tetas y la otra estaba en mi concha. Comencé a darme prisa, a mover mis dedos más rápido, era increíble como se deslizaban, mi vagina estaba chorreando y más chorreaba de verlo a él tocándose ese pene enorme, de ver como ese maldito degenerado no paraba de pajearse y de mirarme. Empecé a jadear con más fuerza, mi orgasmo se acercaba, notaba algo dentro de mí. Un río de flujos invadió mis muslos mientras mis dedos hacían las últimas penetraciones y mientras mi orgasmo daba sus últimos coletazos. Mi cuerpo cayó rendido hacia atrás, en la cama. Necesitaba recuperarme, necesitaba controlar mi respiración. Cuando pude me incorporé. Mi vecino aún seguía pajeándose, seguía moviendo su verga con su mano, sus movimientos eran muy rápidos, debía estar a punto de acabar. Yo mientras estaba sentada en mi cama, mirándolo, ahora era yo la que iba a contemplar su orgasmo ese chorro de esperma, era yo la que iba a imaginar esa leche en mi boca.... Me llevé de nuevo una de mis manos hasta mi vagina mirando fijamente a mi vecino, deslicé uno de mis dedos por mi concha, le enseñé el dedo a mi vecino y lo acerqué hasta mi boca. Pasé mi lengua por él, saboreando mi acabada, entonces fue cuando pude ver la leche de mi vecino, una acabada bestial, con gran cantidad de semen. Me levanté de la cama, bajé la persiana y me fui de nuevo al cuarto de baño a tomar una ducha, pero esta vez de agua fría, porque ahora necesitaba enfriarme.
Tenía la persiana abierta, pero la cortina baja, así que la corrí como sino supiera que él estaba ahí mirándome. Me tire en la cama. Allí estaba yo, completamente desnuda y con mis piernas abiertas para que mi vecino pudiera contemplar mi cuerpo y mi concha. Comencé a tocar mis pechos, rodeaba mis pezones con mis dedos, los pellizcaba....estaban duros, erectos, quizás por la idea de que eran sus dedos los que lo hacían, quizás por la idea de que estaba mirándome. Tomé uno de ellos con mi mano y lo llevé hasta mi boca.....deslicé mi lengua húmeda por mi pezón, lo mordí, mis pechos estaban duros como piedras, estaban mojados por mi saliva. Mi respiración comenzó a acelerarse. Mientras que con una mano tocaba mis pechos, me llevé la otra hasta mi concha. Comencé a frotar mi clítoris imaginando que era su lengua la que por él se deslizaba....más y más deprisa, mi espalda se arqueaba, mi cabeza se echaba hacia atrás, mis gemidos se hacían más intensos, mi vagina lubricaba más y más, mis dedos se deslizaban divinamente por ella. Levanté la cabeza y desplacé mi mirada hacia la ventana de mi vecino. Había corrido la cortina y estaba desnudo frente a mí, tocándose su pene. Un pene enorme... dios como me puso verlo así, tan excitado, con la cara desencajada, mirándome como un degenerado, pajeándose con mi masturbación. Metí dos de mis dedos dentro de mí, comencé a moverlos como si fuera su verga la que estaba allí dentro comencé a retorcerme, a jadear como una perra, a morder mis labios, a recorrerlos con mi lengua, a mirarlo con cara de puta para excitarlo aún más.....le hacía gestos con mi lengua, con mis ojos, mientras una de mis manos estaba masajeado mis tetas y la otra estaba en mi concha. Comencé a darme prisa, a mover mis dedos más rápido, era increíble como se deslizaban, mi vagina estaba chorreando y más chorreaba de verlo a él tocándose ese pene enorme, de ver como ese maldito degenerado no paraba de pajearse y de mirarme. Empecé a jadear con más fuerza, mi orgasmo se acercaba, notaba algo dentro de mí. Un río de flujos invadió mis muslos mientras mis dedos hacían las últimas penetraciones y mientras mi orgasmo daba sus últimos coletazos. Mi cuerpo cayó rendido hacia atrás, en la cama. Necesitaba recuperarme, necesitaba controlar mi respiración. Cuando pude me incorporé. Mi vecino aún seguía pajeándose, seguía moviendo su verga con su mano, sus movimientos eran muy rápidos, debía estar a punto de acabar. Yo mientras estaba sentada en mi cama, mirándolo, ahora era yo la que iba a contemplar su orgasmo ese chorro de esperma, era yo la que iba a imaginar esa leche en mi boca.... Me llevé de nuevo una de mis manos hasta mi vagina mirando fijamente a mi vecino, deslicé uno de mis dedos por mi concha, le enseñé el dedo a mi vecino y lo acerqué hasta mi boca. Pasé mi lengua por él, saboreando mi acabada, entonces fue cuando pude ver la leche de mi vecino, una acabada bestial, con gran cantidad de semen. Me levanté de la cama, bajé la persiana y me fui de nuevo al cuarto de baño a tomar una ducha, pero esta vez de agua fría, porque ahora necesitaba enfriarme.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.