En el micro

Mi nombre es Anabella, tengo 24 años y a continuación me describo para que sepan como soy. Morocha, 1,55 mts de altura, tez blanca, dicen que muy bonita de cara, rellenita (algo que gusta mucho a los hombres), con un busto tirando a grande para mi cuerpo y unos pezones grandes y rosados que responden de inmediato a cualquier estímulo y si los besan mejor, pero lo que realmente vuelve locos a los hombres, es mi cola, paradita, de caderas anchas y redonda, cosa que además me encanta entregar si un tipo me calienta lo suficiente.
Esto sucedió en el mes de noviembre que tuvimos que viajar al interior ya que mi novio es músico y tenía que tocar en un festival.
Estábamos, mi novio y yo, viajando para Córdoba a un festival, en un micro de larga distancia, que por ser fuera de temporada iba bastante vacío.
El micro era de esos que tienen dos pisos (arriba todo el pasaje y abajo el baño y solo seis asientos, pero entre estos dos una puerta para no molestar a los pasajeros), arriba viajaba toda la banda y demás pasajeros y abajo nos tocó a nosotros solos.
El viaje se daba tranquilo, serían como las tres de la madrugada, mi chico estaba totalmente dormido (yo no duermo en los micros, no puedo) y yo leía un libro, cuando veo que baja alguien, que creí que iba al baño.
Cuando siento que abren la puerta del compartimiento, levanto la cabeza y veo un muchacho de unos 26 años, morocho y fornido, que hizo que mi conchita sintiera cosquillas.
Me mira, me sonríe y me dice - te molesto si me quedo acá, arriba hay unos chicos que no me dejan dormir - yo contesto - no hay problema, sentate donde quieras - y escuchando esto se sienta en el asiento delante del mío. Continué leyendo cuando escucho que el muchacho me pregunta si no tenía algo para leer que le prestara, ya que se le había ido el sueño. Respondí que era lo único que tenía e instantáneamente él me pregunta mi nombre. Se lo digo y él me dice - yo me llamo Martín - y comenzamos a charlar.
Como mi novio estaba dormido me dice - por que no venís acá a mi lado así charlamos y no lo molestamos - me pareció buena idea y me fui a sentar a su lado.
Cuando pasé frente a él me desvistió con la mirada y eso me calentó. Yo llevaba puesto un vestidito corto (de esos que se abrochan completamente por adelante) un poco escotado, sin corpiño y unas zapatillas. Me quedaba muy bien, sobre todo en mi busto que dejaba notar mis grandes pezones y en mi cola que dejaba meterse algo de tela entre mis nalgas.
Viendo como me miró, antes de sentarme saqué cola y despacio me fui sentando (saben que me gusta calentar a los tipos). Una vez sentada me arreglé la falda obligándolo a que mirara mis piernas, él lo notó y me dice - sos muy bonita -, - gracias - digo yo, - no en serio, sos preciosa y si tu novio no estuviera acá atrás....- y no terminó la frase. Yo, algo excitada le digo - él está dormido y tiene el sueño muy pesado - sonriendo y sin mas me empieza a besar. Besaba estupendamente y sin esperar mucho comienza a acariciar mi pierna derecha. Yo, entregada al placer, abro mis piernas todo lo que puedo y él tomándolo como una invitación, mete su mano bajo mi falda y acaricia mi conchita sobre mi tanga.
Yo estaba hecha un lago y sin poderme contener se me escapa un -ssiiiiiiiiii- por entre sus labios. Me estaba volviendo loca y quería cogérmelo ya, así que me desabrocho cinco botones del escote, dejando libres mis pechos y mientras él empezaba a besar mis pezones, yo le abro el pantalón y saco su pene que se encontraba semi-erecto.
Era una locura, mi novio atrás durmiendo mientras Martín metía los dedos en mi concha (había corrido la tanguita), me besaba los pezones y yo lo masturbaba enérgicamente.
Todo eso realmente me excitó tanto, que le acabé en la mano, mientras él me besaba para contener mis jadeos.
Cuando me repuse, me acerco a su oído y le digo - ahora te toca a vos - él solo me sonríe maliciosamente.
Me arrodillo frente a aquella pija, que si bien no era muy grande (unos 18 cms) si era extremadamente gorda (no me cerraba la mano alrededor de ella), y sacando mi lengua, comienzo a lamerla en toda su extensión. Mi lengua la envolvía, subía, bajaba y ponía especial atención en la cabeza. Él me decía - que cara de viciosa tenés..... seguí.... sos increíble - y cerraba los ojos. A mí me encantaba tenerlo a mi merced, así que continué con mi labor, hasta que me rogó - metetela en la boca ..... por favor - y para no hacerlo sufrir mas, coloqué mis labios sobre la cabeza de su pene y de a poco me fui tragando aquella preciosidad, hasta que chocó con mi garganta. Generalmente me las trago todas, pero ésta era tan gruesa que apenas cabía en mi boca completamente abierta, la ventaja era que al no ser muy larga, casi tres cuartos de verga entraba en mi boca.
En mi vida no había visto pija que no pudiera tragarme por completo, así que tomándolo como un desafío comencé a mamarla hasta que chocara con mi garganta pero tratando de relajarme para poder tragármela toda. Él podía notar mi esfuerzo y sin poder controlarse me dice - sos increíble.... que placer me estás dando viciosa... como envidio a tu novio... - y sintiéndome mucho mas relajada me la saco y le digo - te voy a hacer la mejor mamada de tu vida.... de mí no te vas a olvidar jamás... - e inmediatamente vuelvo a tragarme esa gruesota verga, que ahora si logró pasar la barrera de mi garganta y mis labios chocaron con su vientre. Cuando pasó mi garganta mi cuerpo se estremeció y comencé a sentir un orgasmo, que continuó hasta que en tres o cuatro tragadas mas él acabara en mi interior.
Terminó mi orgasmo recién cuando engullí todo su semen, me la saqué de la boca y con mi mano embadurné su aparato con el semen que quedaba (en otro momento no hubiera desperdiciado ese manjar pero tenía una idea en mi cabeza y lo necesitaba lubricado), mientras él me decía - que puta, te tragaste toda la leche - y yo respondí mientras me relamía - Sí .... y me encantó.... es deliciosa ....-.
Para mi sorpresa empezó a peder la erección (no iba a permitirlo) así que mirándolo a los ojos le digo - a ver si esto ayuda a que se endurezca otra vez y si se levanta, tal vez le dé un premio - él sonrió, mientras yo me acomodaba su pija semi-erecta entre mis pechos y apretándolos con mis manos, comencé a masturbarlo con ellos.
Su pene desaparecía por completo y reaparecía entre mis pechos, provocándome una sensación divina, que al parecer, compartía con Martín.
Cada tanto, aprovechando que su aparato salía bastante, agachaba la cabeza y engullía gran parte de él, cosa que logró que volviera a un estado de dureza ideal.
De repente, sin decir nada, me levanto y meto mis pechos en mi vestido sin abrochar los botones, él asombrado me dice - ¿qué pasa? ¿Y su premio? - , - ah cierto, pero yo dije tal vez - respondí (solo trataba de histeriquearle un poco, nada mas) - pero se lo ganó, ¿no crees? - me dice - creo que sí, pero ¿qué le gustará como recompensa? - diciendo esto me paro de espaldas frente a él, me agacho hacia adelante y levantando mi pollera, le doy una imagen inmejorable de mi culo y mi conchita tapados por mi tanguita, que corro para descubrir ante él toda mi intimidad. Él acariciando mi culito me dice - sos hermosa -, - gracias, pero todavía no sabemos lo que quiere - respondo - a ver si nos dice - y diciendo esto acerco mi culito a su pene, lo apoyo en el orificio y presiono suavemente - ¿será esto? - pregunto jugando, - siiii, le fascina - y continuo, moviéndolo hasta mi empapada conchita, presionando hasta que la cabeza casi entra - ¿o esto? - a lo que me responde - también le encanta -, - entonces tendré que decidir yo, que premio se merece - diciendo esto, me siento hasta que su pene llegó hasta el fondo de mi vagina.
Comencé a cogerme aquel monumento de carne mientras su dueño decía - que delicia,... que apretada estas - a lo que digo - para esa pija todas somos apretadas,..... que placer me da,.... es hermosa - pero no quería terminar así y viendo que él acabaría pronto me la saqué y me volví a sentar a su lado. Martín asombrado dice - ¿no me vas a dejar así, no? -, - en ningún momento dije que el premio era hasta terminar - (lo estaba volviendo loco y eso me excitaba mas) - es mas, estoy algo cansada así que me voy a dormir. Fue un placer estar con vos y gracias por esa hermosa sesión de sexo.-.
Se me quedó mirando como un tonto mientras yo me levantaba y me dirigí al asiento de al lado de mi novio (yo quería seguir sintiendo aquella pija pero también me gusta jugar para que la excitación sea mayor). Me paro en el pasillo frente a los asientos y hago como que busco algo en el estante de arriba de ellos cuando siento aquella hermosa pija apoyada en mi culito y unas manos que toman mis pechos, mientras al oído me dicen - sé que deseas esto como nada en el mundo y quieras o no lo vas a tener bien adentro, a mí no me vas a dejar así - . Ni bien terminó de decir esto me obligó a agacharme hacia delante, me abrió de piernas, me arrancó la tanga y metió su cara entre mis nalgas, para empezar a chupar mi conchita.
Metía su lengua hasta el fondo y yo gozaba como una cerda (me encantaba que me obligaran y eso era lo que estaba buscando). Estuvo un rato así hasta que se acercó a mi oído y me dijo - ahora vas a saber lo que es gozar, putita, te voy a devolver el placer que vos me diste - automáticamente cambió su lengua por su durísimo pene y comenzó a cogerme con furia, es más, casi era una violación.
Yo gozaba como un animal, pero no era ahí donde la quería y así se lo hice saber, me giré y cuando se acercó le digo -aaaahhhhh,... metemela en el culo papito,... oohhh, la quiero en mi culooooo... aaaahh,... la ?necesito? en mi culooo... ahora, por favooooor,... papi -.
Tras un par de embestidas más me la saca y apoya en mi culito, comenzando a empujar para que éste se abriera. Me estaba volviendo loca, esa pija era muy gruesa y si bien mi culito estaba acostumbrado y se dilataba muy rápido (tengo sexo a diario con mi novio y siempre lo hacemos por ahí), me producía un placer increíble, tanto que cuando logró entrar la cabeza comencé una serie de orgasmos.
Él se detuvo para que mi agujerito se acostumbrara, no me gustó eso, así que lo miré y le dije - hasta el fondo.... rompeme el culo.... violame papito.... - y empujé para atrás, cosa que hizo que media verga me entrara y yo siguiera teniendo orgasmo tras orgasmo.
Martín empujó hasta que sus huevos pegaron en mi conchita y comenzó a cogerme tan violentamente como antes, yo continuaba teniendo orgasmos mientras él me tapaba la boca para que no gritara.
A los pocos minutos y tras penetrarme hasta el fondo, él acaba en mi interior diciéndome siempre al oído - tomá putita, ahí tenés más leche,... toda para vos.-, - siiiiii,.... la sientoooo... bien calentita.... me estas llenando todaaaaa - decía yo, mientras tenía un último orgasmo. Tras sacármela, yo apreté un par de veces mi esfínter para que saliera todo el sobrante de esperma. Lo tomé con mi mano y con la lengua me lo bebí todo, continuando con el restante en la verga de Martín. Aproveché que se estaba ablandando para tragármela completamente un par de veces mas y al dejarla, pararme para besar en la boca a mi amante ocasional.
Tras despedirse me dice - realmente, jamás te voy a olvidar, sos fantástica, de verdad lo envidio - y diciendo esto se fue.
Yo, mas calmada, me senté al lado de mi novio y mirándolo como dormía le digo - ¿te gustó? - él abriendo los ojos y sonriendo me responde - me encantó, mi putita, vos sabes que me vuelve loco verte en brazos de otro - me sonreí - te amo con toda mi alma y jamás lo disfrutaría tanto si no estuvieras conmigo - le digo.
Él comenzó a tocar mi desnuda conchita y me preguntó - ¿tanto te calentó, que gozaste como una cerda? - a lo que respondo - era muy lindo, no era un gran amante pero tenía una verga hermosa, en realidad sabía que nos estabas viendo porque tenés el sueño muy liviano y eso es lo que realmente me excitó tanto -, -te amo mi putita - y diciendo esto me besó.
Aprovechando que estábamos solos, hicimos el amor en todas las posiciones, me acabó en la boca, conchita y culito, me tragué toda su lechita y después de muchísimos orgasmos que me hizo tener (por mas que tenga todas estas experiencias, ninguno me hace gozar como él), nos dormimos hasta que llegamos.
Nos despertamos me besó y me dijo - que viajecito eh? Y esto recién comienza - y salimos del micro.

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