Vacaciones con mis amigos.

Mi nombre es Mariana y tengo 19 años, en este momento estoy emprendiendo un viaje acompañada por mis dos mejores amigos, Iván y Fede. Ellos tienen solo 2 años más que yo. Decidimos recorrer el suroeste del país para alejarnos un poco de la estresante vida de ciudad. La idea era tener unas vacaciones tranquilas. 
Viajamos en un auto que pertenece al padre de Iván, logramos convencerlo de que nos lo preste por unos días. Mis dos amigos se turnaban para manejar mientras yo cumplia el rol de copiloto, el que consistia en elegir la música, chequear el mapa y charlar con el conductor para que no se duerma. 
  Soy una chica de cuerpo menudo y de baja estatura, mi piel es oscura y tengo un abundante cabello negro. Hay un detalle de mi cuerpo que resalta mucho más que el resto, y se trata de mis pechos. Son considerablemente grandes, más estando en alguien de mi tamaño. 
  Luego de estar viajando casi un día completo decidimos parar en un hostal que nos pareció bonito. En la recepción nos atendió una chica rubia, bonita y con acento extranjero, mientras consultábamos los precios escuchamos un fuerte crujido seguido de la estrepitosa alarma del auto, corrimos todos a la calle. Alguien había roto una de las ventanillas traseras del vehículo, me quedé helada al notar que faltaba mi valija. No había ni rastros de ladron, yo estaba al borde de las lágrimas, por suerte Ivan y Fede me contuvieron, me dijeron que no me preocupe, que todo saldría bien. Yo les dije que en esa valija no solo estaba toda mi ropa sino tambinén la mayor parte de nuestro dinero. Ahí ellos también se preocuparon un poco, pero insistieron en que nos las arreglaríamos. 
  Hablamos con la recepcionista del hostal y le rogamos que nos alquile una sola habitación para los tres ya que nos habían robado y estábamos cortos de dinero. Ella se apiadó de nosotros y accedió a dejarnos la habitación. 
  Estabamos prácticamente muertos de cansancio, nos turnamos para bañarnos, primero fue Ivan, mientras él lo hacía la recepcionista tocó a la puerta de la habitación, me dió una pequeña tanga blanca, me dijo que nunca la había usado y que esperaba que me entre. Le agradecí de corazón el gesto. Se disculpó de no poder darme también un corpiño, sus pechos eran mucho más pequeños que los míos, le dije que no se preocupe, que con lo que me había dado ya era suficiente. Al menos tendría algo de ropa interior limpia. 
  Luego de que Fede también se haya bañado, llego mi turno. Ellos me prestaron una remera roja algo larga, seguramente me quedaría inmensa. 
  Me duché y lavé la ropa interior que llevaba puesta. Comencé a vestirme, primero me puse la tanga blanca e inmediatamente me di cuenta de que era demasiado chica para mi anatomía, al parecer yo estaba un poco más rellenita que la recepcionista porque me costó mucho subirla. No era de esas tangas que se meten en la cola, pero esta vez si tuve que hacerlo, porque sino no había forma de que entrase, aún así la sentía apretada en el elástico al rededor de mi cintura y en mi entrepierna. 
  La remera que me dieron los chicos también me desilucionó un poco, no era tan grande como parecía, en realidad eso era por culpa de mis pechos, que la estiraban mucho en la parte superior. Me quedaba a unos 15 centímetros por arriba de las rodillas, tal vez más. Eso podía ser un problema. 
  Al salir del baño me senté sobre la cama con las piernas juntas flexionadas hacia mi derecha, tiré de la remera hacia abajo para cubrir lo más posible. 
  Inevitablemente Ivan y Fede me miraron mientras acomodaban sus cosas. Yo también los observé, me sorprendí de verlos a ambos de remera y boxers, nada más. Supongo que lo hicieron para que yo no me sienta mal. Todos estábamos en las mismas condiciones. Pero a ellos se les notaba su miembro marcado en la tela del boxer. 

- Se les nota el paquete - les dije. 
- A vos también se te nota algo - me contestó Ivan señalando mis pechos. 

Los miré y me di cuenta de que se marcaban los pezones sobre la remera, asi que decidí pasar el tema. 

- ¿Cómo vamos a dormir? - pregunté 
- No tengo idea - dijo Iván. 
- Yo creo que en la cama hay lugar para los tres. Claro, si ninguno tiene problemas con eso - sugirió Fede. 
- Por mí está bien - dijo Iván. 
- Esta bien, nos acomodamos acá - acepté - primero deberíamos contar cuánto dinero nos quedó, para saber como nos vamos a organizar de ahora en más. 

Ambos se sentaron en la cama frente a mi y arrojaron sobre ella los billetes y monedas que aún nos quedaban, Los contamos y comenzamos a replantear nuestras vacaciones, deberíamos sacrificar algunas cosas pero aún así tendríamos unas vacaciones decentes. 
Noté que Fede miraba hacia abajo, directo hacia mi. Cuando bajé la vista me di cuenta de que mis piernas habían quedado algo separadas y podía verse parte de la tanga blanca. Disimuladamente las junté y bajé un poco mi remera mientras seguíamos charlando. 

- Al menos vamos a poder sacar muchas fotos - dijo Fede - Creo que la cámara quedó en ese bolso - señaló un pequeño bolso que estaba a mi derecha, sobre el suelo al lado de la cama. 

No tuve mejor idea que ofrecerme a buscarla y cuando lo hice me puse de rodillas sobre la cama y me incliné hacia el bolso, dándoles las espalda. Busqué solo por unos segundos hasta que me interrumpió un destello de luz a mi espalda. Di media vuelta rápidamente y vi la cámara en las manos de Iván, ambos se estaban riendo y miraban la foto que había tomado. Les quité la camara para poder verla yo también. Cuando revisé la foto pude ver un primer plano de mi cola prácticamente desnuda. Se me había subido la remera y podia verse la tanga apretada, tanto que marcaba notoriamente la división de los labios de mi vagina, aumenté el zoom de la imagen en esa zona y llegué a ver varios pelitos negros asomando por los costados de la tanga. 

- No borres la foto - me pidió Iván. 
- Claro que la voy a borrar - le dije - se me ve todo. 
- No seas mala, si es una linda foto. Saliste muy bien. 
- Está bien, no la borro, pero ustedes tampoco borren estas - apunté la cámara a su bulto y tomé´una foto, luego hice lo mismo con el bulto de Fede. Se veían algo más grandes que antes. 

Mis piernas estaban algo separadas, ellos tenian la mirada fija en mi tanga. Sus miembros parecían agrandarse poco a poco, por eso me acerque y les tomé algunas fotos, hasta que Iván se quejó: 

- Hey, nos sacaste un montón de fotos, ahora te toca a vos - extendió su mano esperando que le pasara la cámara, pero no lo hice. 
- No, mejor la saco yo - sonreí y saqué una foto de mi cara. 
- No asi no, vos no nos sacaste fotos a la cara - volvio a quejarse. 
- Bueno, está bien, saco otra - abrí las piernas y puse la cámara entre ellas y saqué una foto. 

Al mirarla me sorprendí un poco, no pensé que la foto sería tan explícita. La tela blanca dibujaba cada contorno de mi vagina, no solo se notaban mis labios sino que también era posible ver un pequeño bultito en el centro, se trataba de mi clítoris. Acá se veían más pelitos asomándose por los lados. 
Cuando mis amigos miraron la foto Fede dijo: 

- Mirá que lindo papo tenés Marianita - se refería a mi vagina. 
- Hey, más respeto que soy tu amiga - dije riéndome. 
- Eso no quita que tengas un buen papo, y unas buenas gomas - al decir eso sacó una foto de mis pechos, tenía los pezones duros, por eso se marcaban muy bien en la tela roja. 

Fede tomó varias fotos más, no solo de mis pechos sino también de mis piernas. Yo intentaba cubrirme las partes íntimas con las manos. 
Nos reíamos mucho con las fotos, estábamos pasando un buen momento, ya nadie pensaba en que nos habían robado. Yo buscaba en vano alguna posición en la que la corta remera tapara mi tanga, pero me era imposible estando sentada en la cama, por eso me bajé y me puse de pié tirando hacia abajo la remera. 

- No seas maldita - me recriminó Fede - con lo lindas que estaban saliendo las fotos. 
- Si, pero a la única que se le ve todo es a mi - me defendí. 
- Bueno, un par de fotitos más y después podes nos sacás algunas, como vos quieras - sugirió Iván. 

Medité la idea unos segundos, a decir verdad no me molestaba que ellos vieran un poquito de mi anatomía y me daba curiosidad saber qué cara pondrian ellos, tambien era buena la idea de que yo pueda tomarles fotos. 
Accedí y para demostrárselo a mis amigos levanté la remera roja hasta por encima de mi ombligo. La diminuta tanga blanca dejaba asomas una notoria cantidad de pelitos negros por la parte de arriba. Abajo se me estaba metiendo un poco por la division de mi vagina por lo que se asomaban levemente mis labios por los costados. Fede tomó la foto sin perder un segundo, evitando así que yo cambie de opinión. Giré en redondo dándoles la espalda, seguro estaban tomando fotos de mi cola, junté un poco de coraje y me animé a más, separé un poco mis piernas y me agaché dejando la cola parada, les di unos segundos para tomar la foto y les pedí la cámara. Cuando miré esta última foto vi mi cola, parecía enorme y estaba algo abierta, era un primer plano que dejaba ver una delgada linea blanca que formaba la tanga entre mis nalgas, más abajo pasaba algo parecido con mi vagina, se podían ver mis labios, carnosos y arrugados repletos de pelitos, al tener la tanga metida entre ellos hacía parecer mi vagina más hinchada de lo normal. Era una imagen muy explícita, pero no me molestó. 

- Bastante zarpadita quedó la foto - les dije - asi que van a tener que esmerarse - vi que ambos tenian el miembro erecto dentro del boxer. 

Me acerqué al bulto de Iván y tratando de utilizar sólo la punta de mis dedos tiré hacia un lado la tela del boxer, su pene apareció por una abertura que tenía en el centro, que servía para hacer pis sin quitárselos. El miembro era grande y venoso, era algo más oscuro que el resto de la piel de Iván, parecía a punto de estallar, se me hizo un nudo en la garganta al ver eso. Repeti la misma acción con el boxer de Fede, que era del mismo estilo y ambos penes quedaron apuntándome direcamente. Comencé a tomar algunas fotos, pero lo hacía por inercia, estaba mirando los miembros de mis amigos de hacía tantos años, era algo que nunca pensé que vería. 

- Después le voy a vender estas fotos a mis amigas - les dije. 
- Si querés yo se las muestro gratis - dijo Fede. 
- No, porque me arruinás el negocio - yo estaba asombrada por el tamaño de esos miembros, sentía mi vagina humedecerse rápidamente - quiero que mis amigas sepan que yo tomé las fotos - les dije mientras me acostaba en la cama boca arriba intentando quedar entre medio de ellos, con sus penes a los lados de mi cabeza, sonreí y tomé una foto - si mi mamá llega a ver esta foto, me mata. 
- Te mata si llega a ver cualquiera de todas las fotos que sacamos - acotó Iván mientras me quitaba la cámara de las manos, apuntó hacia mi vientre y tomó otra foto. 

Para la siguiente foto a Fede se le ocurrió tirar de mi tanga hacia arriba, dejó a la vista mi bello púbico a los lados de la tela blanca. 

- ¿Quién te dio permiso para hacer eso? - le pregunté a mi amigo, pero no estaba enojada, ni siquiera acomodé mi ropa interior. 
- Vos me diste permiso, cuando me dejaste en bolas - se defendió, en ese momento tiró hacia arriba mi remera intentando subirla. 
- No les voy a mostrar las tetas - dije sentándome en la cama. 
- Tampoco sería mucha diferencia - dijo mi amigo - ya se ven bastante. 

Era cierto, mis pezones estaban duros y se marcaban visiblemente sobre la tela de la remera. Miré mi entrepierna, la cual dejaba poco a la imaginación, que vean mis pechos no marcaba mucho la diferencia. Accedí y lentamente fui quitándome la remera hasta que mis voluptuosos pechos dieron un leve salto y quedaron a la vista de mis amigos y la cámara. Mis pezones eran oscuros y tenian una aureola bien definida. Sonreí a la cámara y fui cambiando de pose mientras sacaban fotos, me pellizqué los pezones, más por propio placer que por algún otro motivo. Tomaron varias fotografías, no solo de mis pechos sino también de mi cuerpo entero. 

- Se me ocurrió una idea para una buena foto - sugirió Ivan. 

Puso la cámara sobre una mesita y ajustó el temporizador, yo seguía arrodillada en la cama frente al lente de la cámara. Ellos se colocaron a mis lados, sus penes duros casi se tocaban frente a mi. Yo los rodeé con mis brazos y cuando a Fede se le ocurrió agarrarme una teta, Iván lo imitó. Cuando estaba por salir la foto sentí que éste me pellizcaba el pezón. 

- ¡Auch! cuidado que duele - me quejé. 
- Es que provoca apretarlas - me dijo Fede - presionando con fuerza mi teta derecha. 
- No me importa si les provoca comértelas, eso no quiere decir que puedan hacerlo - sentí la mano de Iván acariciando mi cola suavemente y de golpe me pellizcó - ¡Ah! malditos, ahora van a ver - sin pensar en las consecuencias agarré los huevos de ambos y los apreté un poco entre mis dedos, para mi sorpresa la cámara disparó otra foto en ese instante - Huy, esa foto también se la tengo que mostrar a mis amigas - dije riéndome. 
- ¿De verdad pensás mostrarle las fotos a tus amigas? - me preguntó Iván. 
- ¿Y por qué no? - dije - si ellas me han mostrado más de una foto zarpada, siempre andan diciendo que estuvieron con un tipo re lindo y cosas asi, yo nunca tengo nada para mostrarles, no me ando sacando fotos de esa clase, ahora les voy a armar la historia que yo quiera. Van pensar que estuve con dos tipos a la vez, total ellas a ustedes ni los conocen. ¿Les molesta si muestro las fotos? 
- A mi no me molesta - dijo Fede y fue en busca de la cámara que seguía disparando flashes - si querés podemos sacar algunas fotos más, se colocó frente a mí con la cámara e Iván se me acercó por detrás. 

Su pene duro quedo apretado contra mi cola y sin pedirme permiso me agarró las tetas desde abajo. Mientras me movía un poco para cambiar de pose para la siguiente foto, el pene de mi amigo se frotaba contra mi parte trasera, lo sentía metido de punta entre mis nalgas, cada vez que me inclinaba un poco hacia adelante se acercaba más a mi culo. Iván tiró de mi tanga hacia arriba haciendo que ésta se meta entre los labios de mi concha, la cual quedó muy a la vista, Fede aprovechó la oportunidad y comenzó a tomar fotos en primer plano de mi vagina, la cual estaba muy húmeda y con los labios abiertos, por culpa de la tanga. Como ya me estaba doliendo un poco esa presión tomé la tanga y la corrí hacia un lado, dejando mi concha totalmente a la visa, mi clítoris estaba duro y enrojecido. Mi cola también había quedado descubierta y ya sentía la verga de Iván pegada a mi ano, él parecía estar disfrutando eso porque en lugar de apartarse, seguía ejerciendo presión. Fede acercó su mano a mi vagina y usando los dedos me abrió los labios para poder tomar una foto del interior, a mi no me importaba, que tomen todas las fotos que quiera, estaba excitada y disfrutando de la situación, por eso colaboré separando más mis piernas. 

- Mi mamá me asesina si llega a ver sólo la mitad de estas fotos - les dije con una sonrisa - junté mis piernas y con un rápido movimiento Iván me ayudó a quitarme la tanga, quedando así completamente desnuda ante mis mejores amigos. 

Al volver a mi posicion anterior, de rodillas y con las piernas separadas, el pene de Iván quedó metido entre los labios de mi vagina, sobresalía como si fuece parte de mí, mis jugos humedecieron su tronco haciendo que se moviera con más suavidad, Fede tomó una foto de esa escena, la punta del pene se asomaba y luego desaparecía, cuando retrocedía la sentía pasando por el agujero de mi concha, amenazando con entrar. 

- No se olviden que soy una nena - les dije con voz infantil - y el cosito de las nenas se abre y puede ocurrir un accidente. 

De hecho casi ocurre, a mi se me ocurrió abrir las piernas apoyando un pie sobre la cama y dejando la otra apoyada con la rodilla, el pene de Iván quedó dirigido hacia mi cavidad vaginal y como yo estaba muy abierta sentí la punta entrando, el glande quedó metido completamente antes de que mi amigo se apresurara a sacarla. Yo hice como si no lo hubiese notado, pero me puse roja. Me di cuenta que ahí no había terminado todo, él no se apartó de mí, su verga quedó justo en la entrada de mi culo y Fede tomaba fotos desde abajo, seguramente parecería que me estaba penetrando. Mi culo no era virgen, tenía su buena trayectoria, yo experimentaba regularmente el sexo anal con mis parejas de turno, algun noviecito o simplemente una cañita al aire. El punto es que el sexo anal era una de mis debilidades. Por eso no hice nada al sentir la punta del pene húmedo presionando contra mi culo, mis propios fluidos vaginales me lo estaban lubricando, la mano derecha de Iván se posó sobre mi concha y comenzó a tocarme el clítoris. 

- ¿No te jode? - me preguntó mientras lo hacía. 
- No, eso hace que las fotos se vean un poco más creíbles, pero tampoco te emociones mucho - le respondí. 

Él siguió tocandome lentamente y Fede estaba casi metido entre mis piernas tomando fotos de mi culo siendo amenazado por un pene duro y voluminoso. Comencé a mover lentamente mi cadera hacia los lados, el miembro se frotaba en la entrada de mi ano y me producía mucho placer, aunque no lo diría eso a mis amigos. Fede se puso de pié sobre la cama para tomar fotos desde arriba, su verga quedó justo delante de mi cara y seguramente salía en las fotos. 

- Así está mejor - dije yo - que se vean los dos. 

Fede se acercó un poco más hacia mi y su miembro me tocó la cara. Juntando mis labios le di un piquito en la punta, dejando mi boca allí el tiempo suficiente como para que él tomara la foto, tomé el miembro con mi mano y comencé a acariciarlo lentamente, abrí grande la boca como si fuera a comérmelo pero sólo era mímica para la foto. Apoyé levemente mis dientes contra el tronco del pene aparentando estar mordiéndolo y luego le pasé la puntita de la lengua. Sentía mi cola abriéndose con la presión ejercida pero no le dí importancia, seguí jugando con ese muñequito sin brazos. Lo mordí otra vez, abrí nuevamente mi boca y esta vez lo dejé entrar un poco, lo apreté entre mis labios y lo fui sacando lentamente de mi boca, le dí una larga y lenta lamida desde la base hasta la punta y volví a metérmelo en la boca, cuando estaba recorriéndolo con mi legungua sentí un dolor agudo por detrás, mis ojos se abrieron como platos y solté un grito ahogado. El pene de Iván se me estaba metiendo por el culo, tuve que moverme un poco para que entre más limpiamente y no me duela, pero sólo conseguí que se me clave más adentro. 

- Hay Ivancito, sacala que me duele - le pedí con un gesto de dolor. 
- Espera un segundo - me dijo Fede - aprovechemos a sacar una foto. 
- Bueno, pero apurate ahhhyyy. 

La verga se perdía cada vez más en mi interior, Fede se agachó y comenzó a tomar fotos, yo me moví un poco hacia arriba para que se viera mejor y sacar un poco el pene, pero Iván volvió a presionarlo hacia adentro, en cuanto me descuidé me di cuenta que yo misma me estaba moviendo de arriba a abajo haciendo que entre y salga, pero reaccioné. Me puse en cuatro sobre la cama y le dije: 

- Ahora sacala despacito - mi culo aún estaba algo cerrado por eso me dolió un poco cuando la sacó - Auch, eso me dolió - resongué sentándome en la cama, le quité la cámara a Fede y miré las últimas fotos, parecían salidas de una película porno, eran muy explícitas - ahora no puedo decir que ningún amigo mío me clavó, pero bueno, ya tengo algunas fotos más que interesantes para mostrarle a mis amigas. 
- Ahora le toca a Fede sacarse una foto "interesante" con vos - agregó Iván. 
- ¿A Fede? ¿Una foto cómo? 
- Y... con la de él... en tu cola - intentó explicarse, pero yo ya había comprendido. 
- Hay las cosas que me hacen hacer. Bueno, sólo porque no quiero que Fede piense que lo quiero menos. 

Le pedí que se acueste boca arriba sobre la cama, su verga dura apuntaba al techo y yo dándole la espalda me puse sobre él en cuclillas, las rodillas flexionadas y las piernas bien abiertas, su verga quedó entre mis nalgas y fuí sentándome sobre él de a poco, mi culo comenzó a abrirse nuevamente pero al parecer la cabeza del pene no quería entrar, por eso tuve que hacer más fuerza hacia abajo lo que porovocó que se me clave de golpe "¡AAAAuuuchhh!" Grité cuando la tuve dentro, Iván no demoró en tomar las fotos, se sentía de maravilla, para mostrar mi excitación abrí mi concha con los dedos y comencé a subir y bajar sobre la verga que me abría la cola rápidamente. Sólo lo hice durante unos segundo, luego me hice a un lado y volví a sentarme en la cama con las piernas hacia un lado. Tenía el pulso muy acelerado y la concha empapada en fluídos. Miré los penes de mis amigos y ambos estaban muy duros. 

- Quiero un par de fotos con los dos juntos - les dije señalando sus miembros. 

No era más que una escusa para meterme esas vergas en la boca. Me tendí en la cama y agarré una con cada mano, primero chupé un poco una y luego pasé a la otra. Me las metí en la boca lo más adentro que pude, sentí que mis labios se estiraban al máximo y aún no podía meterme ninguna de las dos completa, no quería dejar de mamarlas pero me obligué a hacerlo una vez que las fotos ya estuvieron listas. Me pasé el dorso de la mano por la boca para limpiar la abundante cantidad de saliva, quedé de rodillas con las piernas separadas con mi conchita abierta. 

- Te mojás mucho - dijo Fede refiriéndose a los jugos que brotaban por mi sexo. 

Metió su mano entre mis piernas y comenzó a tocarme con la punta de los dedos, lo miré pero no dije nada. Me metió dos dedos y comenzó a moverlos dentro. Mi respiración se aceleró notablemente igual que el movimiento de los dedos. 

- ¿Te animás a unas fotitos más? Con esto ahí adentro - dijo Iván señalando primero su verga y luego mi concha. 
- Si, claro - le dije sin dudarlo, estaba muy caliente como para negarme. Me puse en cuatro sobre la cama casi en el borde, Iván se puso de pie detrás mio - despacio - le dije antes de que siquiera apunte hacia mi. 

Su verga se fue enterrando lentamente en mi concha pero parecía estar entrando sin problemas, el placer me iba atrapando a medida que entraba más y mas, pero yo no quería mostrarles mi exitación aunque si separé un poco más las piernas, él se movía lentamente, parecía más preocupado en tomar la foto que en penetrarme, por eso yo misma moví mi cuerpo hacia atrás haciendo que el pene entre completo en mi concha. Quedé moviéndome lentamente. 

- Esta es una verga que nunca pensé que tendría adentro - dije riéndome. 
- Y yo no imaginaba que la tenías tan abierta amiga - me dijo Ivan metiéndome la verga más adentro. 
- ¡Ay! Tampoco está tan abierta. Si me la metés fuerte me duele. 
- Ahora me toca a mí - dijo Fede e Iván se hizo a un lado. 

Fede me penetró completamente de una vez haciendo que se me escape un gemido. Él se movió un poco más, por eso yo no tuve que hacerlo. 

- ¿Puedo ver las fotos? - les pedí y me alcanzaron la cámara, comencé a mirarlas desde el principio, eran muchísimas - yo que quería fotos falsas, pero quedaron bastante reales - mientras yo hablaba Fede seguía metiéndomela, me estaba calentando más aún, pero no lo demostraba. Luego de unos segundos se hizo a un lado e Iván ocupó su lugar, me clavó y comenzó a darme con movimientos constantes - voy a tener que seleccionar que fotos mostrarle a mis amigas, porque son demasiadas - la verga de mi amigo me taladraba la concha haciendo que se me llene de fluídos, para mi sorpresa, se detuvo pero al instante Fede volvió a clavarme, chocaba contra mi cuerpo con cada embestida que me daba, yo continuaba mirando las fotos intentando ignorarlos, pero cuando cambiaron nuevamente de lugar les dije: - ¡Hey ustedes se están aprovechando de mí! - pero no me moví del lugar, dejé que Iván me coja tranquilamente, lo hizo durante un rato y luego Fede volvió a tomar posición, pero no me la metió por la concha, en lugar de eso apuntó directamente a mi culo y me la clavó lentamente, no le dije nada, seguí mirando las fotos en la cámara aunque me esforzaba por ahogar mis gemidos - nunca me imaginé vermela desde este ángulo - dije refiriéndome a varios primeros planos de mi concha. Fede me agarraba por la cintura y seguía metiendo y sacando su verga de mi culo cada vez más rápido, yo la sentía muy dentro de mí y me daba mucho placer. Puse la cámara de fotos entre mis piernas y disparé, al ver la foto vi mi vagina muy mojada y abierta, en primer plano y una gruesa verga bien clavada en mi culito. 

Abrí mis nalgas con las manos para dejarlo entrar bien profundo, Iván se me acercó por la izquierda y cuando tuve su verga delante de mi cara me apresuré a chupársela. Ésta se estaba transformando en la mejor experiencia sexual que había tenido. Me tendi sobre la cama y abriéndome la concha con los dedos, se la ofrecí a Iván. Inmediatamente él me la metió y comenzó a chuparme las tetas estrujándolas en sus manos, Fede acercó su verga y yo con mucho gusto empecé a chupársela, él se movía de atrás para delante haciendo que se meta bien profundo en mi boca, a veces me probocaba arcadas y él se apresuraba a retirarla un poco, de todas formas lo disfrutaba muchísimo. Estuvimos un rato así hasta que ambos pusieron sus vergas frente a mi boca, yo fui mamando un rato cada una hasta que explotaron con pocos segundos de diferencia bañándome en leche espesa y muy sabrosa. Me tomaron fotos con la cara llena de semen mientras yo me lo iba tragando de a poco, ocacionalmente volvía a meterme una de esas vergas en la boca, me di cuenta que casi no se achicaron, al contrario, parecían estar recobrando fuerzas rápidamente. 

Le pedí a Fede que se acostara en la cama y me puse sobre él, clavándome su pene en la concha, mientras daba saltos y gemía de placer Iván hizo lo que yo tanto deseaba, me la enterró por la cola. Al fin estaba sintiendo dos penes dentro mío, se sentía de maravilla, mis agujeros se dilataban y se lubricaban de puro placer. Comencé a apretarme las tetas cerrando los ojos y dejándome llevar. Tuve varios orgasmos seguidos. 
Estuvimos cogiendo toda la noche, me dieron, más que nada, por la cola, porque así se los pedí. Ya casi no tomabamos fotos, estábamos ocupados en asuntos más importantes. Ninguno hablaba del tema, es más, casi nunca hablábamos, excepto que sea para pedir que alguno hiciera algo en específico, creo que eso mejoró las cosas ya que nos concentramos plenamente en gozar. Me dormí en medio de mis dos amigos, los tres totalmente desnudos y no nos despertamos hasta muy tarde. 
Las mini vacaciones fueron de lo mejor, los tres la pasamos genial. Ahora sólo me quedaba una cosa por hacer, 
mostrarle las fotos a mis amigas.

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