Guillermina una recien casada

Guillermina es una jovencita de veintiún años, recién se acaba de casar con Roberto, su novio de toda la vida. Ella es inocente, ingenua y sobre todo confiada, lo que la ha llevado por caminos que la han puesto en situaciones morbosas desde que era una adolescente, pero ante todo, su ingenuidad no le permite darse cuenta de las cosas que le han pasado…y que le siguen pasando ya estando casada.
Solo para que se den una idea de que tan ingenua es diremos que cuando era una adolescente sus vecinos la espiaban al subir la escalera, para asomarse bajo su falda y ver como ya sus incipientes carnes empezaban a formar a la delicia que es ahora, a veces espiándola por la ventana cuando se cambiaba por las noches o por la ventana del baño cuando por las mañanas se aseaba.
No es una belleza pero tiene su atractivo, es morena de cabello castaño hasta los hombros, de 1.60 de estatura, con unas buenas tetas que no son ni grandes ni chicas pero se le ven suculentas, cuenta con un trasero paradito y muy apetecible. Su esposo Roberto es un nerd que trabaja como vendedor así que se la pasa viajando de manera constante y su ausencia prolongada es la causante de las aventuras de su esposa. Tienen dos meses de casados y hasta el momento se sienten la pareja perfecta…o eso parece.
Hoy es lunes y para no variar, Roberto ha emprendido un viaje de cuatro días para cerrar un trato, no puede negarse a ir porque es un negocio muy importante aún y cuando el miércoles es el cumpleaños de Guille. Para compensarla le ha regalado dos boletos para que asista con una de sus amigas a un concierto donde se presentará el grupo favorito de su cándida esposa. En la puerta de su casa comienza la despedida:
-Ya me voy Guille, recuerda que no puedes ir sola al concierto porque siempre están a reventar esos eventos, llámame para decirme como te va acá-
-No te preocupes cariño, ya me las arreglare para no ir sola, cuídate mucho-
Al quedarse sola comienza reflexionar sobre el hecho de que al haberse educado en colegios religiosos no tiene ni idea de cómo son esos conciertos, ni lo que pasa en ellos ni mucho menos cómo debe comportarse en ese lugar.
-¡ay dios! No le pude decir a Beto que no tengo a nadie que me acompañe al concierto, todas mis amigas ya tienen planes y yo sin saber que debo hacer…¿a quien le preguntare como son esas cosas del concierto?-
Han pasado dos horas y en su cabeza no deja de darle vueltas y decide ir a la tienda para ir a comprar algunos abarrotes y al abrir la puerta de su casa se encuentra con que va pasando Don Luis, un vecino del edifico.
Don Luis es un maduro divorciado, de cincuenta y cinco años de edad, algo pasado de peso, calvo pero buen conversador y sobre todo, manipulador.
-Hola vecina, que linda se le ve hoy-
-Buenas Don Luis, gracias por lo de linda-
Guillermina se sonroja y comienza a bajar las escaleras, con el viejo tras de ella, analizando la anatomía de la recién casada, no perdiendo detalle de la cintura y trasero de su joven vecina, imaginando un sinnúmero de cosas que le gustaría hacerle.
Van charlando de cosas banales, cuando de pronto en el cerebro de Guille se asoma una idea: ¿porqué no preguntarle a alguien con mucha experiencia cómo debe comportarse en un concierto con tanta gente y que es lo que pasa en esos lugares? Idea brillante piensa la ingenua joven.
-Don Luis, le puedo hacer una pregunta-
-¡claro niña, venga, que es lo que puedo hacer por ti-
-vera, tengo un boleto para asistir a un concierto el jueves, pero no tengo la remota idea de cómo es uno, ni que debo hacer en el lugar ni mucho menos como debo de ir vestida, es que nunca he ido a uno antes-
El viejo sonríe para sus adentros, ni en sus sueños había tenido la suerte que ahora se le presentaba y por supuesto, no la iba a dejar pasar, tenía ya maquinando un plan en esa lujuriosa mente que posee, no por nada fue líder de la división de logística del ejército.
-Mira preciosa, es un poco largo de explicar y no basta una charla, es necesario someterse a un simulacro para que tengas una verdadera noción de lo que es una cosa así, es muy difícil acudir sin tener un poco de “practica” así que ven, vamos a tu casa para que te explique y de paso, “te doy” una pequeña introducción de campo-
El viejo enfatizó el “te doy” de una forma que ni duda nos queda de que es con tintes de sexo, es un verdadero degenerado este sujeto. Entran al departamento de Guillermina y se sientan en el sofá, para comenzar la explicación:
-Mi niña, lo primero que debes saber es que en esos lugares la seguridad es muy estricta, no debes armar ningún tipo de escándalo o jaleo, ni reclamos, ni golpes, ni mucho menos quejas en contra de nadie, porque te llevan a la comisaría, te fichan y te pierdes el espectáculo, lo mejor es que pase lo que pase no armes lío y seas discreta y sobre todo, guardar silencio, entendido?-
-¡entendido Don Luis! Pase lo que pase nada de líos-
-Bien, es común que en esos lugares te vayan a decir frase como estas: ¡que culo tan rico, tienes unas nalgas de campeonato, que tetas tan sabrosas, cachonda que eres, culona, sabrosa!, y cosas así por el estilo, pero no te espantes, son
piropos que los hombres les hacemos a las guapas como tú para demostrarles nuestro aprecio. Tal vez ya te ha pasado antes por la calle ¿no? Por eso en vez de hacerles caras feas les devuelves una sonrisa-
Guille se sonroja al escuchar semejantes palabras, siempre pensó que eran insultos y ahora respira aliviada, los vecinos que le han dicho de eso y algunas coas más no le faltan al respeto, le dicen cosas lindas, que mente tan ingenua la de la chica.
-Si Don Luis, ya me ha pasado pero ahora que se porque lo hacen no volveré a molestarme y siempre una sonrisa de mi parte, ya lo entendí-
-Bueno, lo que sigue es algo más sencillo, así que vamos a tu recamara para escoger la ropa que te debes de poner para el concierto-
Ambos se levantan y Guille va por delante, moviendo de manera natural sus caderas y al mismo tiempo, logrando que el viejo comience a sentir una erección creciendo bajo su pantalón mirando semejante trasero. Don Luis comienza por abrir el armario y observa detenidamente las prendas que cuelgan ahí, y su mano alcanza un vestido de algodón amarillo, vaporoso y algo amplio pero al mismo tiempo es una prenda que se amolda perfectamente a la anatomía de la jovencita, sin recato alguno abre los cajones y ante la mirada inocente de su vecina saca un conjunto de ropa interior negro, no es una tanga ni un brassiere llamativo pero por el color, va a resaltar sobre el vestido amarillo, esa es la idea, que los demás sepan de que color lleva su ropa interior.
-Anda ponte todo esto mientras yo no miró y me pongo de espaldas-
Guille comienza a desprenderse de su ropa para ponerse lo que el viejo le ha entregado, pero ni por asomo se da cuenta que al estar de espaldas el viejo claramente observa por el espejo como se cambia de ropa la jovencita, es un tipo muy astuto para no saber como irla haciendo caer en sus redes.
Regresan a la sala y se queda de pie frente a ella y sigue con su “curso rápido” que no es más que una forma de aprovecharse de la nena:
-Ahora pon atención, como es un lugar que va a estar abarrotado no debes ponerte en espacios donde no haya gente, es peligroso, lo más recomendable es que busques un lugar en donde haya bastante público y te metas entre todos ellos, así estarás a salvo; lo lógico es que sientas que los chicos están muy pegados a ti pero es normal, con tan poco espacio no puedes hacer otra cosa. Es seguro que de pronto sientas que a tu espalda está alguien y que comience a moverse por el alboroto así que calmada, pero ven te voy a mostrar cómo es-
El viejo volta a Guillermina y la hace ver hacia la pared mientras él se coloca de manera que pueda tener acceso a su trasero y comienza a puntear a la jovencita de manera ligera, para que vaya tomando confianza y no se altere y se vaya todo al traste.
-siente el movimiento que hago, así es como te van a hacer pero tú tranquila-
Durante un par de minutos el viejo se dedica a tallarle su paquete por las nalgas de la nena, haciendo movimientos lentos y sin apresurarse, tiene todo el tiempo del mundo para disfrutar de ese hermoso trasero, repegándose lo más que puede, punteándola a su antojo, colocando su erección en medio de las nalgas de la joven, que gracias a su inocencia no se percata de lo que le está haciendo el viejo, que observa con sumo placer como el vestido se amolda de manera perfecta a esas exquisitas nalgas, dejando ver un espectáculo digo de ser filmado, y siente una pena por no haberlo pensado desde antes, pero ya que más da, el a seguir punteando ese culo que tiene a su disposición.
Guillermina ha comenzado a sentirse algo nerviosa, pero no desiste en su “entrenamiento”, por nada del mundo faltará al concierto, aunque tenga que pasar por esos “contratiempos”.
-Vamos muy bien Guille, así que recuerda que esto es lo que al principio te pasará pero después, por tanto movimiento alguien tenga que sostenerse de tu cintura para no caer y tendrás que ser solidaria y dejar que se sostenga de ti-
Don Luis comienza por poner de manera delicada sus manos en esa fina cintura, y siente un escalofrió tanto él como ella, el suave contacto hace que ambos comiencen a sentir sensaciones distintas: el viejo se excita cada vez más, Guille comienza a disfrutar el magreo pero cree que es la emoción de ir al concierto, pero la realidad es que es tan ingenua que no sabe que se está calentando…bueno la están calentando.
-Tal vez sientas que alguien te toca el trasero y que lo recorra de palmo a palmo, pero es normal, es para que sientas que estás entre amigos y es su forma de demostrarte que les agradas, porque con tanto grito es imposible entablar conversación con alguien-
Comienza a recorrer con sus dedos esas portentosas nalgas, que cubiertas por el ligero vestido al ser recorridas se pegan a su anatomía, deleitándose con el manoseo que comienza a ser cada vez más intenso; la calentura comienza su efecto y Don Luis cada vez es más osado al subir y bajar sus manos por tan delicioso cuerpo, apretando a placer esas nalgas, deteniéndose en la mitad que las separa y empezando a jugar con su dedo en el culo de la jovencita, que ya comienza a sentir los efectos del manoseo, mordiendo su labio y sintiendo como la temperatura de su cuerpo poco a poco va subiendo.
Sigue apretando y sobando a su antojo a la nena, ya su erección siente que está a punto de explotar en su pantalón y alterna el punteo con caricias a los muslos de la chica, que solo atina a dejarse hacer y seguir con “su entrenamiento”; esas manos la recorren como nunca antes nadie lo había hecho, ni el nerd de su esposo que cuando le hace el amor es con la luz apagada y bajo de las sábanas, ya que es un verdadero puritano.
Algunas gotas de sudor se asoman en la frente de Guille y del viejo, una por estar sometida a semejante manoseo que es digno de una película porno y el otro por esmerarse en disfrutar de tan ingenua esposa. Sus manos han comenzado a subir lentamente hasta apoderarse de uno de sus pechos y comienza a sobarlo sobre el vestido, mientras que Guille ya ha cerrado los ojos pero no se atreve a decir nada, su voluntad es más fuerte y piensa soportar cualquier cosa por conseguir acudir al concierto de su vida.
Ambas manos del viejo se han apoderado de las tetas de la jovencita y las soba de manera sueva y después las aprieta, deteniéndose en los pezones para darles unos cuantos apretones, comenzando a ponerse erectos y se alcanzan a ver a una distancia prudente de distancia. Las caricias cada vez son más intensas, alternando entre el trasero y las tetas de la jovencita.
-Puede ser que alguien comience a levantar tu vestido y sientas que coloca algo entre tus piernas, no debes voltear ni decir nada, para que no te vayan a lastimar solo separa un poco las piernas y sigue disfrutando del evento, recuerda que el escándalo atrae a la policía pero recuerda que estas cosas pasan ahí y que es muy normal que te lo hagan, mira es algo como esto-
Y acto seguido el viejo sube de un tirón el vestido de la nena y baja el cierre de su pantalón que deja asomar su erección, que sin reparo coloca entre las piernas de la jovencita que, siguiendo las indicaciones recibidas, separa un poco las piernas y deja que coloque su miembro erecto, rozando sus muslos y sus labios vaginales; es tanta la excitación del viejo que sus movimientos de adelante hacia atrás cada vez son más frenéticos, sin dejar de tomar de la cintura a la jovencita y con una  de sus manos sobre uno de sus senos.
El viejo la obliga a cerrar las piernas y con el vaivén de su movimiento empieza a dejar humedad de liquido seminal entre las piernas de la jovencita, que ya no tiene conciencia de lo que está pasando pero que disfruta porque es una sensación completamente nueva para ella.
-Mira mi niña, esto que estoy haciendo es lo que te va a pasar mientras dura el concierto, cuantos te van a estar haciendo esto es algo que desconozco pero te repito, es normal y no tiene nada de malo, estás entendiendo?-
-sssssiiii Do-o-o-on Lu-Lu-Lu-uuu-iii-is, e-e-e-es-to-to-toy en-ten-di-di-di-en-en-do-
-No te extrañes si de pronto sientes algo caliente entre tus piernas, solo mantente calmada y serena, ya se han de aburrir y te dejaran, pero la felicidad de estar en el concierto nadie te la quita-
Don Luis dice esto antes de correrse de manera abundante entre las piernas de Guille, manchando por dentro su vestido y su ropa interior, que al ser negra ha de quedar con rastros de color blanco cuando haya secado, lo que será la prueba de que la nena tuvo alguien entre las piernas y no fue su marido.
El viejo no ha dejado de palpar las carnes de su joven vecina, no ha permitido que parte de su cuerpo quede sin sobar, hubiera querido follarla pero prefiere ir con tiento, ya tendrá oportunidad de disfrutarla a sus anchas, no será la primera ni la última vez que la tenga a su merced, piensa irla adiestrando a su perversa manera aprovechando su ingenuidad.
Sabe Don Luis que en ningún momento toco el virginal coño de Guille, pero no fue por falta de ganas, simplemente fue por estrategia, si fuera apresurado podía haber sido acusado de quererla violar o de hacer una bulla y que los vecinos se dieran cuenta de lo que estaba pasando. No, prefirió que fuera ella quien poco a poco fuera sometiéndose a sus toqueteos hasta el punto de que ella no pusiera resistencia a sus caprichos de viejo pervertido. Todo a su tiempo se decía para sí mismo Don Luis.
-Bien pequeña, ya es hora de terminar tu primer día de “entrenamiento”, espero que hayas aprendido algo de esta pequeña lección, pero lamento no poderte seguir explicando que más cosas te van a pasar en el concierto, mis deberes de llaman preciosa.
Guille aún sonrojada por la experiencia solo pasa su mano por su pelo para acomodarlo, siente un alivio por tener un buen vecino como Don Luis quien “sacrificó” parte de su tiempo para darle un poco de experiencia y de paso, enseñarle cosas que no sabía de la vida, pero sobre todo, que fue respetuoso en todo momento con ella y que no pensó jamás en aprovecharse de ninguna manera, es un gran tipo pensó Guille, lástima que no pudo enseñarle el resto de la “practica”.
-Gra-ci-ci-as Don Luis, espero haber aprendido algo, no sabe como le agradezco lo que ha hecho por mí, estaba tan asustada de ir al concierto pero ahora me siento con más confianza para acudir. Espero no haberle quitado su tiempo y gracias otra vez por todo-
-No hija, no tienes nada de que agradecer, no tienes porque “darlas”, bueno pero si tú quieres…-
Dijo esto el viejo con una malicia que no fue captada por la ingenua jovencita. Ya el viejo se ha acomodado la ropa y la recién casada también, y nada más camina hacia la puerta la angustia se apodera de Guiille:
-¿y si hubieran más cosas que debiera saber? ¡Dios, no puedo quedarme sin saber todo, me pondría tan nerviosa que quizá cometería una tontería y tal vez me pierda el concierto!-
-¡Don Luis! No se vaya aún…por favor-
-¿qué sucede Guille?, anda dime que te pasa-
-Es que usted dijo que no pudimos terminar la práctica, así que le pido por favor que termine de enseñarme antes del miércoles, ¡solo tengo un día más para aprender! No sea malo, andele, no se malo, termine de instruirme!
La cara del viejo pudo ocultar muy bien su sonrisa, así que la suerte estaba echada, seguiría disfrutando de la jovencita y dentro de su cabeza se formó una idea depravada:
-Bueno hija, el resto de la lección es difícil, porque se necesitan otras personas para mostrarte el resto, pero no se me ocurre nada…a menos que algunos de los vecinos del edificio quisieran ayudarnos…pero no estoy seguro de convencerlos…¿qué dices, trato de convencer a algunos o no?-
-¡si Don Luis! Por favor trate de convencerlos para que mañana termine la lección y esté lista para el miércoles, hágalo por mí-
-claro preciosa, pero cuando lleguemos mañana, bueno si puedo convencer a alguno, debes ya estar preparada con esta ropa que traes puesta para no perder más tiempo, ya sabes, todos tienen ocupaciones y no queremos hacerles perder el tiempo ¿verdad?-
-entendido y anotado Don Luis, cuando lleguen mañana ya estoy lista, usted no se preocupe, hasta mañana y gracias por todo-
-hasta mañana muñeca-
Nada más salió el viejo del departamento de Guille cuando ya estaba pensando en quienes iban a ser sus cómplices en esa fechoría, bueno si ella había pedido que continuara no era nada malo, además ¿quién era él para negarse a enseñar al que no sabe? Y vaya que le iban a enseñar muchas cosas a la inocente Guille, un día es todo lo que necesitaba para poder llevar a cabo su plan.

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