Noche de play y sexo

l frío del invierno los había acobardado, en vez de salir como todos los viernes, Mario, Germán y Lucas habían decidido quedarse en casa del primero, un poco de Play, un poco de alcohol y mucha diversión asegurada. 
Para Mario era muchísimo más cómodo así, pues podía dar rienda suelta a su gusto por beber, pues no tenía que manejar de vuelta, y para Germán y Lucas también era más placentero. Siempre era hermoso ver a la mujer de su amigo. 
Micaela es digna de mirar una y mil veces, no tan solo por su cuerpo sino además por la sensualidad que despliega, ignorando que atrae miradas y provoca deseos. 
Mario se quedó dormido esperando que sus amigos culminaran un partido en la play. El cansancio del largo día de trabajo, sumado al alcohol consumido hicieron su tarea y el dueño de casa cayó pesadamente dormido. Mica lo percibió y sintió que era ella quien debía atender a los invitados, aunque fueran amigos de su marido. 
-esa es mi vida, el príncipe duerme y yo atiendo a los invitados- dijo Mica 
-¡mejor para nosotros!- exclamó Germán sin pensar lo que decía 
-¿por qué mejor?- preguntó ella un tanto ruborizada. 
Micaela no pudo disimular su rubor, pero si podía ocultar sus más íntimas fantasías. Tanto Germán como Lucas le parecían sumamente atractivos, e innumerables veces había fantaseado con un trío con ellos. Le fascinaba soñar tener a ambos para ella a la vez. 
-debés ser más fácil de vencer en la play que tu marido- dijo Lucas salvando a su amigo con las palabras. 
-no se jugar al fútbol de verdad, ¿pensás que voy a entenderlo allí?- se defendió Micaela 
-es fácil, yo te puedo enseñar- se ofreció Germán 
Pasaron más de diez minutos intentando explicarle el manejo del juego, los innumerables controles y posibilidades. 
-no entiendo, dejémoslo así- dijo frustrada la dueña de casa. 
-hagamos así, sentate en mis piernas y yo te ayudo a controlarlo- dijo Lucas. 
-¿estás loco?, ¿sentarme en tu s piernas?- Micaela fue inmediatamente invadida por la excitante imagen de ella misma sentada sobre Lucas, lo que le produjo una inmensa excitación. 
-¡es por el juego!, de esa forma te puedo explicar mejor- propuso Lucas. 
Mica miró a Mario, su marido que ignorante de lo que sucedía dormía pesadamente. “es tu culpa” le dijo mentalmente. 
-bueno, dale, pero ojito con el hacerte el loco- advirtió 
Al principio Mica se acomodó sobre las rodillas de Lucas, para no provocar contactos que le hicieran perder la calma, pero poco a poco fue metiéndose en el juego debido a que Germán le dejaba hacer algunas jugadas que la hacían creer que tenía casi completo control del juego. Tan metida estaba en el juego que no se dio cuenta que poco a poco Lucas había logrado que ella se sentara bien sobre su verga. Hasta que hizo un gol, comenzó a dar saltos de alegría, lo que se traducía en buenos sentones sobre la pija endurecida de Lucas. Cuando ella lo advirtió se sintió profundamente turbada, no solamente por la dureza de la pija contra sus nalgas, sino también por la calentura que la asaltó. Se quedó inmóvil esperando a que Lucas diera el primer paso. 
-¿estás cómoda? – preguntó él 
Ella lo miró por sobre su hombro, hizo silencio por unos instantes. 
-si, muy cómoda- dijo sonriendo pícaramente -¿y vos?- agregó 
Era la señal que Lucas esperaba, por lo que colocó sus manos en la cintura de Micaela, la ajustó aún más contra él, ella respondió con un suave movimiento de su culo. Luego Lucas comenzó a acariciar el vientre de Micaela, que lo dejó hacer mientras se recostaba sobre él. Micaela sintió como sus tetas eran abarcadas por las manos de Lucas, quién aún sobre la remera ya se adueñaba de ellas. 
-ayyy, Lucas….- exclamó ella en un suspiro 
Germán se puso de pié, se acercó a ellos mientras Mica lo miraba, sonriente y deseosa, mientras Lucas bajaba sus manos hasta la raja de Mica, para dejarle las tetas de Mica a su amigo. Germán se agachó un tanto, buscó la boca de Mica que recibió y respondió el beso mientras las manos de Germán eran ahora las que se ocupaban de las tetas de Mica. 
El beso fue extenso y fue Germán quien hizo que ella se incorporara, obviamente que Lucas la siguió instantes después. 
Los tres de pie, German besaba repetidamente a Mica mientras amasaba sus tetas, detrás de ella Lucas le apoyaba insistentemente su verga en el culo, mientras sus manos ya le desprendían el jean ajustado. 
Las palabras estaban de más, sobre todo cuando Mica bajó sus manos en busca no de una sino de ambas vergas a la vez. Las acarició lentamente mientras volvía su boca hacia Lucas y lo besaba. Sus manos tomaron fuerza mientras ella se decidía a dar el siguiente paso. 
Lo había soñado mil veces, en demasiadas ocasiones había acabado por sus propias manos mientras fantaseaba con ese instante. Se agachó entre los dos, mientras ambos desprendían sus pantalones. Dos vergas, duras como la piedra se materializaron ante su rostro. Mica no podía creer que fuera verdad, que las dos vergas fueran para ella. Abrió su boca y cubrió la pija de Germán, mientras su mano comenzaba a moverse en torno a la de Lucas. Luego invirtió las cosas, y chupó la verga de Lucas mientras masturbaba a Germán. 
 
En absoluto silencio, como si temiera despertar a Mario, alternó las pijas en su boca. Besó los huevos de ambos, hasta se animó a metérselos a la boca y chupar fuertemente, riendo de su propia picardía. 
-¿te gustan los huevos?- preguntó Lucas 
-más me gustan las pijas- respondió ella 
-¿las pijas?, ¿más de una a la vez?- preguntó Germán 
Mica asintió sin palabras, pues su boca estaba totalmente ocupada por la verga de Lucas. Se puso de pie, tomó ambas pijas en sus manos y comenzó a caminar. Los dos la siguieron obligados. 
-vamos a mi pieza, vamos a estar más cómodos- propuso ella 
Obviamente que ninguno puso reparos y la siguieron gustosamente. 
Mica se sentía en las nubes, en ese preciso instante llevaba a los dos tipos con los que había fantaseado a su habitación, a su cama. 
Apenas entraron, ella se quitó la remera mientras ellos se apresuraban a quitarse los pantalones. El corpiño voló sin demora seguido de los jeans de ella. 
La delicada tanga blanca de encaje siguió el mismo camino y se enredó con los boxers de ambos en el suelo. Mica estaba desnuda, ya en medio de ellos, ahora Germán apoyaba su verga en el culo de Mica, mientras ella recibía en su pelvis la dura pija de Lucas. Entre los tres formaban un sándwich del que ella era el jamón del medio. A mica la excitó el morbo que le producía ser la presa de los amigos de su marido. Lucas se recostó en la cama, su verga erguida esperaba por la concha hambrienta de Mica, que sin dejar de mirarlo a los ojos se acomodó sobre él, dándole la espalda. Lentamente comenzó a sentarse mientras con sus propias manos guiaba la verga hacia su raja. El instante exacto en que la pija rozó su concha, ella lanzó un gemido, mientras sus ojos se cerraban con fuerza. 
-uyyyy, guacho ¡que dura la tenés!- exclamó ella 
Frente a ella Germán balanceaba su verga, exhibiendo una imponente erección. Mica sonrió mientras con su mano comenzó a acariciarla, lentamente la atrajo hacia ella mientras se volcaba hacia adelante para no perder la penetración de Lucas. En pocos segundos se encontró combinando sus movimientos pelvianos para una verga mientras con su boca besaba la pija de Germán. Su lengua se dirigió hacia los huevos, esa parte masculina que tanto le apasionaba degustar. Los recorrió dedicadamente y se introdujo uno de ellos en su boca, lo chupó con gusto mientras elevaba sus ojos hacia Germán. Luego pasó a la verga, que devoró con ferocidad. 
Lucas la tomó de las caderas, y con sus manos acompañaba los suaves sentones que ella le brindaba. Sin que ella se percatara uno de los dedos de Lucas llegó hasta su ano y presionó suave pero decididamente. Fue como si presionara el botón de encendido de una máquina. Ella dejó escapar la verga de Germán de su boca y comenzó a dar furiosos sentones, cabalgando frenéticamente en busca de un orgasmo. Al mismo ritmo masturbaba a uno mientras hacía que el otro la penetrara. Inmediatamente la invadió el placer, su mente se evadió de todo lo que la rodeaba. Ahora esas dos vergas eran su único universo. 
Lucas asistía al incomparable espectáculo de un culo, el culo de la esposa de su amigo, subiendo y bajando sobre él. Germán por lo pronto debía contentarse con una masturbación torpe y sin ritmo, pero no era suficiente para él. 
Con una mano le hizo una seña a su amigo, quien hizo que ella liberara su pija. 
-date vuelta- ordenó impaciente él 
Ella obedeció, giró su cuerpo y poniéndose de frente a él volvió a cubrir la verga con su concha. Mica estaba muy caliente, por lo que dejó que Lucas la atrajera hacia él tomándola por las espaldas. 
 
Mica se volcó sobre Lucas, sabía que se acercaba su primera doble penetración, algo que probablemente no olvidara jamás. Sus tetas se aplastaron contra el pecho de Lucas, que la besaba desaforadamente. Sintió las manos de Germán que separaban sus nalgas mientras una gota de un líquido viscoso caía cerca de su ano. Germán había dejado caer un poco de saliva y ahora su dedo lubricaba el ano que iba a penetrar. Pero la penetración no fue lenta, fue más bien rápida, lo que provocó que ella volviera a gemir. Esa mezcla de dolor y placer la desarmó, la elevó a niveles de placer insospechados para ella. 
-ahora tenés las dos pijas que querías- dijo Germán 
-siiiii, me encanta- exclamó ella 
-ahora sos nuestra putita- agregó Lucas. 
-sii, soy la putita de ustedes- respondió Micaela al borde la locura. 
Germán comenzó a arremeter contra ella, que intentaba moverse a ritmo para cabalgar sobre Lucas, pero era éste último quien se movía de abajo hacia arriba. 
-¡qué bueno!, la puta madre que bueno- exclamaba ella entre suspiros y quejidos. 
-¡te voy a romper el culo!- exclamó Germán 
-siiiii, rompelo, rompelo- repetía ella 
Ambas vergas entraban y salían de ella a ritmos diferentes, por lo que Mica optó por quedarse quieta y dejar que las pijas hicieran a su voluntad. 
Una seña de Lucas hizo que Germán se detuviera. 
-ayudame a levantarme- dijo Lucas a su amigo. 
Mientras Lucas sostenía Mica por el culo, Germán ayudó a su amigo a levantarse. Mica se mantenía trepada a Lucas y Germán volvió a la carga. Nuevamente la pija de Germán le perforó el culo. Mica sintió como sus carnes se abrían más que antes, mientras ella se sostenía de Lucas, con imprevisto deseo comenzó a besar y a chupar el cuello Lucas. Ahora era ella quien se movía, era ella quien le daba a los dos machos el placer y el sexo que exigían. 
-Me encanta esto- dijo ella refiriéndose a la posición de estar trepada a ellos mientras la cogían salvajemente. 
-a vos te gusta la pija- dijo Lucas 
-las pijas- corrigió ella 
Las arremetidas de Germán eran frenéticas, el culo ya dilatado de Mica albergaba con facilidad la verga que la invadía una y otra vez, mientras Lucas era quien se llevaba la peor parte, pues era quien la sostenía en el aire. Mica se dio cuenta y volcándose un poco hacia Germán pasó uno de sus brazos sobre él. 
 
Ahora ella se sostenía de los dos, quienes rítmicamente la penetraban ahora sí al unísono. Esa posición fue la que hizo que el orgasmo asomara, el placer la invadió súbitamente, era tan poderoso que casi la hace perder la conciencia. 
-me van a hacer acabar- gimió ella lastimosamente 
-dale, que te vamos a llenar de leche- dijo Germán 
Las uñas de Mica se hundieron en las respectivas espaldas de Lucas y Germán. 
-voy a acabar, voy a acabar- parecía quejarse ella mientras se hundía en el éxtasis. 
Su orgasmo fue tremendo, y pareció extenderse cuando sintió como Germán le llenaba el culo de semen. Lucas exhausto se dejó caer sobre la cama, no había podido acabar. Pero ahora Mica liberada de la verga de Germán podía dedicarse de lleno a él. Montada como había quedado comenzó a cabalgarlo dedicadamente. 
-¿hiciste mucha fuerza?, ¡pobrecito!- apreció Mica 
Lucas se limitó a asentir sin hablar 
-yo te voy a dar un premio- dijo Mica 
Cabalgó sobre él lenta y delicadamente, los graves gemidos lucas comenzaron a hacerse sentir. 
-vamos, acabá, lléname la conchita de leche- parecía suplicar ella 
Lucas no demoró demasiado en explotar en Mica. Sus propios temblores parecían evadirlo del resto del universo. 
-así me gusta, dame esa lechita, vamos- exclamaba Mica mientras Lucas aún continuaba lanzando chorros de semen dentro de ella. 
Germán, de pié, esperaba que todo terminara. 
Por fin Micaela se desplomó, primero sobre Lucas, pero rápidamente ganó lugar junto a él, Germán completó el trío al otro lado de Lucas. Mica giró y se abrazó a Germán, apoyando su cabeza en el pecho de este. 
-¿vos sos el pillín que me hizo el culo?- preguntó riendo ella 
Germán asintió, él tampoco tenía demasiadas ganas de hablar. 
-Se va a despertar Mario, va a ser mejor que nos vayamos- dijo Lucas 
-es tardísimo- Agregó Germán 
Mica disfrutó el último espectáculo de ver como los dos machos se vestían, mientras ella permanecía desnuda sobre la cama. Cinco minutos después se introdujo debajo del chorro de agua caliente de la ducha. Era hora de disfrutar del placer de una ducha cálida para relajarse. 
-¿amooor?- llamó Mario desde el otro lado de la puerta del baño 
-me estoy bañando- respondió ella 
-¿puedo pasar?- preguntó el marido 
-¡por supuesto mi vida!- aceptó ella un poco a desgano. 
Mica corrió la cortina de la ducha y se sorprendió de ver a Mario desnudo. 
-tengo ganas de cogerte- dijo él 
-por supuesto mi rey, yo también tengo ganitas- respondió ella 
Mica abrazó a su marido, que se introdujo con ella bajo el chorro de agua. El polvo de esa noche fue maravilloso para ambos, mejor dicho para todos. 

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