Luni_91 enfiestada con dos negros.

Hola poringueros y poringueras. La irrupción de Luni_91 en el mundo Poringa! dio lugar a muchos comentarios y suspicacias. La pendeja está más buena que comer pollo con la mano y se jacta de ser re putísima, por eso convulsionó esta cibercomunidad donde seguramente la tercera generación saldrá con colita de cerdo. Alguno les deja mensajes calientes o groserías varias, otros les proponen participar en encuentros sexuales o fiestas de toda índole. En mi caso perfiero hacerla partícipe de mis relatos (de hecho le he dedicado uno titulado "Besos negros a Luni_91" en el que ella aportó las fotos de su generosa cola). Pués aquí comienza este segundo relato de la caliente Luni_91. 
Las calles de Buenos Aires parecieran irradiar más calor al existente, la noche avanza y la música suena desde un boliche. Por esas mismas calles se escuchan el clap-clap de unos sensuales tacos y en las sombras se dibuja una figura de andar seguro. Más de cerca Luni saluda a todos desenvuelta, su sonrisa era un souvenir que cada uno de allí se llevaba de sus encuentros. Su imagen es afrodiscíaca, su cabello suelto caía sobre sus hombros como una lluvia de rizos, su vestido corto y suelto sugerente y atrevido muestra toda una femme fatal y sus piernas dan la sensación de ser interminables montado a sus zapatos con tacos. Pero si su sola imagen cautiva, verla bailar es la imagen de una diosa del sexo dispuesta a excitar a cuanto se lo propusiera. 
El boliche Maluco Beleza esta lleno de gente, la gente baila al ritmo de batucadas, sambas o axe y Luni lo hace también en forma frenética, su cuerpo se convulsiona siguiendo este sensual ritmo. A su lado, como moscas a la miel, se acercan los hombres para bailar con ella casi ignorando al resto de las bellezas que bailan en el recinto. Entre ellos dos de ellos, Josimar y Bautista, mulatos de origen brasilero captan la atención de Luni. Los tres cuerpos se entrelazan y se rozan en el fragor del baile, el calor de ellos se torna incontrolable y en su interior se produce una revolución de hormonas. 
Más avanzada la noche Luni salen con los dos hombres en busca de un buen lugar para darle rienda suelta a la lujuria, para que los más bajos instintos se apoderen de los tres. Un hotel barato los aceptan sin escusas. 
En la suite Luni se entregan a sus compañeros de andanzas, deja que uno de los negros le bajen los breteles de su corto vestido para que la gravedad cumpla con su cometido, dejarla cubierta unicamente por una minúscula tanga. 
Los hombres desnudan sus torsos y se quitan sus pantalones casi en simultáneo; mientras Luni, golosa, ansía disfrutar de esos cuerpos casi tallado, como un Adonis de ébano. 
Luni se posiciona entre ambos negros y empieza a mamar de sendos penes descomunales, gruesos y viriles sujetado firmemente con ambas manos, como si su vida dependiera de ello. 
Josimar acomoda a Luni de modo tal que ella siga atendiendo el pene de Bautista y reciba el jugueteo en su vagina de la lengua de Josimar. Ella suspira al recibir el contacto de esa lengua que recorre su raja de una punta a la otra. Ambos morenos invierten sus posiciones en la atención de Luni. Bautista se acomoda para penetrar por detrás a Luni mientras ella atiende el otro pene que vanamente intenta tragar en su totalidad, dado el largo. Luni empieza a gemir casi a los gritos mientras que Bautista la nalguea y Josimar le dice algún término subido de tono. 
- Essa cadela que sos! Como você gosta de nossos galos pretos! (Que putita que sos!!! Como te gustan nuestras pijas negras!!!) -le dice Josimar. 
- É uma boa putinha (Es una buena putita) -agrega Bautista. 
Luni no los entiende ni le importa lo que sus amantes dicen, solo le interesa gozar de cada centímetro de pija negra, gruesa y larga de ambos morenos. Sus gritos son la sonora prueba del disfrute del momento y el ligero temblor de su cuerpo no hacían más que evidenciar sus múltiples orgasmos. Ella se transforma en una especie de sex toy de ambos hombres. Minutos más tarde ambos hombres se disponen a largarle todo su semen sobre ella. 
- Agora você vai engolir o nosso esperma, puta! (Ahora te vas a tragar nuestros esperma, puta!!!) -le ordena Josimar a Luni casi despectivamente y al mismo instante en que ambos eyaculaban grandes cantidades sobre los pechos y la cara de Luni. Ella con sus manos se frota el cuerpo y degusta de aquello que desparramaron sobre su humanidad. 
Luni parece agotada, sin embargo ambos negros quieren seguir la joda y la acomodan de modo tal que le iban a dar una doble penetración. Ambos penes no perdieron rigidez, muy por el contrario parecían que apenas estaban tomando temperatura. 
Luni en principio se resiste pero muy adentro su cuerpo caliente le pide a gritos cada centímetro de esos viriles hombres en cada uno de sus agujeros. 
Con violencia Bautista empieza a estimular el ano de Luni mientras Luni atendía el pene de Josimar. Minutos más tarde Josimar levanta a Luni y penetra su vagina en tanto Bautista se prepara para sacudir el ano de la caliente Luni. Ella grita desaforada al sentir como bruscamente ambos penes entran en sus agujeros y bombean su interior. 
- Vamos encher cada buraco com cum!!!! (Te vamos a llenar cada agujero de semen!!!) -grita Bautista entre sonoras risotadas burlonas. Luni sigue sin entender, solo quería gozar del momento, de aquellos Adonis de ébano que la tomaron como su juguete sexual. La promesa de Bautista se hizo efectiva cuando ambos hombres largaron toda su lechehasta saturar ambos agujeros de Luni. Exhaustos reposaban sin moverse, con ambos penes aun en el interior de Luni y con ambos negros haciendo casi un sandwich de ella. La noche fue larga y aquel encuentro bacanal se prolongó hasta casi el mediodía solo interrumpido por un reparador desayuno que aquel trío de amantes tomaron. 
Luni salió de aquel hotel algo dolorida, muy extenuada pero llena de gozo. 

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