Mi Novia y mi Viejo


Tengo 20 años y esta es mi historia. Mi novia de la misma edad que yo es hermosa y me engañó, y a pesar de que le perdí respeto, me calentó lo que vi. 

Tengo 20 años y me llamo Nicanor, mi novia se llama Claudia y tiene la misma edad que yo. Hace 3 años que salimos, nos conocimos en cuarto año de la secundaria. 
Ella es hermosa, es alta, mide 1,75 m. es bastante flaca, pesa cerca de 52 kg, tiene un pelo precioso castaño obscuro que le llega hasta los pechos, su piel es clara, tiene un buen tono brillante sin llegar a estar bronceada. Sus ojos son marrones y profundos, tiene cejas prominentes que hacen sus ojos más llamativos, tiene la nariz finita y una boca pequeña. Su cuerpo es un párrafo aparte: Al ser delgada y alta, y al tener su pelo negro y largo, recuerda mucho a la figura de una modelo. Unas piernas largas y carnosas, y más allá de que es flaca, tiene muy buen culo, blanquito pomposo y redondito. Su cinturita es una ricura, finita, y sus tetas son como el tamaño de limones, tiene los pezones chiquitos y morados. Cabe destacar que se viste muy bien, siempre lleva ropa de marca, remeras sueltas, chupines ajustados y zapatillas convers. 


El gran problema de nuestra relación es que no tenemos un lugar para estar en privado. Sus padres no la dejan sola en su casa sabiendo que esta de novia conmigo, y en mi casa rara vez mis padres o mi hermano menor salen al mismo tiempo para dejarme la casa sola. Por eso la mayoría de veces nos escabullimos en mi pieza a precalentar. Me encanta sentarla en mis piernas y besarla, hasta que se calienta y le empiezo a frotar la zorrita por encima de su Jean, cuando se pone mas hot le desabrocho el Push up por debajo de la remera y le manoseo esas tetas macizas, eso le encantaba. Todo eso hacemos mientras mi familia esta en el comedor de mi casa. 


Un día la invite a mi casa para luego salir a caminar, y me dijo que tenia que hacer unas compras en el centro de la ciudad, pero de todos modos me contestó que iba a venir. 
Llegó cerca de las 4 de la tardea mi casa, hermosa como siempre, convers rojas, llevaba un Jean azul ajustadito que marcaba sus piernas, y su culito lo dejaba redondito, una remera blanca suelta con la cara de Jim Morrison. Como siempre hicimos un acto de presencia en el comedor donde estaba mi viejo mirando un partido de futbol en la tele, mi viejo es como de mi altura, 1,68 m., es pelado, de piel marrón y no tan gordo pero con una abundante panza cervecera; mi vieja había salido y mi hermano menor también, por lo cual había menos posibilidades para que nos interrumpieran. 

Nos hicimos los boludos y nos mandamos a la pieza, ahí la agarre de la cintura y la apreté contra mi, la empecé a besar y nos fuimos poniendo cada vez más locos, le desabroche el Push up que libero sus tetas preciosas y se las manoseaba por debajo de la remera mientras la seguía besando. Le levante la remera y le chupe bien chupada las tetas, no le saque la remera en caso de que venga alguien y no tuviéramos tiempo para vestirnos y disimular. Mientras la besaba, la baje el cierre del pantaloncito y se lo desabroche, se lo baje hasta la altura del comienzo de sus nalgas y le agarre bien fuerte ese culo hermoso que tiene, que es día estaba envuelto en un culot celeste. Ella ya estaba re loca, me senté en la cama y la senté en mis piernas, ya tenía el Jean bajo así que le empecé a frotar la conchita por encima del culot, ya estaba toda mojada. Mientras le chupaba una lola, le comencé a meter mi dedo anular en su conchita húmeda, primero tanteando y después ya con cierta violencia y velocidad para que goce, la abrí bien de piernas y lo corrí el culot para el costado y le mande dos dedos hasta el fondo y ella lanzó un gemido contenido, en ese momento siento que gritan mi nombre desde el comedor de mi casa, ella se asustó, se puso de pie y se acomodó rápidamente la ropa. 

Fui a ver que pasaba, y era mi viejo que me necesitaba ayuda con la configuración del control remoto, lo ayude y volví enfurecido a mi habitación, para esto los ánimos estaban calmados. Claudia estaba muy enojada por la situación, me respondía de mala gana y me apartó cuando intenté darle un beso en la mejilla, seguramente lo que más le molestó además de que se cortó la acción, fue que nunca me moleste en conseguir un lugar para estar tranquilos. Traté de convencerla para que fuéramos a caminar o que fuéramos a ver una película al cine, pero estaba muy molesta, además esgrimió que debía hacer unas compras en el centro, por lo que yo me ofrecí para hacerlas a cambio de que ella cambiara su actitud y accedió a eso. Me prepare, salí por la puerta del patio trasero de casa, tomé mi bicicleta y partí al centro comercial de mi ciudad que desde mi casa queda a unas 15 cuadras, decidí ir en bici para hacer las compras más rápido, porque estaba desesperado por volver y que me de otra oportunidad de hacerle todas esas cosas calientes que hacemos. En los negocios que acudí estaba nervioso apurado por volver no coordinaba bien por lo cual las compras fueron un martirio. 
En 15 minutos ya había hecho todos los mandados y me dispuse a volver, a mi casa llegue rápidamente, no vi el auto de mi vieja en la vereda, ni la moto de mi hermano así que sabía que todavía teníamos un poco de privacidad, cruce con mi bici por el pasillo que lleva al patio trasero, apoye mi bicicleta en la pared exterior de la pieza de mis viejos sin hacer ruido y cuando me acerqué a la ventana de su pieza, sentí un ruido que me estremeció el pecho, escuche un gemido de mi novia. 

Intenté ver a través de las rendijas de la persiana de la ventana, y pude ver a Claudia que estaba parada cerca de la cama de mis padres y detrás de ella mi viejo. Claudia estaba apoyada contra el cuerpo de mi viejo, dándole la espalda con la bragueta de su Jean baja, y mi viejo tenía su mano en la pelvis de mi novia y mientras le besaba el cuello y eventualmente su boca, la masturbaba. Esa postal me dejó duro, no atiné a hacer nada, solo pude mirar como el hombre que me había cortado el polvo hace media hora, se estaba comiendo a mi novia. 

Mi viejo le sacó la remera de un solo movimiento mientras aun estaba detrás de ella, siguió besándola desde atrás mientras le manoseaba las tetas, ella con una cara de placer increíble apoyaba su culo fuertemente contra la pelvis de mi viejo, y atinó a sacarse el Push up ella sola, como agasajando al hombre que ahora le estaba dando placer, mi viejo se la apoyaba con furor mientras la besaba y le manoseaba esas tetas blancas y perfectas. El viejo ya estaba sin remera, la dio vuela a la puta de mi novia, la tomó de los hombros y la arrodilló, ella accedia sumisa a todo lo que le imponían. El viejo desabrocho su Jean gastado por el trabajo, y sacó su verga negra de unos 15 cm de largo y de un grosor importante, agarró su pija y la metió en la boca de Claudia que la devoró como un manjar. Ella agarró el pene de mi viejo desde la base y comenzó a introducirla desesperadamente hasta la mitad en su pequeña boca de puta petera. Claudia estaba extasiada, de a poco y con violencia hacia llegar esa pija cada vez más al fondo de su garganta, en ese momento mi viejo la agarró de la nuca y la empezó a violar oralmente, metiéndole su chota gorda hasta el fondo de su traquea. Ella se ahogaba con su poronga y no decía nada, solo le lagrimeaban los ojos por el trozo que tenía en la garganta. 

En un instante mi viejo la paró y la recostó en la cama matrimonial, y le sacó el Jean a Claudia, después se dedicó a sacarle el culot celeste lentamente y disfrutando de la vista que tenia, una vez que la desnudó se acostó boca abajo en la cama, a la altura de la pelvis de mi novia y le comenzó a chupar la zorra que Claudia ya tenía toda húmeda, ella lo miraba con los ojos llenos de placer y apoyaba sus talones en la espalda de él para no tener las piernas en el aire. Después de un rato de saborear su conchita húmeda y ajustadita y de meterle los dedos bien adentro de su intimidad, él se paró en la cama, se sacó el Jean y quedó en boxer, se arrodilló en la cama y la hizo poner en cuatro mirando hacia él, la tomó de su larga cabellera y la obligó a mamársela, mientras ella movía le cuello de arriba hacia abajo chapándole la verga, el viejo aprovechó la posición y le metió los dedos en la vagina preparándola para la cojida que le iba a pegar. Después de la mamada, mi viejo puso en cuatro patas a Claudia, él se arrodillo detrás de ella, tomó su verga y la introdujo lentamente en su vagina, una vez adentro empezó a embestirla desde atrás de manera continua, Claudia empezó a gemir apenas el viejo le metió la poronga, las embestidas eran cada vez más rápidas, el culo blanco y redondo de Claudia chocaba contra la pelvis de mi viejo y hacia un ruido increíble, el viejo las estaba cagando a bombazos y su culo rebotaba contra la pelvis una y otra vez y ella gritaba como una verdadera puta, disfrutaba la poronga gorda que le estaban metiendo de la manera más salvaje que se la habían metido hasta el momento, en un instante el viejo se detuvo repentinamente para tratar de no acabar, ella se dio vuelta y lo abrazo y se comenzaron a besar, el se acostó boca arriba y ella se sentó de frente a el en su regazo, se introdujo la verga del viejo y comenzó a moverse lentamente mientras acariciaba el pecho del hombre, que era nada más y nada menos que el padre de su novio, el viejo la agarró de la cintura y empezó a moverse para que la cogida sea mas violenta, después la levantó de encima suyo, se sentó en el borde de la cama y la sentó encima de él, ella lo envolvió con su piernas su espalda, y rodeó su cuello con sus brazos, quedaron frente a frente sus rostros, el se la metió una vez más, la agarró bien fuerte de su culo hermoso y blanco y se la dio violentamente, cuando sintió que estaba por acabar se paró la arrodilló en el piso y le descargó toda la leche en la cara mientras ella se agarraba las tetas mirándolo con cara de placer, ella lo miró a los ojos mientras recibía gustosamente toda la salsa blanca en su cara, cuando el viejo se pajeaba para sacar las ultimas gotas de semen, ella le arrebató el pene de sus mano y comenzó a chuparlo para que no queden rastros de lenfa en su verga, y mientras limpiaba su verga con su lengua, miraba a los ojos al macho que se la había cogido como una verdadera puta. Claudia tomó un toallón, se limpió el semen de la cara, se paró frente a él y se besaron como dos amantes que no se van a ver en un largo tiempo. 

Yo esperé un poco para que se vistan, ya que no quería intervenir en esa situación, no los quería confrontar, pero estaban tirados en la cama, desnudos, tocándose y riendo, hasta que por fin ella atinó a vestirse. Una vez que lo vistieron, hice un poco de ruido en el patio para que se percataran de mi presencia en la casa, y entré por la puerta de atrás, 
ella corrió hasta mi habitación, se sentó en mi cama, supuestamente esperando por mi, me preguntó como me había ido, le respondí que bien, y trate de no parecer alterado, me preguntó si quería ir al cine, y yo accedí, Nos preparamos para irnos, la agarré de la mano para que no sospeche que vi algo, pero trate de evitar otro tipo de contactos. Llamé un taxi para ir al cine, y cuando vino a buscarnos, salimos por la puerta de enfrente de mi casa, en el comedor estaba mi viejo mirando el final del partido, ella se acercó a el, le dio un beso en la mejilla y se despidió de mi viejo entre risas cómplices, yo me hice el boludo, y salí detrás de ella, no es que soporte la infidelidad, sino que planeo cogermela por ultima vez antes de dejarla. 

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